Francisco Javier Copelo Castro
TORPE DECISIÓN COLOCACIÓN DE LOCALES EN UN ESTACIONAMIENTO DEL MERCADO MUNICIPAL
Vaya polémica que se ha
armado por la torpe decisión de las autoridades municipales de permitir la
colocación de locales comerciales en plenos estacionamientos del Mercado
Municipal “Gral. Adrián Castrejón”. ¿Qué tiene de raro todo eso, si siempre se
ha realizado esa práctica ilegal en dicho centro de abasto? Pues precisamente,
se votó, para que la cosas cambiaran, para que no siguieran esas prácticas
corruptas que se habían venido haciendo desde siempre. La ciudadanía ya está
cansada de ese tipo de acciones, quiere un cambio, pero un cambio real, acciones
apegadas a derecho y dentro del marco de la legalidad. Hay personas acostumbradas
a adjudicarse cosas que no son suyas y a esos solo les queda la descripción de,
ladrones, rateros, ambiciosos, que al amparo del poder y del dinero, piensan
que pueden hacer y deshacer a su libre albedrío, obviamente solapados por sus
superiores y el joven Aníbal Adán Sandoval en el mercado, es la fiel cara de
todo lo anterior. Los locatarios, siempre han denunciado que desde su llegada a
fomentado a su máxima expresión el comercio informal, ha buscado por todos los
medios regularizar áreas de uso común como el Triángulo, que es un área de
seguridad y que casi siempre ese lugar está cerrado y en pésimas condiciones de
higiene, pero siempre ha buscado que quienes están en ese lugar, que debería ser
de todos los locatarios por ser un área de uso común, tengan contratos, tanto
es así que ha llevado al mismo presidente municipal, Antonio Jaimes Herrera y a
su esposa señora Teresa Membrila de Jaimes, con la finalidad de autoricen dicha
anomalía, cosa que no sabemos si ya se ha realizado, porque ya no se ha dicho
nada al respecto. Nos comentan que cuando se inició la protesta por la construcción
del local en el estacionamiento de la calle de Galeana, aunque fue de manera
anónima, se filtró quién lo hizo y nos dicen que fueron amenazados, no existe
confirmación de ello, pero lo más probable es que así haya sido, porque ya no
quisieron saber nada del asunto. Hoy ha surgido otro asunto, al colocar más
locales ahora en el estacionamiento de Altamirano, en lo que era el lugar de
estacionar motos, y que al parecer que, con el argumento tonto, torpe y
nefasto, de obedecer un mandato judicial de que se debería reubicar a unos
comerciantes que demandaron su reubicación por haber sido afectados en la
reciente remodelación, los colocan en ese lugar porque si no los castigados
serían las autoridades y colocarlos en el estacionamiento aunque afecta a
terceros, no son muchos. Ah cabrón, y aunque se violente la legalidad, porque solamente
que el jurídico del Ayuntamiento, licenciado, José Salgado Santana, sea un
ignorante de las leyes, que no sepa que el Reglamento de Mercados, prohíbe esa
acción. En su artículo 23. Pero, además, para poder hacer ese tipo de acciones
se deben tomar en cuenta muchas cosas, y otras dependencias y autoridades, como
la Sindicatura Administrativa, Jurídico Municipal, Protección Civil, Secretaría
general de Gobierno, Ediles y a los mismos comerciantes que son los terceros
perjudicados, aunque en el caso de estos últimos, al parecer algo “raro” pasa,
no quieren intervenir. ¿Por qué será? ¿En serio existe demasiado peligro? De ser
así, entendemos su no intervención. Pero entonces… ¿será acaso, el principio
del fin del mercado?
Si en verdad quieren reubicar
a comerciantes establecidos que no alcanzaron locales en la remodelación, existe
un espacio que fue construido precisamente para reubicar a comerciantes que es
La Rampa, y ahí no hay ningún problema, ¿por qué en los estacionamientos? lo
que sucede es que el colocar locales en ese lugar, dígase lo que se diga, representa
un ingreso considerable para algunas personas, aunque lo nieguen y eso suena a
corrupción a ojos vistos. Habrá quienes estén de acuerdo con ese tipo de
acciones, pero habría que ver qué tipo de gente. Porque nadie en su sano juicio
estaría de acuerdo con esas decisiones torpes y fuera de toda norma legal. El mismo
artículo 5° de nuetra Cata Magna dice: Artículo 5o. A ninguna persona podrá
impedirse que se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le
acomode, siendo lícitos. El ejercicio de esta libertad sólo podrá vedarse por
determinación judicial, cuando se ataquen los derechos de tercero, o por
resolución gubernativa, dictada en los términos que marque la ley, cuando se
ofendan los derechos de la sociedad. Nadie puede ser privado del producto de su
trabajo, sino por resolución judicial. Se ataquen derechos de terceros, y no
dice que mientras no sea a muchos. ¡Hasta la próxima y salud!