COLUMNA: LECTURA POLÍTICA

 LECTURA POLÍTICA

Noé Mondragón Norato

 

ISR en la UAGro: cobro en las urnas

 

El asunto del ISR aplicado no solo al salario, sino a todas las prestaciones laborales de los trabajadores de la UAGro —que implica en algunos casos un descuento salarial de hasta el 40 por ciento—, debe revertirse necesariamente. Por todos los indicadores que rodearon su aplicación. Solo es cuestión de reconstruirlos para entender que esa injusta operación cayó necesariamente, en el terreno político.

REVERSA O VOTO DE CASTIGO. – Desde que el rector de la UAGro, Javier Saldaña, aplicó el impuesto, apedreó el panal. Y la promesa de aplicar 32 millones de pesos «para compensar el impacto en el descuento al salario» mostró no solo su lado falaz, sino que al final no hará tal aplicación. Fue un recurso retórico para salirse de las presiones. Pero de seguir, la medida tendrá sus costos. Se lee así: 1.- Difícilmente el candidato del rector y de la corriente Fredeuag, retendría la rectoría para la elección que la renovará en marzo de 2021. Es claro que la afectación al salario de los más de seis mil trabajadores universitarios se mediría con el natural cobro de facturas. Es decir, no votarían para darle continuidad a un proyecto político que les cercenó el poder de compra de su salario. Y el rector tampoco se encuentra en la eventualidad de empujar ‘un candidato de unidad’ como ocurrió en su caso. Porque confirmaría que lo hace con la intención deliberada de que le cubra las espaldas. Además, hay muchos actores externos ―incluido el presidente de la república―, que están observando sus voracidades por el poder al interior de la Universidad. 3.- A pesar de que el senador priista, Manuel Añorve Baños, se pronunció en contra de la aplicación del ISR a las prestaciones de los trabajadores universitarios, es claro que lo hizo con el fin de echarse a la bolsa esa inconformidad. No de revertirla. Mostrarse como aliado de los afectados. El punto es que Añorve es un aliado político del rector Javier Saldaña. Y si ambos no pudieron arreglar con anticipación, la congelación en la aplicación del ISR, ¿Quién les creerá que esta vez entre ambos le darán reversa? El impacto negativo alcanzaría al propio gobernador Héctor Astudillo y su partido el PRI, porque tampoco evaluaron el nivel de la irritabilidad laboral. El mandatario no hizo nada para contenerla. Los 32 millones que el rector anunció para su aplicación a los salarios deteriorados de los universitarios, tenían su origen precisamente, en los dineros del gobierno estatal. Pero al generarse el segundo recorte al presupuesto y anunciado «con tristeza» por el propio mandatario estatal, no hubo ningún peso que regresar. Por este tipo de decisiones, en la elección de gobernador del 6 de junio de 2021, se ahondaría la brecha para que muchos votos universitarios fieles al partido tricolor, fluyan de manera natural hacia otros partidos políticos. 3.- En este baile, la participación de los diputados federales del Morena, también muestra una secuencia de negatividad. Porque, aunado a su nulo trabajo legislativo a favor de los guerrerenses —más que las limosnas con dinero del pueblo y el reparto de dádivas a los sectores vulnerables, una cultura propia del pasado priista—, y a pesar de la crisis que azota a los trabajadores universitarios, hasta la fecha ninguno de ellos ha presentado un punto de acuerdo y ni siquiera un exhorto demandando al presidente AMLO, la cancelación del timbrado de la nómina para la UAGro. Muchos de ellos seguramente, pretenden seguir enquistados en la rueda del poder. Ya sea como diputados locales o alcaldes. O de plano, apelar a la reelección. ¿Con qué cinismo reciclado podrían demandar el voto a su favor, cuando en los hechos nunca se vistieron con el traje de la justicia social ni laboral? ¿Es que acaso evalúan que dicho concepto se relaciona con todo lo que el presidente dice y hace, y los demás sectores de la población, afectados por medidas fiscales duras ―que no se aplican a muchos empresarios privilegiados del país―, no tienen la razón? Como se ve, la crisis provocada por la aplicación injusta del IRS debe resolverse positivamente. O los costos políticos se pagarán necesariamente, en las urnas.

HOJEADAS DE PÁGINAS…La alcaldesa de Acapulco, la morenista Adela Román, acusa ‘fuego amigo’ «y de los de enfrente» ―aquí fue ambigua porque no aclaró si del PRI, el PRD o del gobernador Astudillo, con quien mantiene una alianza soterrada― para desprestigiarla. En realidad, Adela pugna por meterse a la pelea por el Morena para la candidatura a gobernador. Pero las señales políticas de AMLO en su visita reciente, no fueron alentadoras para ella. De ahí creció su agravio contra todo lo que vaya en su contra.