Moisés Ocampo Román
¡Tercera llamada, tercera llamada…comenzamos! El telón se levantó, y la
obra empezó. Primer acto: el árbitro marca el penalti. Segundo acto: Bufón
arremete. Tercer acto: ¡el Bronco queda en la boleta. ¿Cómo se llamó la obra?:
“El árbitro se comió el pito”.
Si llega a la gubernatura con un empujocito del señor de Los Pinos, y
ahora otra vez; entonces hay que pagar el favor.
Pero mi tema de hoy NO era ese. Quiero hablarles de los candidatos de
Iguala, de algunos como Héctor Velino Rodríguez, quien logró las firmas
requeridas, tanto es así que será el primer candidato independiente en la
historia de Iguala con muchas posibilidades de perder. Debemos recordar que su
candidatura se debe a un madruguete de sus amigos Mario “el chaparrito de las zapatillas”,
y Félix “el millón”, hacia el empresario molero Javier Brito, que cayó como
muchacha de quince años con la promesa de ser el candidato, y que faltando 15
minutos para el registro le salieron que siempre NO, que iba Velino.
Un candidato que según ignoraba este hecho, y que ahora en pago en la
segunda regiduría va el hijo de Mario Castrejón, Mario Iván, quien es recordado
por ser un buen junior siempre protegido por sus padres, porque en sus años
mozos en puntos pedos chocó con una combi de pasajeros lesionando a 4 personas,
una de ellas perdió un dedo en el percance. Aunque muchas veces el doctor
Lázaro Mazón le decía al doctor Mario que su hijo seguido lo metían al bote por
su forma de tomar alcohol y manejar sus lujosos automóviles.
El caso es que Héctor Velino viene de una familia netamente priista. Su
padre fue síndico y su cuñado Pires fue el primer secretario de desarrollo
económico del municipio que hizo un trabajo excelente a favor de las Farmacias
Leyva, siempre al cuidado de su salud.
Sin embargo, es un buen acto democrático que un independiente participe
y que de alguna manera abre las puertas para siguientes candidatos que no
tengan que andar besando sapos y poniendo las nalgas para uso múltiple para
lograr ser candidato.