Compañero Comerciante:
Agradezco a todos los amigos que se dan el tiempo de leer la opinión de
su humilde servidor. Y de verdad que lo aprecio, ya que entiendo que la mayoría
no estamos acostumbrados a leer, preferimos creer lo que la televisión nos
cuenta. Y en parte ese es uno de los motivos por el cual somos cómplices o
culpables de la triste realidad en que vivimos, ya que pensamos que “alguien
debería” hacer algo para cambiar nuestra realidad, pero no es así. Y mientras
no tomemos valor para hacer la diferencia, esto no va mejorar, puede empeorar.
Si bien es cierto los avances de la ciencia y la tecnología son sorprendentes,
y necesarios también, cada vez nos vemos inmersos dentro de una vida moderna
que hace más complejo el panorama. Pero en el fondo seguimos siendo la misma
especie que aunque con moda y cultura “avanzada”, nuestros instintos básicos
nos siguen y nos seguirán rigiendo por muchos siglos aun. La ambición por el
poder está documentada desde las culturas más antiguas de nuestro
planeta, y si bien han existido ejemplos de grandes personajes en la
historia que han luchado por mejorar la calidad de vida de su gente, la mayoría
de éstos sólo se ha dedicado a enriquecerse, a pesar del empobrecimiento
de su pueblo. Creer que un líder “debería” ser alguien “perfecto” también es un
error, porque precisamente de los errores como persona es que se valen sus
detractores para hacerle una campaña de desprestigio. La perfección no existe,
no es humana, y que alguien cuide su imagen no significa que no tenga errores,
defectos ni pecados, sólo que sabe ocultarlos. En la mayoría de los casos de la
historia, los grandes líderes del pasado que han luchado por cambiar su
realidad y heredarnos mejor calidad de vida han sido señalados por sus errores,
han sido satanizados por el sistema en turno, porque es obvio que dejar que las
ideas de éstos no les convenían, ya que podrían perder los privilegios a los
cuales estaban acostumbrados. Así el sistema de hoy atacará a todo aquel que no
le convenga, o que no trabaje para éste. De ahí la necesidad que tenemos de
analizar y reflexionar para salir del letargo en el que nos han hundido los
medios de comunicación masivos que sólo sirven para aplaudirle a nuestro
sistema. Primero debemos despertar, abrir los ojos y pensar fríamente, debemos
ver que seguir divididos y entretenidos en la crítica personal realmente no
cambiará nada. No será fácil, pero el verdadero cambio está en nosotros; la
verdadera transformación se dará no porque llegue un superlíder a solucionar
todo con una varita mágica, porque no es así, ya que por mucho que pudiera
hacer una sola persona, el sistema seguiría siendo una maquinaria obsoleta que
mantener. El cambio debemos hacerlo todos, participando lo más activamente
posible, para que le quede claro al sistema que el pueblo ya despertó y que no
va tolerar que le sigan haciendo como quieran. Nuestra democracia actual,
aunque con sus múltiples defectos existe, pero a pesar de que se corrigieran
estos defectos, no dejaría de ser una democracia muy pasiva. Para que exista un
cambio se debe transformar nuestra democracia. Debemos volverla una democracia
activa, y precisamente la tecnología nos presenta la oportunidad de ejercerla,
estas herramientas de comunicación nuevas nos ofrecen posibilidades que antes
ni soñarlas. Ahora si el pueblo se lo propone podría hacer popular una opinión
o una propuesta y de esta manera podría existir una verdadera opinión pública.
Las redes sociales pueden ser la verdadera fuerza del pueblo, ya que al ser una
comunicación dinámica permite no solo que nos bombardeen con publicidad, sino
también nosotros podemos expresarnos públicamente, compartir opiniones y
agregar datos o información. Se pueden hacer debates activos y se podría llegar
a compartir ideas que provoquen una conciencia colectiva y popular, pero para
lograrlo tenemos que razonar primero y empezar con uno mismo. Empezar por hacer
un ejercicio de desarrollo de ideas con nuestro núcleo más cercano, familia,
amigos, conocidos, etc. No sólo vivir entretenidos y distraídos, ya darnos
cuenta que sí está pasando algo y que no es normal vivir con tanta inseguridad
dentro de una “guerra” que parece no tener fin, mientras nuestro gobierno solo
le preocupa subastar la riqueza nacional, y sacar provecho de toda esta
confusión en que vivimos.
ATENTAMENTE TU AMIGO
ING. RAMIRO OCAMPO RODRIGUEZ
CIUDADANO CANSADO DE LO MISMO