Noé Mondragón Norato
Meade y Anaya:
¿Alianza emergente?
El debate presidencial fue todo un show. Un escaparate
para tirarle continuamente al personaje que va encabezando las encuestas. Era
obvio que la intención fundamental era restarle algunos
puntos. El problema de fondo sin embargo, es uno solo: las
cosas hechas en este sexenio tricolor, ya no las compone el
actual grupo gobernante peñanietista, ni yendo a bailar a Chalma.
Así, priístas y panistas podrán festinar efímeramente en torno a un falso
debate. Porque el hartazgo social contra el PRI resulta irreversible. Y
el PAN ya demostró a lo largo de dos oscuros sexenios, que
tampoco pudo con el paquete. Por eso mismo, las lecturas no dejan de
ser perturbadoras.
¿ALIANZA
PRI-PAN?- El debate presidencial
sirvió en realidad para dos cosas: confirmar que el candidato
del PRI, José Antonio Meade, ya no va a levantar en las
encuestas. Y que el bloque compacto del actual grupo gobernante
priísta, tome otras decisiones. Se lee así: 1.- Ciertamente,
el personaje más incisivo contra Andrés Manuel López Obrador,
fue el candidato de la alianza México al Frente (PAN-PRD-MC), Ricardo Anaya
Cortés. Como las mujeres que se van a divorciar, mostró fotografías y algunas
gráficas frente al jurado. De todo. Pero fundamentalmente, contra AMLO. Anaya
fue el personaje que en diciembre de 2012, avaló el Pacto
por México de Peña Nieto, que condensaba las llamadas Reformas
Estructurales,traducidas a su vez, en pérdida de conquistas laborales,
gasolinazos, encarecimiento de la canasta básica y mayor pobreza. 2.- Del
debate, es preciso rescatar una perla: Ricardo Anaya,
respondió en relación al señalamiento en su contra por lavado de
dinero, que “solo fue un escándalo mediático”, porque
no había hasta ese momento, “ninguna denuncia en mi contra”. Si
desde el actual grupo gobernante tricolor se ventiló esa torcida trama contra
Anaya, y el propio candidato del PRI, José Antonio Meade, lo
vendió en el debate como un logro suyo desde la
Secretaría de Hacienda. ¿Por qué no procedieron legalmente contra
Ricardo Anaya? ¿Es que acaso existe un acuerdo político
soterrado entre Meade y Anaya? ¿No fue éste último quien llamó “valiente
y patriota” al ex dirigente nacional del PAN, Gustavo
Madero, por firmar el Pacto por México? 3.- Faltan
dos debates presidenciales. Pero la tendencia se
advierte irreversible. La guerra sucia, en las redes sociales
y mediática contra el candidato del Morena, ha encontrado no adhesiones a favor
de ella, sino el incremento de las simpatías populares a dicho proyecto. Y por
eso mismo, no resulta descabellado el escenario:
que el PRI y Meade, terminen sumándose a Ricardo Anaya. Para
desde esa doble embestida política, intentar frenar a López
Obrador. Al no haber acuerdo ni pacto con AMLO, los
grupos políticos dominantes –todos los que arroparon a Peña Nieto, con sus
Reformas Estructurales-, van a cerrar filas empujando una
alianza de último minuto, que ideológicamente parece imposible. Y
por eso mismo, se entiende la adhesión del gobernador perredista de Michoacán,
Silvano Aureoles Conejo. Porque la intención sería que Anaya se sume a Meade. Y
la adquisición priísta de notables perredistas, sería una forma
de empujar esa negociación. Dicho escenario cuajaría a partir
del segundo debate presidencial, el próximo 20 de mayo. Si Meade no
remonta su tercer lugar en las encuestas, el factor Anaya
terminaría por imponerse. Al final, la película está clara: PRI y PAN van
a sumar fuerzas en el epílogo de las campañas electorales, para frenar
a AMLO. Porque al final de cuentas, ambos partidos políticos son
lo mismo.
HOJEADAS DE
PÁGINAS…Deprimente espectáculo el que
ha dado el candidato a la alcaldía de Acapulco por el Partido Socialista de
México (PSM), Ramiro Solorio Almazán. Sin adeptos, discurso ni base
social, se colgó de la instalación de los parquímetros
en la Costera Miguel Alemán, parahacerse notar en
las redes sociales. Y darse baños de protagonismo mal
encauzado. Porque en clara actitud vandálica, arrancó algunos
aparatos. ¿Es el ejemplo que dará si llegara a ganar la alcaldía? ¿Dónde
extravió su “civilidad política” y emergió su “hombre primitivo”?