José Antonio Lavín Reyna
“Más importa dar a los hombres buenas costumbres que leyes y
tribunales”: Conde de Mirabeau
¿Se está terminando la cargada?
Término acuñado en el viejo régimen priista que se define como la
adhesión incondicional y en masa al candidato ungido o ganador de la contienda
interna del PRI que había sido palomeado desde las más altas esferas del poder,
este ritual le permitió al PRI conservar durante más de 70 años la presidencia
de la Republica. Este ritual que se pensaba había quedado rezagado
por el avance de los tiempos, volvió a surgir como parte de la cultura política
de nuestra nación, y nunca logro extenderse a otros partidos, los
cuales trataron de replicarla, sin éxito, la cargada la aplicaron a
través del mayoriteo de las tribus que lo conforman o recurriendo al voto de su
muy cerrado circulo de miembros. En el PRI la disciplina partidaria
y el apoyo incondicional, fueron durante 70 años los ingredientes básicos para
detener a todos aquellos que deseaban abandonar el barco cuando su partido va
de picada. La mayor fuga de priistas se dio con la imposición de Salinas de
Gortari por parte de Miguel de la Madrid. Por muchos años al vencedor de la
“supuesta” contienda interna del PRI, una vez ungido como candidato se le
sumaba toda la clase política ya que él traía la bendición del primer priista
del país. Fueron 70 años realizando estas prácticas, que junto con el “dedazo”
y el destape del “tapado” formaron parte de la liturgia de este partido. La
cargada es puesta en marcha también por las personas cercanas al presidente,
quien empieza a sentir la “soledad”, puesto que muchos de ellos inmediatamente
se incorporan a la campaña del “ungido”, es en este momento cuando el
Presidente de la República se da cuenta de quiénes son verdaderamente sus
amigos.
Sin embargo, todos los que participan en política saben que las
alianzas políticas tienen tiempo de inicio y término. En ocasiones los antiguos
correligionarios de convierten en adversarios una vez que concluyen los
compromisos, en otros casos son las “traiciones “que se dan por estar junto al
“bueno”. En Guerrero como en todo el país, se viene practicando la cargada;
hemos visto que personas que primero estuvieron en el PRD, después en
Movimiento Ciudadano y finalmente se incorporaron a Morena al ver que su candidato
presidencial, hasta este momento, tiene las mejores intenciones del voto con
respecto de los demás partidos. Los chapulines, los tránsfugas y oportunistas
están a la orden del día. Las coaliciones que encabezan Meade y Anaya se
disputan el segundo lugar; la intención del PRI, si es que no lo ha logrado
todavía, es bajar del segundo lugar a Anaya y una vez que caiga al tercer lugar
irán sin dudarlo sobre Andrés López Obrador. Si por alguna razón el ganador del
segundo lugar no puede alcanzar a AMLO, tendrán que hacer uso del “voto útil”
que consiste de manera abierta en orientar el voto sobre el puntero y “vender
caro su amor” al vencedor de la contienda.
Este es un ejemplo de que la cargada dejara momentáneamente sin
partidarios a los partidos, dicha acción se realizará sin ningún rubor con tal
de no perder sus canonjías y prebendas, pero lo más importante es no quedar
fuera de la jugada. Se olvidarán del lodo que se vertieron entre ellos, para
volver a ser la “familia feliz” y otra vez la clase política seguirá gobernando
bajo los mismos esquemas. ¿Y las demandas de la sociedad en donde las dejan?
Algo Más…
Hoy por hoy, las cosas de la política son cosas del diablo para el
ciudadano. La corrupción, el desvío de recursos, la mentira, el tráfico de
influencias, son temas que están más que vivos en la agenda mediática
informativa social y, claro, hacen que el ciudadano repudie todo lo que huela a
política.
Ya dieron inicio las campañas federales. Supuestamente lo que se trata
en una campaña electoral es de convencer al electorado para que vote por un
candidato específico. Para ello, los candidatos y partidos deben llegar a las
verdaderas necesidades de los muy diversos y plurales grupos sociales en
nuestro país. Pero deben llegar con propuestas serias, viables, realizables,
tangibles.
Pero antes que la propuesta está la credibilidad. Porque por muy buena
y asertiva que sea la propuesta, si quien la hace no goza de la credibilidad
ciudadana, de nada servirán todos los esfuerzos que haga para obtener el voto
del electorado. No se convence a nadie que no nos cree. Y la credibilidad es
confianza, es empatía, es cercanía con la gente, pero también es hablar su
mismo lenguaje y cualquiera sabe bien que, para hablar bien un idioma primero
hay que comprenderlo. He ahí un buen tip para los desangelados candidatos y
candidatas en este proceso, aprendan a comprender el idioma de los mexicanos.
De nada.
CCCLXXXV.- El repudio a la clase política, amén de su corrupción e
impunidad, se debe ahora, políticamente hablando, a que quienes
ejercen el poder no tienen muy claro que el país, el estado y el municipio, que
gobiernan deben ser objeto de una gestión responsable.
Apremia que nuestros gobernantes dejen de lado la soberbia y la
inclinación hacia la corrupción con la que más temprano que tarde pervierten su
proceder demostrando penosamente lo hambrientos que llegaron para servirse
antes de pensar en servir.
Antes y ahora, amerita que quienes en este año 2018, con el
mandato del voto ciudadano lleguen a ejercen los gobiernos asuman el compromiso
por dejar de ver el árbol de sus intereses personales y de grupo, para más bien
observar el bosque de las oportunidades en las que puedan propiciar que se
trabaje privilegiando el consenso que procure los acuerdos en donde más y no
menos quepan.
Mientras tanto, en Guerrero en lugar de disminuir sigue latente la
violencia y la indolencia de la autoridad, amén de la impunidad con la que
actúan en contra de ella, insisto los igualtecos callados nos vemos más
bonitos.
Sabías que: El Lago Merritt es el único lago de agua salada en el
mundo en un área metropolitana. Es una atracción principal en Oakland, y una de
las maravillas naturales dentro de los límites de la ciudad de Oakland.
Hasta la vista.