Valle del Ocotito; la obsesión de "Los Ardillos"

Bernardo Torres/API 
 
Chilpancingo, Gro. 30 de Enero del 2018.- El Valle del Ocotito, ubicado al sur del municipio de Chilpancingo, Guerrero, se ha convertido en los últimos meses en la obsesión del grupo criminal "Los Ardillos", lo cual quedó en evidencia, durante el cuarto ataque en contra de la Policía Comunitaria que opera en la zona.
El Valle es la zona donde se asientan cinco de los pueblos más numerosos del municipio de Chilpancingo, en el Centro del Estado de Guerrero, estratégico por su comunicación con pueblos de la Sierra, además de ser paso de la carretera federal México-Acapulco y de la Autopista del Sol.
En esta zona, desde enero de 2013, opera una policía comunitaria de la Unión De Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), que a pesar de divisiones y conflictos internos logró restablecerse, y la cual es dirigida por Bruno Plácido Valerio.
Por otra parte, “Los Ardillos”, son un grupo criminal con su base en el municipio de Quechultenango, el cual es dirigido por Celso Ortega, hermano de Bernardo Ortega, un político guerrerense que fue presidente del Congreso del Estado, y actualmente busca una diputación local por el distrito 24.
Al grupo de “Los Ardillos” se les atribuye la ola de violencia que se vive en el municipio de Chilapa, donde cientos de personas han sido desaparecidas y asesinadas de las formas más crueles que puedan existir; ejecutados, desmembrados, decapitados, calcinados, y que ha incluido mujeres, personas de la tercera edad, incluso niños de meses de nacidos.
Lograron la dispersión del grupo criminal “Los Rojos”, que estaban asentados en Chilapa, y se han extendido hasta los municipios de Tixtla, Chilpancingo (capital del estado de Guerrero), y ahora buscan abrir el corredor de las carreteras federales, y que los harían dueños de prácticamente todo el Centro de la entidad.
El Valle, próximo objetivo
Desde el ingreso de la UPOEG al Valle, el incipiente grupo fue desplazado y la policía comunitaria tomó el control, hasta que empezaron las divisiones, conflictos internos, y el grupo criminal vio la oportunidad de reingresar.
El 26 de noviembre, un grupo armado irrumpió en el poblado de Buenavista de la Salud, donde se enfrentaron a balazos con la policía comunitaria de la UPOEG, y elementos de la Policía Estatal, donde una persona perdió la vida, y fue decomisado un arsenal armamentístico.
El 28 de Noviembre se registró otro ataque en contra de esta organización, donde resultó otro elemento muerto y un herido, en la localidad de palo Blanco, ubicado a 15 minutos de la capital del Estado, Chilpancingo. 
Posterior a este hecho, fueron atacados los elementos de la policía comunitaria que opera en la comunidad de Acahuizotla, todos estos pueblos ubicados sobre la carretera federal México-Acapulco, que precisamente conducen al Valle, y que colindan con los municipios de Quechultenango y Mochitlán, zona de “Los Ardillos”.
Este 29 de Enero se genera otro ataque: cuatro miembros de la UPOEG son emboscados, acribillados e incinerados. Otras tres personas ajenas al conflicto, fueron gravemente heridas. Posteriormente, los criminales sembraron el terror en todo el Valle, disparando tiros al aire.
Para quienes conforman esta policía comunitaria, el objetivo es claro: “Los Ardillos” quieren controlar esta zona que sería estratégica para el tráfico de drogas, en el corredor que va de Acapulco a la Ciudad de México, y desde hace cinco años no se lo han permitido.
La complacencia del estado con este grupo, incluso su complicidad, dijeron los comunitarios, ha ocasionado esta serie de ataques, cuatro en menos de tres meses, y que han cobrado vidas, los cuales seguirán porque el Gobierno de Guerrero no tienen la mínima intención de confrontarlos.
Incluso, el día del enfrentamiento solicitaron la presencia de los cuerpos de seguridad, pero llegaron cuatro horas después, observaron, documentaron los hechos y se retiraron nuevamente.
Este Martes en un recorrido que distintos medios de comunicación realizaron en los cinco pueblos, fu notoria la ausencia gubernamental, desde el poblado de Mohoneras (al sur del valle) hasta El Rincón (al norte), no se observó ninguna patrulla del Ejército o de la Policía Estatal.
En los límites de El Ocotito y Buenavista, los infiltrados del grupo criminal mantuvieron una base secreta durante al menos una semana, observando los movimientos de la UPOEG, a escasos 200 metros, en el fondo de una barranca donde fueron observados restos de comida, cobijas y objetos para mantenimiento de armas.
Fue en ese punto donde la noche del lunes se dio un ataque en contra de civiles que transitaban por la carretera federal México-Acapulco, y donde resultaron heridas por lo menos tres personas.
Para la UPOEG, esto es la muestra de que “Los Ardillos”, están completamente infiltrados en el sistema de gobierno, y que seguirán insistiendo en “reventar” el sistema comunitario como lo hizo en un primer momento Marco Antonio Salgado Pineda, “El Carioca”, quien ha fallado en dos ocasiones.
No se los vamos a permitir
Armados de valor, con armas rústicas y alguna que otra de alto poder, los 10 elementos que recorren la zona donde este grupo infiltrado se escondía. Señalan que no van a permitir el ingreso de dicho grupo, y que a toda costa van a defender el Valle del Ocotito.
A pesar de que el Gobierno del Estado ha sido omiso, y se ha negado a reforzar esta zona que podría convertirse en otro “Chilapa”, se dicen dispuestos a hacer frente a esta situación. “No se los vamos a permitir”, dijo un elemento mientras empuñaba su escopeta y apuntaba al cerro.
Desde hace meses, la familia de Miguel Ávila ha tratado de reventar el movimiento promoviendo conflictos al interior de la UPOEG, incluso junto con Marco Antonio Salgado Pineda intentaron hacerse dueños, pero las bases defendieron a sus policías.

Este fue el último intento, y no dudan que haya otros, pero están preparándose. Esta vez fueron descubiertos y exhibidos a tiempo, ya se conocen sus complicidades y su forma de operar, por lo que se están montando operativos en los alrededores del Valle, incluso se coordinaran con el FUSDEG de Tierra Colorada para enfrentar esta situación. (Agencia Periodística de Investigación)