LLAMADO CIUDADANO

Iguala, Gro febrero de 2018.

Compañero Comerciante:
Nuestra realidad no es casualidad. Es el resultado de años ininterrumpidos de corrupción, omisión y desintegración. La rebelión que se está gestando por todo nuestro país no es una ocurrencia, sino más bien una consecuencia. Nuestro sistema se beneficia lo más que puede, porque “a río revuelto ganancia de pescador”. La invitación a la reflexión es precisamente porque las cosas no van a mejorar solas. Si los grandes héroes de nuestra historia no hubiesen actuado, tal vez siguiéramos bajo el régimen de la corona española. La revolución armada no es el verdadero camino, ya que derramar sangre inocente sólo provoca dolor y realmente no significa un cambio. Lo que debemos analizar es que con nuestra omisión e indiferencia por los temas importantes para nuestro país hemos dejado en malas manos nuestro patrimonio, el claro ejemplo de nuestros resultados lo podemos ver muy evidente en nuestro mercado, ya que aprovechándose de la necesidad de nuestra gente, “la autoridad” nos confronta a través de la corrupción, otorgando espacios como pasillos, entradas y salidas, estacionamiento, áreas comunes, calles, etcétera. Cuál es el resultado que tenemos: confrontación por conflicto de intereses, ya que tanta necesidad tiene el locatario como el ambulante que está frente a él, o que obstaculiza el acceso o el paso. Vivir en constante lucha entre comerciantes nos ha desgarrado, al grado que nos vemos como enemigos, situación que aprovecha el sistema para tenernos entretenidos y divididos. Este círculo vicioso es el que mejor le ha dado resultado a nuestro sistema, ya que sin darnos cuenta nos agrupa físicamente, pero nos divide ideológicamente, para que no tengamos tiempo “ni de voltear a ver a otro lado”. Ya no podemos ver más allá debido a que estamos tan ocupados criticando a nuestros vecinos que no nos interesa lo que pueda estar haciendo el gobierno, y nos justificamos diciendo “todos son iguales”, “por eso ni voto”. Y en cierto momento yo también lo pensé, pero ahora entiendo que no sólo se trata de votar para que alguien más te solucione tus problemas. Se trata de no permitir atropellos ni abusos, y de exigir nuestros derechos esté quien esté en los cargos de representación popular, y la única forma de hacerle presión al gobierno es estando organizados y en sincronía con nuestros compañeros, de ahí la necesidad de superar diferencias y dejar de enfrascarnos en situaciones personales o en críticas personales por que todos somos personas, cometemos errores y tenemos defectos. No es fácil, pero sí es posible darles prioridad a nuestros intereses de grupo, de ciudad y de país, pensar que no tiene caso seguir divididos por el pensamiento cuando de todos modos vivimos juntos y es como estar dentro de un mismo barco el cual si no lo cuidamos nos hundimos juntos, aunque no nos demos cuenta. La sana convivencia y la cohesión social comienza con los núcleos más cercanos: familia, amigos, conocidos, etc. Es momento de razonar, de crear un cambio, de pasar de ser solo espectadores a ser actores, como lo he dicho anteriormente, nuestra clase política es totalmente indolente a nuestra realidad, ya que ellos viven en un país muy diferente, y así para todos los grupos de poder, ya sea político, económico, religioso, delictivo o cualquier grupo de poder que exista tiene su propia agenda y lo último que le podría interesar es el bienestar social. La efervescencia política está al tope y en nuestra historia quedará escrito lo que está sucediendo en nuestro país. Te invito a ser parte del cambio, porque tenemos que cambiar nuestro modo de ver las cosas, nuestra actitud, y recuperar nuestros valores para poder hacer algo por nosotros mismos. El cambio no lo va traer mágicamente un solo político o un “mesías”; los grandes cambios han sido porque las personas que han vivido en esos momentos toman valor, se agrupan y se deciden a tomar acción, no ha sido solo el actuar de una sola persona, sino más bien el hartazgo social se desborda y provoca el cambio, porque simple y sencillamente ya no quiere seguir en las mismas circunstancias. Nuestra historia es la de un pueblo valiente, trabajador y muy noble, pero cuando se decide puede hacer grandes cosas. Hoy estamos escribiendo historia.
    
ATENTAMENTE TU AMIGO
ING. RAMIRO OCAMPO RODRIGUEZ

CIUDADANO CANSADO DE LO MISMO