Noé Mondragón Norato
PRI: ahondar la debacle
El
cierre de la negociación ocurrió la mañana del pasado viernes 26, en el estado
de Sonora. El ex dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones
Rivera, amarródurante la segunda visita a dicha
entidad, del candidato presidencial tricolor, José Antonio Meade, dos
posiciones de poder importantes para su grupo: la
candidatura de su hija Sylvana Beltrones Sánchez, en el primer lugar de
la formula al Senado. Y en Guerrero en esa misma sintonía,
la del ex edil de Acapulco, Manuel Añorve Baños. De ahí se lee lo demás.
ASTUDILLO: REBASADO.- Pese a que lo intentó reiteradamente, el gobernador
tricolor Héctor Astudillo Flores, no pudo al
final, impulsar como candidato al Senado a su secretario de Finanzas,
Héctor Apreza Patrón. Porque en la negociación política, careció de
fuerza para impulsarlo. No solo por la ola de
violencia e impunidadque lo desgasta sistemáticamente, sino porque falló
en la apuesta presidencial al inclinar sus preferencias por
el ex secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. No por Meade. Lo
que sigue es la oscuridad: 1.- Uno de los actores
políticos que buscó con afán la candidatura al Senado, es el delegado del
ISSSTE, Mario Moreno Arcos. El gobernador Astudillo, jugó con sus
pretensiones. Le abría y le cerraba la cancha. En
cierto modo, sabía que su compromiso político mayor con Manuel Añorve, era
justamente ese: tras abollarle la candidatura al Senado el junior,
Rubén Figueroa Smutny, en la elección de 2012, Añorve evaluó que esta vez, y ya
sin la presencia acechante del grupo Figueroa al interior del PRI, además
del amigazgo con Astudillo, le tocaba. En realidad,
Héctor Apreza, pudo ser la pantalla para quitarle
el golpeteo mediático, al propio Añorve. 2.- El
candidato presidencial del PRI, José Antonio Meade, estará hoy en Guerrero.
Como nunca ha hecho política en la entidad y desconoce la
dinámica de los grupos tricolores, llegara a ciegas. Pero eso
sí, con un PRI local ampliamente dividido. Tres escenarios de
la debacle electoral anticipada son visibles: A) A Mario
Moreno, la dupla Astudillo-Añorve, lo dejaron fuera de toda posibilidad de
participar. Le cerraron la puerta en el distrito siete
federal –como inicialmente se filtró-, y se lo otorgaron como cuota
política de la alianza, al Partido Verde. Con ello, lo están obligando
a que emigre con todo su capital político y
electoral, a otro partido político. Y por supuesto, la derrota del PRI
en Chilpancingo, se convirtió en un asunto de mero trámite. También
en otros municipios. B) En el reparto de los cinco distritos
federales que le corresponden al PRI, también ganó Añorve: en
el distrito uno, impuso a la ex regidora de Coyuca de Catalán,
Soraya Eriza Pineda; en el cuatro del Acapulco urbano, a la ex
secretaria general del PRI, Pilar Vadillo Ruiz; y en el distrito seis de
la Montaña baja, a Flavia García García. El diputado local, Eusebio González
Rodríguez, es una cuota política de Héctor Apreza. Y la
legisladora local, María de los Ángeles Salomón Galeana, quien va por el
distrito tres, del gobernador Astudillo. Ante el neófito
político candidato presidencial Meade, Añorve se ofertó falsamente, como
el mejor cuadro del PRI en Guerrero. Y en la negociación, su grupo
sometió políticamente al propio mandatario estatal. C) El
grupo político del ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, se quedó
literalmente, sin nada. Se entiende que podría formar alianza
interna con Mario Moreno, a fin de tumbarle algunas
candidaturas a la dupla Astudillo-Añorve. Porque muy en el fondo, ambos
son demasiado vulnerables: Astudillo, porque tiene de cabeza a
toda la entidad. Y ya evidenció reiteradamente, que no puede
con el conflicto público. Añorve, por la enorme carga corrupta que
arrastra. Y por sus “amistades peligrosas” tendidas
a su paso por la alcaldía de Acapulco. O Quizá por esa misma razón, su grupo
entró en amplios entendimientos políticos con Meade: son
iguales. Dios los hace y ellos se juntan. El PRI
Guerrero, ahondó su debacle.