LECTURA POLÍTICA

Noé Mondragón Norato

Las lecciones de la historia que no se entienden
Es como apelar a la desmemoria colectiva. Como si nada hubiese pasado. Y quienes alguna vez, disfrutaron de las mieles del poder y de los presupuestos públicos, hoy regresaran a la palestra pública sin ningún tipo de pudor. Pero es en el fondo, un atentado a la inteligencia. Al dolor permanente de muchos. A doblar una página social bañada con sangre y muerte. A burlarse literalmente, de todos los votantes. Hay que ubicar el desfile grotesco de los cinismos.
INFAMIAS QUE NO SE OLVIDAN.– Hay cuando menos dos personajes involucrados de soslayo en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en septiembre de 2014, que ya se quedaron fuera de la rueda del poder. Al menos en la elección de julio de 2018. Pero otro más, no ha entendido las señales ni los mensajes. Hay que ubicarlos: 1.- El primero de ellos, fue el diputado local perredista con licencia, Sebastián de la Rosa Peláez. Estaba empeñado en convertirse en candidato a senador. Su problema se dio en cuando menos cinco pistas: nunca estuvo en el ánimo político de la tribu los chuchos de Nueva Izquierda; renegó de la alianza PAN-PRD-MC, que integraron el Frente Ciudadano; leyó mal el reloj político y se adelantó a los tiempos enseñando un ficticio músculo; desafió a la tribu Nueva Mayoría –que es la más fuerte en estos momentos al interior del PRD-; y finalmente, la sombra de los hechos de Iguala ocurridos la noche del 26 y 27 de septiembre de 2014, lo persiguió implacable. Por su inocultable defensa y apoyos políticos a favor del ex edil perredista defenestrado, José Luis Abarca Velázquez. Sebastián tuvo de desistir de su descabellada pretensión de poder. Porque la derrota electoral se avizoraba como de mero trámite. 2.- La tarde del miércoles 27 de diciembre de 2017, el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, se disponía a iniciar su precampaña electoral a diputado federal por el distrito 8 de Costa Chica, en el municipio de Ayutla. Nunca imaginó que los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, le boicotearían el evento. Acusándolo de lo mismo: omisión en esa penosa y masiva desaparición de estudiantes. La polémica lo persiguió a partir de ese día. En medios de comunicación y redes sociales. Once días después, anunciaría su retiro definitivo de esa candidatura. Era obvio que las presiones en su contra, se iban a recrudecer. Y para evitar una confrontación con tintes políticos que lo dañaran más de la cuenta, optó por declinar. Los fantasmas insepultos de los 43 lo alcanzaron de cuerpo completo. 3.- El último perredista que, festivo se registró ayer martes como precandidato a diputado local por el distrito 22 de Iguala, fue el ex secretario de Salud y ex edil de ese municipio, Lázaro Mazón Alonso. No le bastó con observar la forma en que fueron desplazados tanto Sebastián de la Rosa, como el ex gobernador Ángel Aguirre. Evalúa desde una miope perspectiva política, que los votantes igualtecos ya olvidaron el infame episodio de los 43. Pero, sobre todo, el padrinazgo político, el impulso que otorgó en su momento y su amistad con el ex edil José Luis Abarca Velázquez, la cual nunca ha negado. Y si hay amistad, hay entendimientos. Y de ahí, todo lo demás. Bueno y malo. Como el silencio que guardó ante el crimen del activista, Arturo Hernández Cardona. Pero Lázaro quiere regresar con gloria inmerecida. Pero debería tener pena. Y dignidad. No puede aspirar a un cargo de elección popular arrastrando todo el caudal de hechos negativos. No puede negar tampoco, que estuvo a punto de convertirse en candidato del Morena a gobernador en 2015. Y los hechos de Iguala, le negaron justamente, esa posibilidad. ¿Por qué entonces ahora sí y por el PRD? ¿Es que acaso evalúa que los guerrerenses somos retrasados mentales? Como Sebastián y Aguirre, Mazón debe jubilarse políticamente. Esa es la lección de la historia que no ha entendido.

HOJEADAS DE PÁGINAS…Otro de los polémicos personajes que se registró por el PRD, pero esta vez para la alcaldía de Zumpango, es el ex edil de Tlacotepec, Mario Alberto Chávez Carbajal. El pasado 16 de agosto de 2017, fue atacado a balazos en céntricas calles del populoso Barrio de San Mateo, en Chilpancingo. Y hoy está de regreso. Qué tal.