Chilpancingo, Gro. 19 de Diciembre de 2017.- Al grito de "no más huérfanos", hijos, hermanos y sobrinos de personas desaparecidas, celebraron este Martes una posada navideña que les organizó el Colectivo de Familiares de Personas Desaparecidas, Torturadas y Asesinadas de Chilpancingo y todo el Estado de Guerrero.
Jonathan Cuevas/API
Chilpancingo,
Gro. 19 de Diciembre de 2017.- Al
grito de "no más huérfanos", hijos, hermanos y sobrinos de personas
desaparecidas, celebraron este Martes una posada navideña que les organizó el
Colectivo de Familiares de Personas Desaparecidas, Torturadas y Asesinadas de
Chilpancingo y todo el Estado de Guerrero.
El objetivo de este
evento realizado en un salón de fiestas de la colonia 20 de Noviembre, fue
llevar un poco de alegría y tranquilidad a los niños de esta ciudad capital,
que han sufrido la desgracia de perder un ser querido, ya sea por asesinato o
desaparición forzada.
Los pequeños, además
de jugar, comer, recibir regalos y romper piñatas, colocaron pancartas con
fotografías en las que piden a las autoridades la localización de su familiar
desaparecido.
Pintaron sus manos
en una manta en la que se leía: "¡¡Justicia, piden los niños!!".
Antes, cada uno mencionó el nombre de las personas a las que extrañan, entre
los que destacan papás y hermanos.
El evento se rodeó
de risas y lágrimas, alegría y dolor. Niños de todas las edades recordaron a sus
seres queridos pero también disfrutaron un momento dedicado a ellos que son
considerados las víctimas invisibles, porque han sufrido en el silencio, en el
anonimato, la pérdida de un familiar.
Son pequeños que
incluso han buscado entre la tierra de los cerros, los huesos de sus seres
queridos. Han caminado kilómetros tratando de encontrar a su papá, mamá o
hermano.
En su mayoría son
integrantes de familias de escasos recursos, los que acudieron a la posada.
Pidieron a gritos: justicia y alto a la violencia; al bullyng, a los
feminicidios, secuestros, asesinatos, desapariciones forzadas, y dijeron desear
que no haya más huérfanos.
Los mensajes
En un momento
especial dedicado a recordar y enviar mensajes a sus familiares desaparecidos,
la pequeña Karen de 8 años de edad, declamó un tema que dijo, "a todos nos
preocupa", y lo dedicó a todas las niñas y los niños, en especial a Diana
Paulina que a sus doce años de vida, fue secuestrada y asesinada en Chilapa el
mes pasado.
"¡Por qué el
silencio, tambien mata!", es el título. Y preguntó: "¿Qué está
pasando? ¿En qué reino vivimos?".
"No lo
comprendo, pero quiero gritar: ¡Ya basta! lo he visto con mis propios ojos. Me
ha costado decirlo con mis palabras; mis labios no estaban listos para ello.
Desaparecidos, secuestrados, asesinados, torturados, desmembrados, calcinados,
sepultados", continuó.
Dijo que el dolor
está despertando a los niños y preguntó cómo deben prepararse para sobrevivir
en un lugar donde el dolor les ha borrado la sonrisa.
La misma pequeña mostró
una pancarta color rosa en la que dibujo un arcoiris, un árbol de navidad y a
su hermano, Kevin, con alas. Pidió que si hermano regrese porque era su
compañero de juegos, le traía dulces cada día y, comían palomitas juntos
mientras veían palomitas de maíz.
Entre lágrimas, otra
niña pidió por su tío al que dijo, no pudo conocer, pero desea que vuelva a
casa de su familia donde lo extrañan bastante.
Otro de los
desaparecidos es Jesús Pineda Mejía. Su hermana también pidió durante la posada
que regrese a casa, porque era el aliento de ella y su madre. "Lo quiero
ver, pero si está bien, aunque no regrese", dijo.
Otra de las niñas
pidió por su padre, Juan Álvarez Gil, quien tiene 4 años desaparecido. "Mi
familia está muy preocupada por saber si está bien, si está con vida",
expuso, y añadió que era un apoyo importante en su vida, y quien la impulso a
practicar su deporte favorito, el basquetbol, que hoy ha tomado como una
disciplina.
Pidió un poco más de
apoyo por parte de los gobernantes, de las policías estatales y federales,
"para que podamos encontrarlo y encontrar a las demás personas de las
familias que no saben su paradero".
Otra niña de
aproximadamente 6 años, expuso: "yo extraño a mi papá, se llama Longi. Yo
lo conocía desde pequeñita, tenía dos años; no lo conocí tanto y ahora ya no me
acuerdo de él".
Las secuelas
Doña Guadalupe
Rodríguez Narciso, líder del Colectivo, explicó que aquí hay aglutinados
alrededor de 80 niños pero cada año incrementa el número porque se van
registrando más desapariciones.
Estos pequeños
llevan una vida compleja y en su mayoría bajan su nivel académico, muestran
anciedad y resentimiento, por lo que requieren de bastante atención médica y
psicológica.
Además, viven con la
esperanza de que sus padres, tíos o hermanos van a regresar, pero en muchos de
los casos buscan por su cuenta propia y varios, los más grandes, han acudido a
las búsquedas de fosas clandestinas en los cerros, aunque doña lupita aclaró
que el colectivo ha acordado mantenerlos al margen por el riesgo que esto
implica.
Lamentó que en la
actualidad se siguen presentando casos de desaparición forzada y,
lamentablemente las víctimas no sólo son adultos sino también niños. Aseguró
que de cuatro meses a la fecha, tan sólo el colectivo ha documentado cuatro
casos de niños o adolescentes desaparecidos, y ha pedido al gobierno que
priorice su búsqueda en vida. (Agencia Periodística de Investigación)