Noé Mondragón Norato
El reparto del poder en el Frente
Los
jaloneos se agudizaron. Porque al final de cuentas, es el reparto del
poder lo que está en juego. Sin embargo, el Frente Ciudadano por
México (PAN-PRD-MC) amenaza con ceder la mayoría de los espacios al
PRD, un partido que cuenta con más estructura electoral. Y por
consiguiente, la cuota para el MC sería
simbólica en Acapulco; mientras, al PAN le cederían la zona
norte, considerado un territorio con cierta presencia albiazul. Pero hay
algunos puntos que es preciso desglosar.
LA NEGOCIACIÓN DEL FRENTE.- Desde donde se le vea, los liderazgos locales
del MC y del PAN, le tienen que ceder la
cancha al PRD. Por elocuentes razones. Se lee así: 1.- En
Acapulco, el distrito federal nueve parece asignado en la
negociación, al MC. El cuatro estaría
destinado para el PRD. En este contexto, se entiende que la
alcaldía del puerto ya quedó descartada para el partido del
empresario y ex edil de Acapulco, Luis Walton Aburto. Por simples valores
entendidos: a través del diputado local del MC, Ricardo Mejía Berdeja,
el actual edil perredista de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, fue objeto
de ataques políticos sistemáticos en el
Congreso local. Y por esa razón, la estructura electoral sembrada por
Evodio, no podía operar para favorecer como eventual candidato
a la alcaldía porteña, a quien siempre se asumió como su
adversario político declarado. Ahí fue donde el MC se quedó con
los dedos en la puerta. 2.- En Taxco, la
presencia panista es fuerte. Quizá por esa razón, el Frente
Ciudadano decidiera incluso, otorgar a ese partido el distrito federal 2. Esa
percepción podría fortalecerse, si el PRI decide ceder lareelección al
actual edil, Omar Jalil Flores Majul, una hechura política del grupo Figueroa,
y quien no ha hecho bien las cosas en ese
municipio. Además, arrastra con el homicidio inconcluso y
no investigado, del periodista Francisco Beltrán Pacheco. Omar Jalil
intenta incluso, dejar como heredera en esa alcaldía, a su
esposa Lili Campos. Y él, meterse a la pelea por diputación local o
federal. Un poder a cuatro manos. Qué
tal. 3.- En Chilpancingo, el PAN quiso ganar ventaja. Por
eso, decidió adelantarse al “destapar” al polémico dirigente
transportista Servando de Jesús Salgado Guzmán, como su carta fuerte por
la alcaldía. Se entiende que el propio Frente Ciudadano, le dio luz
verde para que así lo hiciera. Y ahí se abren al menos, dos
escenarios. El primero, estaría ligado a la eventual “renuncia” para
ir por segunda vez a la competencia
electoral, por parte del ex aspirante perredista a la alcaldía
capitalina, Antonio Gaspar Beltrán –quien se plegó primero a la tribu Grupo
Guerrero (GG), y luego a Nueva Mayoría (NM)-; el segundo, a
la incipiente medición en el sentido de que el PRD estaría
imposibilitado para alzarse con el triunfoante la eventualidad de
confrontar a un aspirante tricolor fuerte. Como la diputada federal Beatriz
Vélez Núñez. O el también legislador local, Ricardo Moreno Arcos. Y ante dicho
escenario de desastre, le estaría cediendo al PAN por adelantado, dicha
posición. Significaría en el fondo, una forma de negociar políticamente la
capital del Estado, no solo a favor del PRI, sino del propio gobernador Héctor
Astudillo Flores, quien está interesado en no perder en la elección de
julio de 2018, un territorio donde su partido no ha sido
derrotado jamás, por la presidencia municipal. Y si el Frente
Ciudadano, se está mostrando generoso políticamente en
ese sentido, entonces resulta altamente probable que la alcaldía
de Acapulco siga en poder del PRD. Y si no, al tiempo.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Toda una lección de lucha congruente y de entrega,
dieron en el 40 Congreso general ordinario del STAUAG, los integrantes de la
planilla opositora Fradis, no solo ante la imposición de
Ofelio Martínez Llanes, como secretario general de ese sindicato –quien
fue a la reelección sin oposición alguna-, sino
ante la apatía y complicidades del propio
dirigente con la rectoría, para resolver las demandas más sentidas de los
trabajadores académicos universitarios. Ofelio no tendrá una gestión
tersa, sino muy cuestionada. Y de manera permanente.