Por: Carmelo
Corripio Pineda “El Búho”
A nivel nacional,
nueve partidos postulan a tres candidatos a la presidencia de la República:
MEADE (PRI-VERDE-NUEVA ALIANZA), AMLO (Morena-PT-PES), ANAYA (PAN-PRD-MC). En
Guerrero se agregan (Impulso Humanista-Partido de los pobres-Coincidencia
Guerrerense y otro más). Los independientes con facultades para postular
candidatos, es tan elástico que se inscribieron 74 a la presidencia y 240 para
diputados generales. Se observa que un estado con abundantes normas y leyes, es
más corrupto. Nuestro sistema electoral permitió el registro de partidos como
negocio, no como principio democrático. El Verde pertenece a una familia; el PT
a otra familia con capucha de trabajadores, Nueva Alianza con disfraz de
profesores que son aviadores; todos adoptando la ruta del engaño y
especulación, peleándose entre sí por las mejores porciones, la regulación
política bastaría con dos o tres partidos con sustento ideológico y resultados
sociales. Los partidos con ideologías originales de derecha, izquierda y
centro, fueron creados por personajes de mérito éticos y con miras de estado,
comprobaron que con el ejercicio democrático los ciudadanos experimentaban que
los beneficios económicos eran distribuidos con justicia: En las democracias de
Lázaro Cárdenas (expropiación petrolera), Adolfo Ruiz Cortines (derecho al voto
de las mujeres), Adolfo López Mateos (milagro mexicano, PIB 8% anual), Manuel
Ávila Camacho (planchó los acuerdos de la expropiación petrolera); estos
gobiernos protegieron a los grupos menos favorecidos, de aquel sufrimiento
intolerable de la pobreza, demostraron que la solidaridad con esos grupos fue
un componente básico de su legitimidad. Su recuerdo será imperecedero.
Actualmente la
sociedad cuenta con incentivos políticos superiores al de épocas pasadas; la
disponibilidad de la información de lo que hacen los gobiernos, federal,
estatal y municipal, el desempeño de las instituciones, los congresos, la corte
y los tribunales de justicia, el internet, las redes, las aplicaciones, los
buscadores, esa tecnología digital parecida a la ilusión, informan con detalle
los 10,226 homicidios registrados en el país durante los primeros 10 meses de
este año; 1.13 billones de pesos anuales genera el narcotráfico, los delitos
fiscales y otros crímenes, lo que equivale a 6.6% del PIB, en 2014 de acuerdo
con el grupo de acción financiera internacional: La cadena de corrupción de 19
ex gobernadores, unos presos, algunos huyendo, esposas involucradas, dos con
procesos domiciliarios y muchos con historia fantásticas como Eugenio
Hernández, ex gobernador de Tamaulipas, compro un terreno de 1600 hectáreas en
el puerto industrial de Alta Mira, pago 16 millones de pesos y de acuerdo con
el avalúo real de la investigación cuesta 1580 millones de pesos se lo vendió
Yarrington, gobernador saliente; el concurso de delitos de estos mandatarios lo
falsificaron con actos jurídicos que no resistieron la investigación, y que del
fondo broto la serpiente envenenada.
Ambos ex
funcionarios están sujetos a proceso y presos, reclamados por otros países que
los alcanzó su naturaleza delictiva.
Se expiden decretos
y leyes que transpiran robos a los mexicanos, el FOBAPROA, el IPAB, la
privatización de los ingenios, la financiera campesina, las pensiones (CORSAR),
cuando el estado se desapoderó de la seguridad social de los trabajadores, es
desagradable hablar de la “Casa blanca” de Peña; la propiedad de Vidigaray
incrustada en un paraíso, los departamentos de descanso de la Barrales en Miami
y en otros destinos, de Anaya presidente del PT (Partido de los Trabajadores)
en asociación delictuosa con su esposa, latrocinios de millones de pesos, que
son lecciones y enseñanzas a la delincuencia. La lista es interminable, son tan
cínicos que al final piden perdón al pueblo empobrecido. Uno se pregunta si
estos pillos sabrán el significado de sociedad, de estado, de soberanía, del
valor de una constitución, de las leyes que rigen a los mexicanos; si sabrán el
significado de proceso electoral (que ya inició). ¿Qué significa democracia?
¡Si se le pregunta a Barrales dirá!: “Es el resultado de la voluntad del
pueblo”. Y no dirá más; seguramente nunca supo lo que expresó Agustín Yáñez
acerca de la “democracia”; él dijo: “Que la democracia es una obra de cultura y
educación; la democracia es un producto elaborado, terminado, no es materia
prima, es una esforzada tarea humana y no un obsequio de la naturaleza”. Para
mayor claridad, en términos de la tecnología contemporánea de computación, la
democracia decía: Es un software que puede integrarse a la máquina que cada uno
somos, pero no viene cargada de fábrica o con batería. Es un programa que hay
que incorporar deliberadamente en el sistema operativo y aprendiendo a manejar.
Es además un sistema de controles finos, exige matices y tonalidades; no es
fruto de mi sola voluntad o de la del otro. Es un espacio o ambiente de
convergencia para crear consensos sociales, o sea, aquellos acuerdos de palabra
o escritos que se generan mediante la interacción de todos los interesados. La
tolerancia el tono general y la negociación, el modus operandi. Una realidad
virtual es el verdadero sentido de esta expresión, en la que todos aceptamos
actuar.
Ahora los partidos
políticos quieren ejercerla según su conveniencia. Son deprimente sus
agresiones mutuas, lenguaje soez, irónico, cierto o falso pero que contamina a
todos por igual; exhibe un poder público decadente, incompetente y sínico,
convirtió a una sociedad vengativa, irrespetuosa de sus instituciones y que nos
conduce a la ingobernabilidad. Poco a poco la sociedad se convierte en
delictiva. Hay demasiados ejemplos: pueblos enteros sembrando amapola, grupos
de pobres guachicoleros, comunitarios que extorsionan, adicciones mayores en
las mujeres (hay más borrachas que borrachos), familias divididas o disueltas.
Parece el fin.