Noé Mondragón Norato
Promesas, posturas y explotación del sismo
El sismo del pasado martes 19 arrancó solidaridades,
despertó pasiones y generó codicias. Todo mundo le quiso aportar voluntariamente al
infortunio. Y está bien. El punto es que, en medio de esa elogiable y
plausible generosidad popular, apareció la inevitable rebatinga por
la ayuda. La mezquindad y ruindad de partidos políticos y
personajes del poder. Además, una guerra de posturas para medir quién de todos
ellos acaparaba con mayor éxito los reflectores mediáticos, dentro del
escenario de la desgracia colectiva. Hay que ubicar algunos episodios de
esta tragicomedia, muy a la mexicana.
POLÍTICOS: AGANDALLES.- En el vecino estado de
Morelos, Elena Cepeda, titular del DIF estatal y esposa del gobernador
perredista, Graco Ramírez, agandalló los víveres para
los damnificados que provenían de otras entidades del país. Y de golpe, partidizó la
ayuda. Se percibió voraz y corrupta. La ciudadanía se
organizó espontáneamente para recolectar despensas, agua y alimentos enlatados,
pero no para garantizar que llegaran a sus necesitados
destinatarios. Fue ahí donde apareció la rapiña y
las manos inescrupulosas de los políticos. Eso no fue
todo. Faltaba abrir paso a la comedia y al engaño político propio
de quienes persiguen el poder. Se percibió así: 1.- El
primero que brincó al ruedo, fue el virtual candidato del Morena a
la presidencia del país, Andrés Manuel López Obrador. Aseguró que su partido se
desprendería del 50 por ciento de los gastos para
su campaña electoral en 2018, con el fin de que esos recursos sean canalizados
a los damnificados. También, que se descontará el 50 por ciento del
salario a los funcionarios del Morena, con ese mismo fin.
Pero nunca reveló los mecanismos legales, operativos y
los tiempos para concretarlos. Y eso urge. Pero la pose del peje fue
como disparar al aire. O como los gritos y chiflidos en una charreada. En
realidad, AMLO quiso generar el reconocimiento y el aplauso
fácil. Y es cierto: les ganó en oportunidad a
personajes y partidos políticos que de pronto, enmudecieron ante
la presión ciudadana que se multiplicó por las redes sociales. Y que demandaban
justamente, la solidaridad con los damnificados. 2.- El Frente
Ciudadano –integrado por PAN, PRD y MC- le siguió el juego a
López Obrador. Anunciaron el pasado viernes, que renunciaban al 100 por
ciento del financiamiento público –presuponiendo que todos los demás
partidos políticos debían hacer lo mismo-, para que se destinara a las víctimas
del sismo. Posaron para las cámaras Ricardo Anaya, Alejandra Barrales y Dante
Delgado, a fin de calmar la presión social. Pero al igual que López Obrador,
olvidaron señalar tiempos y mecanismos operativos. La
impresión que dejaron, es que quisieron ir más allá de AMLO en
esa promesa de ayuda. El fin: congraciarse con una audiencia deseosa
de escuchar eso. 3.- Finalmente, el PRI a través de su
dirigente nacional, Enrique Ochoa Reza, anunció que su partido se
desprenderá del 25 por ciento de sus gastos operativos –unos
8 millones de pesos de los 258 que tiene asignados por el INE-, para
destinarlos a los damnificados. Es decir, no del dinero para la campaña de
su candidato a la presidencia. Y aquí la lógica es simple: si el perredista
Graco Ramírez, agandalló despensas y víveres: ¿Cómo
podrían los damnificados creer en tantas bondades de
personajes y partidos políticos que amagan con donar millonarias
cantidades de dinero? ¿Quién o quiénes garantizan que
lleguen a todos los damnificados sin que aparezcan intermediarios
corruptos, como la esposa de Graco Ramírez? El sentido común dicta que
se trata de una maniobra engañabobos. Y si no, al tiempo.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Trasciende que el edil priísta de
Taxco, Omar Jalil Flores Majul, ya tiene un Plan B, en caso
de que la reelección no le favorezca en dicha alcaldía: heredarle
la comuna a su esposa, Lili Campos. Como
muchos otros políticos voraces y adictos al poder, Flores Majul, intenta
construir un escenario familiar y nepotista en aquel municipio platero. Es
decir, un poder a cuatro manos.