Moisés Ocampo Román.
EL VALOR DE DECIR LAS COSAS.
A mí me cae mal todo aquel periodista
o que dice serlo que se me pone enfrente en la crítica, y más aún que NO ha
salido de ser perico en la jaula con sabor a chayote, es decir que para ser trompudo
debes tener labios gruesos y grandes y no solo escribir por escribir. Y me
refiero a Efraín López Morales que antier escribió en este periódico una jalada
de critica a mi columna en donde yo platico con mi Tía Eduviges lo que sucedió
en un convivio de los periodistas con el presidente Herón Delgado; y mi Tía
Eduviges se aventó con todo a los periodistas y de paso me critico a mí, este
tipo con gran cinismo propone que los gobiernos nos capaciten, es como decir
que el gobierno capacite a los sicarios como usar sus armas, digo permítanme
este ejemplo quizá exagerado pero quise explicarme mejor.
Habla de “vulgares descalificaciones”
¡vaya que le acomodo el saco! Y claro que se refiere -sin decirlo por falta de
pantalones- a mi colaboración para este diario, y Efraín habla de miserias
morales que, cuando fue cacheteado por un editor de un diario se avasallo ante
el poderoso, y no solo puso la otra mejilla sino también puso su dignidad, y
sin más casi le agradeció las cachetadas a infame personaje ¡que miseria de
hombre!
Su opinión en el diario de la tarde
“todo tiempo” solo demuestra dos cosas: que se sintió ofendido o que tiene
envidia quizá de la buena porque yo no necesito lamer nada para estar en los
medios de comunicación.
A este tipo le paso cuando en un show
de un ventrílocuo en la feria de Iguala que tenía un muñeco en su mano
izquierda y de repente en pleno show se para un borrachito al baño y tenía que
pasar por el escenario en donde estaba Jesús María con pujitos que era un
muñeco, entonces le dice el comediante por medio de su muñeco ¡órale pinche
briago a ver si te la encuentras! Que voltea el borrachito y se dirige al
muñeco: “te voy a romper tu madre pinche pujitos” y entonces el muñeco se
voltea hacia Jesús María y le dice: ¡oye este pendejo cree que hablo!
Mi Tía Eduviges es muy grosera, lo
acepto, pero si algo te molesta Efraín se lo comento que NO diga groserías
porque te molesta, y otra, te aseguro que mañana le lavo la boca con jabón de
chile para que ya no diga tantas groserías y leperadas y la voy a mandar al
curso que les va a dar el gobierno para que se le quite lo vulgar y se vaya a
chingar a su madre. Perdón.