Noé Mondragón Norato
La táctica de ahorcar y soltar
Como si se tratara
de una maniobra distractora para alejar de la opinión pública,
el lacerante clima de violencia que existe en la capital y la
visible incapacidad de las autoridades municipales y estatales
para contenerlo, cerca de 150 trabajadores del ayuntamiento
bloquearon desde el pasado martes, las avenidas centrales en demanda del 15
por ciento de aumento salarial y 30 por ciento en
prestaciones. Lo cual es una utopía, dado que la
Comisión Nacional de Salarios, autorizó un aumento a los salarios mínimos para
2017, de 3.9 por ciento. Y el salario mínimo
quedó en 80.04 pesos diarios. Pero hay otro prurito: ¿Por qué
la revisión salarial se hizo a mitad de año y no a principios
de éste? ¿Acaso no podría interpretarse como un acto demovilización sindical
delibrada con el fin de distraer el tema de la
cruenta violencia en Chilpancingo? Es decir: ¿Están utilizando a
la base trabajadora “disidente” del ayuntamiento para ese
fin? Pero existen además, otras lecturas.
ASTUDILLO: AHORCAR Y SOLTAR.- Desde que inició su administración como alcalde tricolor, Marco
Antonio Leyva Mena, ha tenido muchos y variados problemas que lo han puesto al
borde de la renuncia. Sin embargo, el gobernador Héctor
Astudillo, no lo quiere ver fuera de la presidencia municipal.
Así como protegió al diputado local priísta, Saúl Beltrán
Orozco, así lo hace con Leyva Mena. Porque en esa visión anquilosada y
autoritaria del poder, Astudillo asume tener la razón en todo. Aunque
los hechos lo desmientan una y otra vez. Esa reiterada egolatría
suya, es interpretada por sus colaboradores más cercanos, como uno
de sus puntos más vulnerables. Y como controla y monopoliza
el poder estatal, le fascina utilizar la táctica deahorcar y
soltar. Se lee así: 1.- El alcalde Leyva Mena, nunca
ha sido santo de la devoción astudillista. Y cuando el gobernador
advierte un acto de rebeldía o desobediencia política soterrada, opta
por presionarlo de la manera más elemental:reteniéndole los recursos
financieros con el fin de que dicho edil no se pueda mover. Ni cumplir
compromisos con sus gobernados. Es menester que el edil tricolor rinda
la rigurosa pleitesía política, a fin de mantener
contento al mandatario estatal. Y cuando eso no ocurre, los problemas
le brotan por todos lados. Así como hoy ocurre sospechosamente, con
el bloqueo de las avenidas principales que colapsan el tráfico vehicular e
irritan a la ciudadanía. 2.- Al interior del ayuntamiento
capitalino, el gobernador tiene sus propios cotos de poder. En
ese carril, Leyva Mena los ha tocado de alguna forma, aldespedir a
trabajadores que rifaron en la campaña electoral del
actual mandatario estatal. O cuando la esposa del gobernador, Mercedes
Calvo, choca inevitablemente con la primera
dama municipal, Martha García, en la recomendación de algo
o alguien. Ese tipo de eventos generan distanciamientos
políticos en automático. Puertas que son tocadas, pero jamás abiertas.
Y por supuesto, conflictos que ahorcan al edil
chilpancingueño. Hasta que el mandatario estatal afloja la cuerda y
suelta el recurso para proveerlo de poco de oxígeno. Así se la han
llevado ambos. Todo el año y medio de la actual administración
estatal. El punto es que la ciudadanía capitalina paga todo ese
costo. A ver si cobran la factura en la elección de 2018. O
repiten la misma película de los mansos, disciplinados y manipulables electores
mexiquenses.
HOJEADAS DE PÁGINAS…El que ya perdió doble es el delegado de la
Secretaría de Desarrollo Social, Armando Soto Díaz. Primero, se
le cayó su aspiración por dirigir el PRI estatal. Y
ahora, el Comité de Validación y Atención a Migrantes (Covam), le detectó muchas
irregularidades en el programa 3 por 1 Migrantes. Entre
otras, se quedaba con “comisiones” de entre 20 y 30
por ciento. Y con ello, se le cayó la
candidatura tricolor a la alcaldía capitalina que ya acariciaba.