Acusan a autoridades comunales y otros…
De forma arbitraria y con lujo de violencia fue lanzada una familia de su domicilio, en la comunidad de San Miguel Tecuiciapan, perteneciente al municipio de Tepecoacuilco, Guerrero, en donde autoridades comunales, una funcionaria municipal y descendientes de las víctimas, participaron en el desalojo y hoy son acusados de allanamiento, robo, tráfico de influencia, lesiones, abuso de autoridad y daños.
Mario Raúl Hernández
De forma arbitraria y con lujo de violencia fue lanzada una familia de
su domicilio, en la comunidad de San Miguel Tecuiciapan, perteneciente al
municipio de Tepecoacuilco, Guerrero, en donde autoridades comunales, una
funcionaria municipal y descendientes de las víctimas, participaron en el
desalojo y hoy son acusados de allanamiento, robo, tráfico de influencia,
lesiones, abuso de autoridad y daños.
Lo anterior quedó asentado ante la coordinación de Unidades de
Investigación de la Agencia del Ministerio Público del fuero común del Distrito
Judicial de Hidalgo, con sede en esta ciudad, además de que esta mañana se
presentaría la queja ante Derechos Humanos.
A través de un escrito presentado por los representantes legales de
Floriberta Hernández Marcos, denunció penalmente por lesiones, allanamiento, robo,
abuso de autoridad, tráfico de influencia y daños a la regidora de Obras
Públicas del Ayuntamiento de Tepecoacuilco, María Luisa Pineda Matías; al
comisariado de Bienes Comunales, Liborio Jiménez Matías; al encargado del
Consejo de Vigilancia, Albertano Jacobo Marbán, y a sus familiares, Artemio y
Juana Hernández Marcos, entre otros.
La disputa, señaló la denunciante, es por el terreno y la casa donde
vive con su familia, el cual fue heredado por su mamá y debidamente reconocido
por la Asamblea General de Comuneros el 22 de diciembre del 2000, de la cual
este medio mantiene copia certificada, como también la constancia de posesión
del 28 de diciembre del mismo año, a nombre de la denunciante.
Pese a todo, se narró que el pasado domingo 4 de junio, a las 10:00 de
la mañana, a través de aparatos de sonido se empezó a citar a la gente para que
se reuniera en el Zócalo del pueblo. Convocaban: Liborio Jiménez y Albertano
Jacobo y se hacía la invitación a la servidora pública María Luisa Pineda.
Bastaron sólo 30 minutos para que ahí se juntaran unas 80 personas,
quienes fueron testigos de tal acontecimiento, comandados por las autoridades
comunales y la funcionaria municipal e incitando a dar solución de una vez por
todas al asunto legal de disputa de posesión de terreno y casa donde vive la
familia de la víctima: dos hijos menores Sandra y Salvador, y su esposo José de
Jesús, quien en ese momento no se encontraba en la vivienda.
Fue al momento en que nos disponíamos a desayunar, señaló Floriberta
Hernández, cuando se escuchó el alboroto afuera de mi domicilio, en donde un
grupo de personas abrieron el portón, y una vez adentro de la casa con insultos
me amenazaron y a golpes me sacaron a la calle, en tanto mis hijos gritaban.
Fue así, prosiguió, como la gente se metió a mi domicilio y empezaron a
saquear y a aventar las cosas hacia la calle, perdiéndose alhajas y dinero,
todo eso bajo el mando de las personas ya nombradas.
En ese instante llegó mi esposo, José de Jesús Álvarez, quien trató de
impedir que siguieran sacando las cosas, pero también fue agredido.
Hoy Floriberta Hernández y su esposo José de Jesús claman justicia y
castigo para los perpetradores de tal arbitrariedad sufrida en su domicilio, en
donde junto con sus hijos y esposo han vivido en paz, desde antes de la muerte
de su madre.