Noé Mondragón
Norato
Responsabilidades
políticas del caso Saúl
Ahora que se acerca la definición por
parte del Congreso local, en relación al Juicio de Procedencia contra el
diputado local priísta por el distrito 17, Saúl Beltrán Orozco, las señales
indican que, pese a que éste salga favorable y se quite el Fuero
Constitucional a dicho legislador calentano, al final de cuentas la justicia –como
en tantos y repetidos casos- será la granperdedora. Y entonces
los reclamos públicos tendrían que encontrar otros responsables de
un asunto que lastimó severamente la credibilidad del
gobierno estatal presidido por el priísta, Héctor Astudillo, el cual además, no
arrojaresultados en relación al pavoroso clima de
violencia e inseguridad. Hay que ubicar las lecturas.
RESPONSABILIDADES
POLÍTICAS.- Las responsabilidades
políticas en el caso Saúl Beltrán, abanican en varios frentes: 1.- El
Congreso local siguió la línea política del gobernador
para prolongar un Juicio de Procedencia que de acuerdo a la Ley, se resolvía en no
más de dos semanas. Se entiende que el mandatario estatal quiso ganar
tiempo en la coyuntura política. Pero resultó contrario a
sus propios pronósticos, pues al galopante clima de violencia, se sumó el de la
impunidad en la función pública. Es decir, en aras de proteger
y blindar políticamente al PRI al mostrarlo fuerte frente
a las presiones de la oposición partidista y de la propia sociedad civil, al
final se exhibió como cómplice y débil ante un asunto que
requería determinación y firmeza por parte del mandatario
estatal. 2.- El presidente de la Comisión Instructora, el
panista Iván Pachuca Domínguez, se convirtió en el instrumento político del
PRI y del propio mandatario estatal, a fin de atemperar esas
presiones. Pachuca le dio largas al asunto apelando a la
marrullería política y a las cuestiones legaloides. Y como para evidenciar sus
acuerdos soterrados, hasta la fecha no ha citado a los demás
miembros que integran esa Comisión, a fin de llegar a un acuerdo definitivo al
respecto. Sospechosamente, ningún integrante de la misma, presionó a
fin de acelerar el desafuero de Beltrán Orozco. En ese carril, a Pachuca
Domínguez no le caería mal la promoción de un Juicio Político en
su contra, por mostrarse cómplice, omiso y deliberadamente indolente frente
a un caso que fue de su competencia. Con ello, refrendó la alianza
política del PAN con el PRI, que en el plano federal, le ha
pegado con fuerza a la población a través de
la aprobación de las Reformas Estructurales de Peña Nieto. 3.- Trasciende
que el diputado Saúl Beltrán, ya presentó su licencia ante
la Oficialía Mayor del Congreso local, para ausentarse de la curul, justo horas
antes de que la Comisión Instructora emita su veredicto este jueves. Con ello y
pese a que el dictamen le quite el Fuero, la Fiscalía General
del Estado (FGE) no podrá hacer nada para detenerlo, puesto que el legislador
tricolor se encuentra amparado. Como ocurrió con el caso del
ex edil priísta de Tlapa, Willy Reyes, al final terminará huyendo de la
entidad. Y la justicia y la Ley, vistiéndose
nuevamente con el dañado traje del atropello.
HOJEADAS DE
PÁGINAS…La visita del pasado domingo
de la dirigente nacional del PRD, Alejandra Barrales, no se leyó precisamente
como una forma de presionar al gobernador Héctor Astudillo, en
la coyuntura del crimen contra el ex secretario del PRD, Demetrio Saldívar
Gómez, sino como una forma de comenzar el proceso de tender acuerdos
políticos con el Morena de López Obrador. No
es casual que la marcha perredista del próximo domingo 7 de mayo en
demanda de justicia, paz y seguridad, se realice un día después del
mitin de López Obrador en Chilpancingo. Las señales son elocuentes.