José Antonio Lavín Reyna
“Sin principios ni convicción la
lealtad no existe y toda amistad es falsa”: Fidel Castro Ruz.
La sociedad civil debe participar.
Mucho se habla de la corrupción de la
clase política y de la impunidad en la que se mueven, sin embargo la poca
participación de la sociedad civil ha dado origen al surgimiento de otra clase
de individuos que gozan de total impunidad, son los grupos delincuenciales que
extorsionan, secuestran, cobran piso, roban vehículos y que cínicamente le
señalan a sus víctimas que les vale un verdadero cacahuate que los filmen, ya
que ellos, están totalmente seguros, al igual que los políticos rateros que
gozaran de total impunidad.
Cuando la sociedad civil se involucra
en la vida pública, se convierte en la única opción de encauzar
movimientos que permitan lograr en el combate a la impunidad de políticos y
delincuentes... por tanto merece la pena llevarla a cabo... teniendo presente
la idea de gestar la aparición de una nueva generación de servidores públicos
que comprendan la imperiosa necesidad que tiene un país aletargado por tantas
promesas incumplidas y poder conformar una plataforma de relanzamiento.
Constantemente en mis escritos trato
sobre lo lamentable que resulta el hecho de que la política en nuestro país
esté secuestrada y pervertida por mercenarios profesionales disfrazados de
“políticos”. Es justo reconocer que existen muy contadas excepciones de
funcionarios públicos en verdad comprometidos con su tarea de servicio, sin
embargo, lo que más abunda es esa camarilla de gente sin escrúpulos y cuyas
características dan vida a un monstruo de letal conformación ausente de toda
ética y principios, pero a la vez proclive a la perversidad, a la corrupción,
al cinismo, a la traición y a la componenda de una conducta desvergonzada hasta
rayar en lo indecible representando un pesado lastre para el avance de nuestro
país. Sin duda alguna la política no es eso.
Por ello, debemos tomar conciencia que
no debemos convencernos de que quienes nos gobiernan (sobre todo quienes lo
harán en el futuro) no tienen remedio. Sería un error pues a final de cuentas,
nuestra apatía, daría pie a que sean precisamente ellos o sus clones de
ocasión, los que nos seguirán gobernando a pesar de que los detestamos... para
decirlo más enfáticamente con la intención de que lo entiendan bien, los
vomitamos...
La sociedad participativa tiene que
lograr conformar y sentar las bases para impulsar a quienes en verdad quieren
hacer política de la buena, esa que al ejercerla con vocación y principios
éticos representa el arte de lo posible; la del valor de la palabra empeñada
que se cumple; la que da sentido a la reciprocidad del compromiso mutuo
establecido con la firme idea de que se cumplirá; la que hace alarde de la
tolerancia y se presta a generar consensos; la que prioriza el respeto por el
bienestar general antes del particular; la que piensa en grande con visión de
futuro para las nuevas generaciones; la que encuentra en la pluralidad de ideas
el sustento de una propuesta enriquecida...
No podemos seguir esperando a que
alguien haga de este bendito país lo que nosotros no estamos dispuestos a
construir, difícilmente la partidocracia que nos ha condenado a tener que
elegir muchas veces entre el menos peor, se adaptaran a los tiempos y se
abrirán para dar cabida a quienes cuentan con la trayectoria y la solvencia
moral de encabezar un proyecto de gobierno serio y vanguardista.
Así que los ciudadanos debemos tomar
valor y participar, no dejemos que el voto de quienes menos tienen y lo tienen
comprometido con quienes les dan migajas de lo mucho que le sustraen al erario
público, sigan decidiendo, la sociedad civil debe ser capaz de asumir ésta
realidad y actuar en consecuencia...
Algo Más…
La Auditoria Superior de la
Federación, siempre detecta que la mayor parte de los recursos que el gobierno
Federal destina para los proyectos de Salud, Educación, Agricultura y
Desarrollo Social, se destina al gasto corriente de los gobiernos de los
Estados, lo que impide que se atienda con calidad a los ciudadanos a quienes se
les destina ese dinero.
Por ejemplo, en Iguala, el parque
infantil de DIF, tiene más de 19 meses totalmente cerrado, cuando era una válvula
de escape para la diversión de cientos de familias igualtecas. Nadie se atreve
a señalar los millones que se destinaron a esa obra y que nunca llegaron a la
misma y ahí está cerrado, inservible.
Lo mismo sucede con la obra del
Acuaférico realizada a través de las empresas sexenales que se abren para ser
malas empresas que se prestan a ser parte de la corrupción a través de las
famosas “mochadas” o prestarse a contratos donde se les favorezca más por
vínculos que por ser las mejores opciones. Ya basta de tanta corrupción y de
tantos corruptos. Ya estuvo bueno, terminemos con la corrupción.
CCCIX.- A la fecha, pocos Estados
están aprobados en su Transparencia. Guerrero obtuvo 2.5 de 10, e Iguala ni
siquiera pinta en ese rubro. Por ello, ni aunque hubiera Orden y Paz podríamos
avanzar. La corrupción inicia con la familia colocada en puestos claves, en
ejecutar obras con empresas sexenales y en tratar de apagar la realidad a
través de las gacetillas de los medios cooptados. Hasta la próxima.