LECTURA POLÍTICA
Noé
Mondragón Norato
Astudillo: tocar fondo
Por enésima ocasión, el crimen, la inseguridad y la
violencia, le pegaron y muy fuerte al gobernador tricolor, Héctor Astudillo
Flores. Lo perturbador es que los mensajes siniestros de los grupos delictivos
parecen haber cambiado. Y del asesinato masivo de ciudadanos comunes, pasaron a
la acción directa contra algunos personajes políticos. El
recuento criminal manda señales preocupantes y de tangible crisis
delpoder público, hacia el grueso de la población. Y se lee así.
CRÍSIS
POLÍTICA AGUDA.- La descomposición del
poder público se agudizó en los últimos días. Y se midió en la vertiente
política: 1.- El domingo 9 de abril asesinaron a balazos en
Acapetlahuaya, al controversial ex alcalde de ese lugar y ex diputado local por
el PRD, Roger Arellano Sotelo. Su deceso encerró todo un misterio, en función
de que el gobierno estatal fijó una tibia postura al
respecto. La dirigencia nacional del PRD enmudeció. Y la estatal se limitó a
demandar que la PGR ejerciera la atracción del caso. A Roger Arellano lo
persiguió el escándalo. Desde sus presumibles acuerdos con el grupo delictivo La
Familia Michoacana. Hasta la amenaza de muerte que
profirió por este motivo en febrero de 2016, contra el corresponsal de la
revista Proceso, Ezequiel Flores Contreras. Al crimen de Roger se
le baño de hielo en la administración de Astudillo. 2.- Un día
después –el lunes 10-, Modesto Carranza Catalán, asesor jurídico del
ayuntamiento priísta de Coyuca de Catalán y suplente del polémico diputado
local tricolor, Saúl Beltrán Orozco, fue asesinado a balazos muy cerca de su
casa en Ciudad Altamirano. El mensaje apareció diáfano: o los enemigos de Saúl
pretendieron con ese crimen, acelerar su proceso de desafuero
en el Congreso local y hasta su caída política. O Modesto pisó
muchos y fuertes intereses laborales en la comuna de Coyuca de Catalán, que
provocaron su violeto deceso. Pero con un doble efecto político. El punto es
que ninguno de esos casos criminales tiene hasta hoy, una respuesta convincente
y satisfactoria por parte del gobierno estatal. En su propio
desprestigio y evidente pasividad, soslayo e indolencia. Aumentando la
percepción de la ingobernabilidad. 3.- Finalmente,
la noche del miércoles 19 de abril, el secretario general del PRD en la
entidad, Demetrio Saldívar Gómez, fue asesinado a tiros cuando llegaba a su
domicilio en Chilpancingo. El escándalo para el gobernador Héctor Astudillo,
fue mayúsculo. Porque hasta sus aliados políticos en
el Congreso local, -como el partido Movimiento Ciudadano-, demandaron una
rápida respuesta a ese crimen. Y esta vez, la dirigencia nacional del PRD sí
fijó postura. Demandó incluso, que la federación tricolor
designe –así como lo hizo en el momento de mayor crisis de violencia y
seguridad pública en el vecino estado de Michoacán-, la
designación de un Comisionado Nacional en materia de
Seguridad. Lo cual equivaldría a restarle todo el poder en ese rubro, al
mandatario estatal. Desde luego que las demás fracciones partidistas en el
Congreso local no quisieron entrarle a esa discusión. Pero
lo único cierto es que el gobierno estatal ya fue ampliamente rebasado
por el delito y la violencia. Y no puede escudar su
visible incompetencia en los errores del pasado de otras
administraciones estatales. Es claro que el gobernador no puede.
O no quiere. Pero ya tocó fondo.
HOJEADAS DE
PÁGINAS…La afirmación de la secretaria general del
PRD, Beatriz Mojica Morga, en el sentido de que el gobierno estatal
pactó con la delincuencia organizada, le atizó a la polémica. El punto
es que Beatriz busca llevar agua a su molino ante la cercanía de la elección
federal de julio de 2018. Y quiere montarse en los puntos vulnerables de la
actual administración estatal tricolor para crecer…El que también debe
estar muy preocupado, es el edil tricolor de la capital, Marco Antonio Leyva
Mena, pues el crimen de Demetrio Saldívar, lo imbrica. Pero
como el gobernador, tampoco puede. Y es inevitable.
Imposible de esconderse.