Por Salomón García Gálvez.
¿DERROCAR, UN CUARTO GOBERNADOR?
La feroz campaña a través de las redes sociales y otros medios que
se desató en los últimos días en contra del gobernador Héctor Astudillo Flores,
tiene la intención de desestabilizar y hasta hacerlo caer del cargo, luego del
proditorio asesinato del ex diputado local y ex Secretario General del
(desprestigiado) PRD, Demetrio Saldìvar Gómez. Los autores intelectuales del
crimen, lo planearon bien, no fallaron.
El PRD -que iba en caída libre- tal parece que con el asesinato de
Saldìvar Gómez recuperó fortalezas desde el centro del país hasta Guerrero y
otros confines donde tiene presencia. Una embestida brutal ha orquestado en
contra del mandatario estatal Astudillo Flores, y hasta olvidaron el homicidio
del ex diputado y ex líder del Congreso Local, Armando Chavarría Barrera.
Beatriz Mojica, una mujer demasiado rencorosa, novata en política
que no reconoce su derrota -sin presentar pruebas ni nada-, no tuvo empacho en
vociferar que “la violencia en Guerrero es resultado de pactos de Astudillo con
el crimen”. ¿Por qué Mojica no acude ante la PGR para formalizar su denuncia?
De oficio, la PGR está obligada mandar llamar a Beatriz para que
diga cuál o cuáles grupos del crimen participaron en las pasadas campañas. La
lengua de la perdedora ex candidata a gobernadora no tiene hueso, por eso
vocifera y dice estupideces.
El asesinato de Saldìvar Gómez hizo despertar a un PRD que se
encontraba en un estado de letargo con miras a su extinción, pero el proditorio
hecho despertó a los dirigentes nacionales y estatales.
Querían una bandera de lucha y ataque, ya la tienen, la obtuvieron
bañada de sangre; porque el PRD es el partido de la sangre y la violencia. Así
lo calificó el ex gobernador José Francisco Ruiz Massieu en la década de los
ochenta.
Al alud de ataques en contra del gobernador Astudillo Flores -a
través de todos los medios- se han sumado infinidad de actos de solidaridad
hacia el mandatario estatal quien arribó al cargo legitimado por más de medio
millón de votos de la ciudadanía, quienes le tienen confianza al político
priista que gobierna Guerrero.
Sin embargo, existen poderosas fuerzas políticas y poderes
fácticos que intentan desestabilizar a un gobierno estatal que apenas
completará dos años; desean de manera perversa moverle el tapete al gobernador
Astudillo Flores para derrocarlo del Poder Ejecutivo.
El PRD insiste en que el gobierno federal envíe un comisionado
desde el centro; o sea un Virreyito que se encargue de la seguridad en esta
entidad. Guerrero no es Michoacán. Los guerrerenses jamás permitirían la
presencia de un monarquita feudal de pacotilla por estas tierras.
En Guerrero, hasta tres gobernadores han caído del poder; dos por
asesinatos: Rubén Figueroa Alcocer por la matanza de 17 campesinos en el vado
de Aguas Blancas (Coyuca de Benítez) y Ángel Aguirre Rivero, por la detención,
tortura y desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, en Iguala de la
Independencia. En total 60 muertos en los dos aberrantes hechos. Israel
Nogueda, cayó por ratearse terrenos de vocación turística.
Ante tal horroroso escenario de muerte y destrucción -para acabar
con el enemigo político- el gobernador Héctor Astudillo manifestó ayer que el
asesinato del ex diputado Demetrio Saldìvar Gómez “se construyó
premeditadamente; se fabricó, no fue circunstancial o casual”.
Astudillo Flores dijo estar de acuerdo en “contar con quien
nos ayude a esclarecer el homicidio; soy el más interesado en quien nos ayude a
que se resuelva lo más rápido posible; yo haré lo necesario…”.
Lo que extraña es que el único senador priista que tiene Guerrero
-Esteban Albarrán Mendoza-ha hecho mutis (silencio) ante el escándalo que
provocó el asesinato del perredista Demetrio Saldìvar Gómez; no ha emitido
ninguna declaración de respaldo hacia el gobernador Héctor Astudillo. Esteban,
pertenece al grupo político figueroista. Tiene ese fierro marcado.
El otro senador ¿priista? Sofìo Ramírez Hernández, sospechosamente
se ha quedado callado; de igual manera el ¿independiente? Armando Ríos Piter.
¿Por qué ese silencio? ¿Ya andan volando como los buitres? ¿Y los diputados
federales? ¡También están sordos y mudos!... ¿Dónde está el respaldo para
Astudillo, de los legisladores federales?
Lo que se ha visto a través de las redes sociales son fuertes
acusaciones en contra del siniestro y perverso Manuel Añorve Baños, a quien
acusan de ser uno de los que provocan la desestabilización del gobierno de
Héctor Astudillo Flores.
Incluso, el bipolar Rubén Figueroa Smutny, señala directamente a
Manuel Añorve de emprender una campaña de desestabilización en contra del
gobernador Héctor Astudillo, para “relevarlo en el cargo de manera interina”.
Smutny, calificó de “enano político” a Añorve… Punto… salomong11@yahoo.com.mx