PATADAS BAJO LA MESA
Moisés
Ocampo Román
FERNANDO
CORTINES GAONA.
El arquitecto
Fernando Cortines Gaona fue un caballero en su forma de ser. Un hombre con
muchas virtudes, entre éstas la de la amistad.
Lo conocí en la
brega del periodismo, cuando en todos NO querían mis colaboraciones, se me
acercó Fernando y me invitó a escribir en su periódico “Diario de Iguala”. Y me
anticipó la gran amistad que tenía con un personaje de la política y me pidió
que: “ojalá me ayudes a no escribir nada de él”. Claro, fue por el
agradecimiento que le tenía a dicho personaje político (el cual omito su
nombre) y pasé por el periódico de mi amigo, en el cual me di cuenta de su
generosidad y su inagotable don de gente.
Fernando siempre ha
tenido el aprecio de los colegas. Se ganó el respeto, precisamente por su forma
de ser.
La diabetes se lo
llevó de una forma horrible. Sufrió en demasía sus últimas horas de vida. Su
descanso fue la muerte.
Del anecdotario:
cuando fuimos invitados por el ex alcalde José Luis Abarca y su esposa a un
desayuno por motivo del Día del Periodista, me senté a su lado junto con el
periodista del “Sur” Guerrero, cuando se presenta la señora María de los
Ángeles y me saluda de abrazo, pero en ese momento me dice: “ya te dije que te
voy a cortar las orejas si sigues chingando con mi marido, y cuando algo quiero
lo cumplo”. En ese momento, cuando volteo a ver al arquitecto Cortines, estaba
pálido y sólo me dijo: “demándala. O dile a Lázaro; te acaba de amenazar”.
A su esposa Marisol
sólo le digo que ese gran amor que siempre le tuvo a Fernando y que se notaba,
nunca lo olvide. Estará seguramente en su corazón y en su pensamiento toda su
vida. ¡Descanse en paz!