PATADAS BAJO LA MESA
Moisés Ocampo Román.
LAS MARCHAS.
Después del gasolinazo de Enero, y el de Febrero que sólo se va a
postergar por las excusas que dijeron ha ocasionado que las protestas
callejeras se van disminuyendo gradualmente, al grado tal que parece ser que
ahora defendemos nuestra soberanía ante el tirano fantasma, es decir que Trump
no es el enemigo a vencer, nuestros enemigos habitan en los Congresos y en Los
Pinos. Esos son de verdad y no ficticios. Son los que le han dado en la madre a
los bolsillos de todos los mexicanos por sus políticas económicas erróneas y
corruptas, esas nos matan.
Las marchas de protesta son inocuas, sosas, y que sólo sirven para la
foto: “mira como defienden nuestra soberanía”; “están en contra del
gasolinazo”, pero finalmente no sirven de nada, por la simple razón de
protestar en las calles que solo ocasiona caos y enojo ciudadano.
El PRD protestó en Chilpancingo y en la ciudad de México, y vemos que
marcha gente que en algún momento han inclinado la cerviz ante el poder, y que
ahora se erigen como protectores de la sociedad cuando sabemos que fueron ellos
los que aprobaron la reforma energética. Ahí lo decía claramente que los
hidrocarburos subirían de precio, claro fue con el pacto por México que sentó
en una sola mesa a la izquierda con la infame derecha del presidente Peña Nieto
que en su mandato ha echado andar la maquinaria de la pobreza como nadie lo
hizo. Bueno, ni Salinas de Gortari, ni Fox ni Calderón.
El PRD vive un amasiato con el poder. Se ha apasionado del PRI de una
manera truculenta y de gran amor. Se aman tanto como Jack y Rose del Titanic, o
como el beisbolista Esteban Loaiza con la Chiquis hija de la Jenny. O también
como la Chayo Robles con el contratista argentino Carlos Ahumada. Sin lugar a
duda, amor del bueno, de pasión e intereses comunes: el dinero público.
Las marchas deben dirigirse a PEMEX o a la oficina del Presidente Peña,
pero en la ciudad de México.
Pero pese a ello, me gusta cuando abren las casetas de peaje, y pasa
sin pagar mucha gente, no sé…me gusta.