LECTURA POLÍTICA
Noé Mondragón Norato
Renovación cetegista acosada por
corrupción
El
reacomodo para renovar la dirigencia estatal y regional de
la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg),
atraviesa por una etapa donde los cuestionamientos y las dudas sobre presumibles
actos de corrupción de sus actuales dirigentes, pusieron
en el centro del debate su credibilidad y confianza al
interior del magisterio disidente. Y este escenario podría anticipar un
Congreso muy ríspido. Hay puntos que no pueden soslayarse.
CETEG: DUDAS RAZONABLES.- En el magisterio disidente agrupado en la Ceteg, la
desconfianza comenzó a mostrarse de golpe. Por varias elocuentes
razones: 1.- Desde el 8 de octubre de
2014, la Ceteg se instaló en plantón en la plaza cívica de la capital, en
solidaridad con los padres de familia de los 43 normalistas de
Ayotzinapa desaparecidos en el municipio de Iguala. Sin embargo, algo pasó. Olores
nauseabundos comenzaron a desprenderse no solo de ese plantón, sino de
los propios liderazgos cetegistas que terminaron divididos a
raíz de la implementación de la Reforma Educativa aquí. Así, el bloque
de Antonia Morales Vélez, secuestró el zócalo de
Chilpancingo. Y las huestes de Reyes Ramos Guerrero, se trasladaron la tarde
del 15 de abril de 2015, a la avenida Ruffo Figueroa
de la capital. Ahí, el dirigente anunció que retiraría su protesta “hasta
que aparezcan con vida los 43”. El ex gobernador perredista,
Rogelio Ortega Martínez, no pudo disuadirlos. 2.- El actual
gobernador priísta Héctor Astudillo, todavía les dio “un año
de gracia” a los cetegistas inconformes a fin
de que levantaran sus plantones. De hecho, en junio de 2016 y
apoyado en la Reforma Educativa de Peña Nieto, anunció el despido de
cerca de 60 maestros entre los que se incluía Antonia
Morales, pero sospechosamente no aparecía Reyes Ramos. Se
entiende quefue esa la coartada política para abrir la
negociación. Porque el 13 de octubre de 2016, Reyes Ramos
decidió retirar el plantón de la avenida Ruffo Figueroa. Y
el 18 de ese mismo mes y año, Antonia Morales hizo lo propio en el
zócalo capitalino. Ninguno de los dos dirigentes explicó los términos,
acuerdos y condiciones de esa oscura negociación. Lo
justificaron mediante dos endebles argumentos: el
gobierno estatal había instalado “mesas de trabajo”. Y
la lucha del magisterio disidente por la abrogación total de
la Reforma Educativa, continuaría. 3.- Desde octubre de 2016 a
la fecha, la Ceteg se paralizó. Reyes Ramos y Antonia Morales, olvidaron la
Reforma Educativa. También a los 43. Y el gasolinazo.
Lo anterior se ha medido con el atropello a los
derechos laborales de muchos trabajadores de la Educación. Apenas en
noviembre de 2016, el director general de Administración de Personal,
de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), Eduardo León Encarnación, reveló
que había 7 mil 262 plazas fuera del Fondo de Aportaciones
para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (Fone),pero aseguró que eso
no significaba poner en riesgo los pagos de los trabajadores. Contrario
a ello, el pasado mes de enerose les dejó de pagar la Compensación
Mensual por Tiempo Completo, a los 650 trabajadores
administrativos de los Cendis, distribuidos en Acapulco, Chilpancingo,
Iguala y Tlapa. Y la negociación para destrabar esos pagos está
empantanada. En parte, porque no existe la disidencia magisterial que se
radicalizó y vandalizó en otros tiempos. 4.- El
próximo mes de marzo se renovará la dirigencia estatal y las regionales
de la Ceteg. Pero hay voces a su interior que ya empujan una dirección
colectiva. Y quieren tirar la figura del secretario
general. Aducen que “es más fácil de corromper”. Las
lecciones del pasado son elocuentes. Reforma Educativa en mano y “sensibilizando
generosamente” a los dirigentes de la Ceteg, el gobernador Héctor
Astudillo, doblegó a la disidencia magisterial en Guerrero. De
eso no hay ya, ninguna duda.
HOJEADAS DE PÁGINAS…La guerra sucia en el
municipio de Acapulco ya comenzó. Porque valiéndose de una presumiblecalificación
negativa de los servicios financieros Ficht Ratings, regidores
del PRI y MC y hasta del propio PRD, buscan
llevar agua a su molino. La realidad política apunta
hacia otro lado: la cercanía de la elección federal de 2018, está lanzando al
edil perredista Evodio Velázquez Aguirre, hacia un escenario de rentable
competencia electoral. Sobre todo, a raíz del infortunado deceso de
Ángel Aguirre Herrera. Y muchos de esos intereses partidistas lo
quieren ver fuera de esa rueda.