LECTURA POLÍTICA
Noé
Mondragón Norato
Rupturas,
exhibiciones y descalificaciones
El polémico asunto del diputado local tricolor, Saúl
Beltrán Orozco, cayó en pistas políticas que reactivaron el debate público en
varios puntos. Y que de algún modo, podrían generar rupturas que
por momentos parecían irrompibles, entre algunos aliados políticos.
Pero también, el aumento de las descalificaciones y las exhibiciones. Basta
con observar la movilidad de los actores para detectar la
forma en que se configuran dichos escenarios.
SAUL BELTRÁN:
¿RUPTURAS?- El escándalo generado por el
vínculo entre el legislador local priísta calentano, y el líder del
grupo criminal Los Tequileros, Reybel Jacobo de
Almonte, calentó las cosas en varios frentes: 1.- En
el Congreso local, las fracciones del PRD y del MC coincidieron
en aprobar la iniciativa de Ley contra la Corrupción enviada
por el gobernador Héctor Astudillo, pero sólo si las del PRI y del PVEM, aceptan
incorporar un agregado en el que se desaparece el fuero constitucional
en Guerrero. Evalúan que de no incluirse la
eliminación del fuero, esa Ley quedaría incompleta. Y si el
mandatario estatal la acepta, afectaría de inmediato al
diputado Beltrán Orozco. Aquí aparecen dos lecturas: o el
gobernador utiliza al PRD y al MC para aprobar iniciativas que la
fracción del PRI no puede enviar. O bien, hay indicios de rupturas. Sobre
todo, con el MC, que es un aliado político
incondicional del actual mandatario estatal. La semana que inicia será
crucial al respecto. 2.- El presidente de la Comisión
Instructora del Congreso local –la encargada de darle trámite al desafuero-, el
panista Iván Pachuca Domínguez, comenzó a evidenciar muestras de
marrullería en este caliente y espinoso asunto.
Asumió que la Comisión que presidente no puede actuar hasta
en tanto el pleno no le turne el caso. Polemizó
incluso, con el dirigente estatal del PRI, Heriberto Huicochea Vázquez, a quien
demandó le pida a la coordinadora de los diputados locales
priístas, Flor Añorve Ocampo, “acelerar el proceso”. Con
ello, confirmó que se encuentra limitado dentro de su
desempeño al frente de dicha Comisión. Y por lo tanto, debería
renunciar a ella. Porque en ese tipo de actitudes encuentra suelo
fértil no solo la complicidad, sino la impunidad. Como
sea, una ruptura política entre PRI y PAN parece
vislumbrarse. 3.- El ex diputado federal por el PRD en el
distrito 1, Catalino Duarte Ortuño, también salió de su anonimato. Y le
echó lumbre a lahoguera. Asumió que Saúl Beltrán, utilizaba al
grupo delictivo Los Tequileros, como una rentable estrategia para amedrentar
a sus adversarios y mantener el control político de la
región. Dejó entrever incluso, que el crimen del sacerdote de la
iglesia de San Miguel Totolapan, José Ascensión Acuña Osorio, pudo estar
relacionado con la amistad que mantuvo con él y
que nunca fue bien vista por Saúl Beltrán. Sin embargo, asumió
que apoyó al grupo de Autodefensa que surgió el pasado 30 de agosto de 2016 en
ese municipio. “No los apoyé con armas ni con municiones, pero sí con
alimentos y despensas”, dijo. El punto es que ninguna Autodefensa se mueve
ni sobrevive con eso, sino justamente con armas y balas. En
aras de mostrar el lado malo de Saúl Beltrán, el ex legislador
federal perredista, Catalino Duarte, exhibió el propio. 4.- Finalmente,
la Fiscalía General del Estado (FGE), encabezada por el mitómano Xavier Olea
Peláez, presumió que en enero de 2016 ocurrieron 29
secuestros y tres asesinatos en la región Tierra Caliente; mientras
que en enero de 2017 no se registró ningún secuestro, pero sí
ocho asesinatos. De algún modo, atribuyó de soslayo esta baja en los
delitos, a la neutralización del grupo delictivo Los
Tequileros. Y al escándalo en que se ha visto envuelto el legislador
local calentano por el distrito 17. El caso Saúl Beltrán generó posibles
rupturas. Y aumentó las exhibiciones y las
descalificaciones políticas.
HOJEADAS DE
PÁGINAS…Como para quitarle
presión al asunto de la basura que no puede
controlar el ineficaz edil priísta de la capital, Marco
Antonio Leyva Mena; y meterle frío al desafuero del
diputado local tricolor Saúl Beltrán, el gobierno estataldirigió sus misiles contra
la alcaldía perredista de Acapulco, encabezada por Evodio Velázquez, a través
de la agencia calificadora financiera Fitch Ratings.
Pero fue un error de cálculo político. Porque la crisis
mayor la está cargando justamente, el PRI y el gobierno
estatal.