LECTURA POLÍTICA
Noé Mondragón Norato
Chilpancingo: infección de basura y de alcalde
Las
cosas se le volvieron a salir de control. Y no tanto porque no exista un
espacio en donde tirar la basura que se genera en Chilpancingo, la capital
guerrerense, sino porque el edil priísta Marco Antonio Leyva Mena, nunca
ha podido con el problema que arrastra desde que inició su
administración. Y hoy, tras festinar por varias estaciones de radio el haber
logrado un acuerdo para depositar los desechos en el municipio de Zumpango,
resulta que tiene regadas por toda la ciudad, cerca de mil toneladas de
basura. Lo cual podría convertirse en un problema de salud
pública. El edil de la capital ha mostrado con creces, su notable incompetencia como
autoridad. Pero la fracción perredista en el Congreso local y la
propia dirigencia estatal de ese partido, se hacen las disimuladas para
fincarle juicio político. Y que con el apoyo de los
ciudadanos, sea renunciado de la comuna. Las
justificaciones sobran.
CHILPANCINGO INFECTADO.- Desde que inició su periodo como alcalde capitalino,
Leyva Mena comenzó mal. Y conforme transcurren los días y los
meses, no compone las cosas. Muy al contrario, las empeora. Y si los partidos
opositores en el Congreso local –PRD, MC, PT y Morena- no
mueven un solo dedo ante el abandono en que se
encuentra la ciudad asiento de los poderes del Estado, el ciudadano común tiene
derecho a ejercer el último de sus recursos para acabar con la
simulación e indolencia del alcalde tricolor: no pagar ningún
impuesto al ayuntamiento. Por al menos dos razones: 1.- Si
se mira bien, el problema de la basura se originó con la virtual
privatización del servicio recolector de la misma, que
corresponde otorgarlo al ayuntamiento. Cerca de 60 camiones
recolectores están descompuestos y arrumbados en los terrenos de la comuna. El
edil tricolor decidió no invertir en refacciones para reactivarlos. Y
les dejó comodinamente, la cancha abierta a las unidades particulares de “la
basura jefa”, que ya fijaron cuotas precisas por cada bolsa depositada
en sus unidades. Con el tiempo, los ciudadanos capitalinos se acostumbraron a
dejar de ver circular los camiones recolectores del ayuntamiento. Y el
alcalde, a dejar de proporcionar ese servicio. Por eso y si los
chilpancingueños pagan sus impuestos con el fin de obtenerlo, pero Leyva Mena ya
renunció a otorgarlo: ¿qué caso tiene pagar predial, licencias de
servicio en negocios y multas por decomiso de placas vehiculares? 2.- La
seguridad pública es otro de los puntos arrumbados por la
actual administración municipal capitalina. A Leyva Mena, le ha crecido
la estadística criminal como no había ocurrido en ningún gobierno
municipal de Chilpancingo. Se entiende que el Bando de Policía y Buen Gobierno,
contemplado en la Ley Orgánica del Municipio Libre,garantiza la
seguridad pública a los habitantes de la capital. Todos
los alcaldes están obligados a observar su correcta aplicación. Pero lo que en
verdad resalta por calles y avenidas principales, es un reguero de
cadáveres. La delincuencia organizada se apoderó de la inseguridad.
Y la tomó bajo su absoluto control. En este punto, la policía municipal solo ha
servido para levantar borrachos –algunos polémicos como
el magistrado del Tribunal Electoral del Estado (TEE), Emiliano Lozano Cruz-, y
hacer recorridos de relumbrón. El edil Leyva Mena, renunció a dotar de
seguridad pública a los habitantes que gobierna. Y hasta se convirtió
en vocero de la delincuencia, cuando reveló hace
unos días, que a Chilpancingo habían entrado nuevos grupos criminales. Como si
fuera esa su fórmula rentable de enfrentar los delitos. ¿Tiene
caso y razón convincente, pagar los impuestos a la comuna
capitalina, cuando el alcalde priísta no garantiza ni la recolección de basura
ni la seguridad pública, a todos sus gobernados? La capital ya está infectada. Y
la infección alcanza al edil.
HOJEADAS DE PÁGINAS…A pesar de que fue al municipio de Iguala, a
defender el nacionalismo contra el
presidente estadunidense Donald Trump, el gobernador Héctor Astudillo, encontró
como respuesta una fuerte manifestación en su contra. Durante la sesión solemne
del Congreso local por el 187 aniversario del Congreso Constituyente, se enfrentó
a las protestas inacabadas contra el gasolinazo. Y al
desacuerdo tácito con su Plan de Austeridad que solo sirvió en realidad, paraatemperar falsamente sus
efectos.