17
años de recuerdos…
Roberto Olvera, una
historia en el CESVI
(1ª. Parte)
José Luis Ramírez Salgado
Con una presencia
recia, con voz ronca, siempre atento con los profesores y amigo de los alumnos.
Así era Roberto Olvera Estévez, mejor conocido por las mayorías como “El Pelón
del CESVI”, o también como comúnmente lo llamaban alumnos y profesores del
Centro de Estudios Superiores del Valle de Iguala, “El Poli”.
Con su peculiar
sonrisa, siempre leal a los colores del CESVI-Universidad, mostrando a
cabalidad su lealtad a esta Universidad y con una amistad como pocas con el
Lic. Carlos Acosta-Víquez Ortiz, rector de dicho plantel universitario, a quien
siempre acompañaba a todos lados; incluso, aun cuando muchas veces Carlos
Acosta le decía que podía ir sin compañía, “Beto”, como lo llamaba
cariñosamente el Lic. Carlos, se negaba y siempre lo acompañaba. De eso puedo
dar fe, porque me tocó observarlo desde cuando fui Jefe de Comunicación
Universitaria del CESVI. Muchas veces las juntas con el personal se prolongaban
por muchas horas, terminando incluso ya por la madrugada, y Beto, “El Poli”,
esperaba al Lic. Carlos hasta que salía, incluso cuando al otro día había que
llegar a las 7 de la mañana.
En la gráfica,
Roberto Olvera, “El Pelón del CESVI”, con su querida mascota “El Konan".
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Muchas cosas que
contar, muchas anécdotas. 17 años dentro de esta Institución, amigo de
egresados, estudiantes, profesores, padres de familia, por muchos conocido, ya
que siempre se encontraba en la puerta de entrada resguardando la seguridad del
CESVI, donde como siempre decía a los padres de familia “…NO SE PREOCUPE, DE
AQUÍ, SUS HIJOS NA PASAN”…
Y así era, los
alumnos de nuevo ingreso cuando pretendían salir, siempre se encontraban con
esa imponente figura que los regresaba, aunque cuando lo llegabas a conocer,
era todo lo contrario.
Siempre amable con
el personal docente, con una sonrisa para todo aquel que se acercaba a
preguntarle algo. También muy bromista con los que se llevaban con él.
La maestra Nixie
Escalera, quien fuera catedrática del Cesvi, y quien por muchos años
conservó la amistad con Beto, nos platicó de una de las tantas anécdotas que
vivió con el entrañable “Poli”:
“Cuando su niña
tenía como tres años le decíamos “Betita”, porque se parecía mucho a él, y a la
nena no le gustaba que así le dijera la licenciada Rebeca. No sé, no le caía
bien o algo así. “El Poli” -Beto- le enseñó una tarde, a que cuando Rebeca
llegara y le dijera Betita, ella le contestara: “chinga tu madre”. Y estuvo
toda una tarde enseñándole el fregado. Llego yo -Nixie- como a las 6 y
saludo: Poli. Me contesta él: licenciada! Y le digo a la niña: Betita! Y me
dice la niña: chinga tu madre! Y corre “El Poli” y le dice noooo! A ella no le
digas así! Eso es para la otra licenciada!...”.
Una de tantas
anécdotas, como cuando se incendió la imprenta que estaba a un costado del
CESVI, cuando las instalaciones se encontraban en la calle de Hidalgo,
justamente en la “Plaza Esmeralda”. Beto “El Poli” se vistió de héroe. Cuando
el incendio se encontraba consumiendo dicha negociación, él subió por la parte
del techo de la plaza e ingresó hasta la casa que se encontraba en ese lugar,
donde vivían dos hermanas, de las cuales no recuerdo sus nombres, ayudando a
rescatar con vida a una de las hermanas, arriesgando su vida. Eso nos da una
idea de la gran persona que siempre fue en vida…
Aquí, “El Poli”,
participando en los preparativos del evento “Chico” y “Chica CESVI 2015”.
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Durante los inicios
del equipo del CESVI-Universidad, que participaba en la Segunda Fuerza del
futbol local, siempre apoyaba a los jugadores. Se llevaba bien con todos,
alentándolos de manera entusiasta al triunfo, siempre presente en los partidos
de su adorado Cesvi… En la siguiente parte de esta reseña en memoria de nuestro
entrañable amigo, comentaremos un poco de su vida familiar, de cómo era como
padre, como hijo, como hermano y como fue cuando era un pequeño… Siempre
estarás en los corazones de quienes formamos parte de la gran “Familia Cesvi”…