PATADAS BAJO LA MESA
Moisés Ocampo Román
Joaquín López Dóriga está en su mejor papel desde que llegó a la
televisión con su nuevo programa de las 11 pm los días martes. “Si me dicen, no
vengo”, que es de debates y entrevistas. Y por qué les digo que está en su
mejor papel, ¡porque casi no habla, sólo modera!
Es un error estar fuera de los medios y más cuando tienes la vorágine
del poder. Recuerdo; claro, sin comparar, que cuando estuve en el pináculo del
periodismo en Iguala era chile de todas las fiestas, o como se diga. Me
invitaban a ser jurado de belleza, a comidas en las colonias. Bueno, hasta los
Mota Pineda me invitaban a las fiestas patronales de San Miguel Arcángel, ya
ven que ellos son los caciques de por allá. Pero cuando quedé fuera de todos
los medios con trabajos me saludaba mucha gente que antes se sublimaba con mi
presencia; después ni me pelaban. Y de una forma esto es normal, y nunca me he
sentido mal porque sigo siendo el Rey, ¡a huevo!
Bueno, lo que hoy me atañe es lo que sucedió en ese programa en donde
debatieron el tema “La visita de Donald Trump”. Estuvieron por el PRI el secretario
de Hacienda Luis Videgaray Carso y el Presidente del PRI nacional Enrique Ochoa
Reza. Y en la otra esquina el periodista y editor de la revista “Nexos”, Héctor
Aguilar Camín; el senador Armando Ríos Piter, y el Presidente del PAN Nacional
Ricardo Anaya Cortés, quien llevó estadísticas claras de la gran estupidez que
hicieron desde Los Pinos al invitar al candidato estadunidense Donald Trump al
señalar que el 85% de la población estuvo en desacuerdo con esa visita. Así
también Armando Ríos fue claro al señalar que se equivocaron al traer al
enemigo a casa, aunado a este comentario el Presidente del PAN dijo que fue una
torpeza monumental y una humillación al país. Y el desenlace lo comprueba el
Sr. Trump, cinco horas después en su campaña se fue a burlar de México y dijo
voy a construir el muro y lo van a pagar los mexicanos sin que ellos todavía no
lo saben, y Armando Ríos Piter dijo: “cuando lo tuvo enfrente a Trump no habló
nada del muro, sólo dijo que hubo malos entendidos y como el presidente
no habla bien inglés por eso no entendió, y más que no tuvo un traductor”.
También comentó: “se pitorreó del presidente en su país” –y aunado-
Iñarritú los llamó traidores. Jesús Silva Hezog dijo: “Es la tontería
diplomática más grande que yo tenga memoria”. Enrique krauze: “este tipo de
tiranos no se les invita, se les enfrenta con dignidad y con valor”. Hilary
Clinton dijo: “dime con quien te juntas y te diré quien eres”.
Por otro lado, antier fueron varias las reacciones en los medios de
comunicación nacionales (claro es porque en Iguala los medios no pueden
criticar nada por antonomasia). Carlos Loret de Mola dijo: “¿un seguro
anti-Trump? Quizá el seguro más caro e incierto del mundo. Claro porque esta
administración federal no muestra vasos comunicantes con sus gobernados:
millones de familias mexicanas ven en Trump al monstruo que va a expulsar a sus
hijos, hermanos, papás, de Estados Unidos, que les dejarán de mandar el dinero
con el que sobreviven, millones más a quienes ha ofendido con sus expresiones.
Incierto porque Trump no tiene palabra. Lo dicen quienes lo conocen. Con
alguien así, no hay arreglo posible, en cualquier caso, en unos meses quedará
claro. ¡Vaya apuesta!
Elisa Alanís columnista del UNIVERSAL: “vimos un presidente timorato
ante el indeseable huésped”. También dijo: “Trump llevó al presidente a su
terreno e hizo con él lo que quiso, imaginen que la discusión entre ellos, y la
diferencia se centró en quien va a poner los dólares o los pesos”.
Katia D´ Atigues: la ley de Murphy, esa que dice: “si algo puede salir
mal, probablemente saldrá mal”, cuando pareciera que ya nada puede estar peor,
si puede estarlo. Y así pasó con la visita de Trump, ya para que repetir lo que
pasó: un desastre. Un gobierno que no aguanta más frentes abiertos, abrió otro
más. Internacional, además.
Raúl Rodríguez Cortés: “no podía ser más desastroso: Peña Nieto, sin
obtener nada a cambio, le regaló al psicópata gringo un encuentro y una
fotografía que lo legitimó, lo que se logró también que Peña Nieto se viera
débil, más débil de lo que ya está, al grado que el crecimiento de México va a
la par del presidente. Mediocre por la ingobernabilidad y la delincuencia”.
Y yo acabo diciendo que, el presidente con estas acciones es un tonto
útil para Estados Unidos. Y como dijo el filósofo de Güemes: “lo pendejo es
como la diabetes, se controla pero no se quita”. Saludos señor Presidente Peña
Nieto, está enterrando a paladas a su partido, y celebro porque se vayan no
sólo 12 años, sino unos 70 años. Amén.