LECTURA POLÍTICA
Noé Mondragón Norato
Peña Nieto: emular a Santa Anna
Se puso literalmente, a sus pies. Indigno para el presidente de una
nación que confirmó así, cuando menos tres cosas: queno
tiene carácter, visión y aplomo para enfrentar las amenazas políticas
externas; que no conoce en realidad, la naturalezatorcida de
los hombres del poder; y que carece de malicia para descubrir
por anticipado, las intenciones ocultas de sus semejantes políticos. El punto
es que el presidente Enrique Peña Nieto, estultamente le abrió las puertas a un
personaje que le ha dado por infamar a los mexicanos. Postrarlos
y humillarlos abiertamente. Convertirlos reiteradamente, en blanco de sus “propuestas
de campaña”. Aplicar un criterio racista
y fascista contra una nación que provee de mano de obra
barata y eficaz, a los Estados Unidos. Pero hay otras lecturas de la indeseable
y efímera visita a México, del candidato republicano a la
presidencia del vecino país, Donald Trump.
PEÑA NIETO: COMO SANTA ANNA.- Durante el inicio de las hostilidades con los Estados
Unidos por el dominio de Texas, y que desembocaron con la guerra abierta entre
México y el vecino país en 1846; el general-presidente,
Antonio López de Santa Anna, perdió la batalla de San Jacinto (21 de abril de
1836) frente a Sam Houston. Y cayó prisionero. A
cambio de su liberación y rogando lastimeramente por su vida, firmó el Tratado
de Velasco que reconocía la independencia de
Texas.Santa Anna vendió esa traición como un
acto patriótico. Así como hoy el presidente Peña Nieto,
justifica la invitación a Donald Trump, bajo el endeble argumento de que “es
mi responsabilidad trabajar con quien resulte electo” y “hay cosas
que él debía saber en voz del presidente de México”. Al final de cuentas,
la invitación del presidente Peña Nieto a Donald Trump, se percibió como lo que
en realidad fue: un acto de traición a la patria. Hay que ver
las razones: 1.- Una de lascondicionantes políticas que
el presidente del país debió fijarle previamente a Trump, a
fin de recibirlo casi como Jefe de Estado, era la necesaria disculpa
pública tras agraviar por casi un año y por todos los
medios, a la nación mexicana. Es más: debió exigírsela. De
otra forma, no lo hubiese invitado. Pero al declinar hacerlo,
le dio cancha para que ahondara más la burla ya no en los
Estados Unidos, sino en suelo mexicano. Y convirtió esa repudiada visita, no
solo en una evidente falta de respeto hacia sus gobernados,
sino en un acto de felonía. Así de simple. 2.- Al
recibir al candidato del Partido Republicano,antes que a Hillary
Clinton, la aspirante del Partido Demócrata, Peña Nieto mandó la señal en
el sentido de que Trump es el virtual ganador de la
presidencia de los Estados Unidos. Y ello, lejos de fortalecer la percepción y
esperanza de su derrota electoral, desilusionó a los
habitantes de este país. Es decir, el presidente Peña Nieto se convirtió en
fugaz vocero y partidario de Trump. Y en aras de ponderar
la diplomacia a la mexicana, dobló la cerviz frente a la
arrogancia y pataneríadel candidato republicano. Lejos de darle a sus
gobernados buenos augurios políticos para el futuro en la relación bilateral
México-Estados Unidos, Peña Nieto volvió por enésima ocasión, a decepcionarlos. Y
convirtió ese hecho quiérase o no, enun acto literal de traición.
3.- El presidente Peña Nieto, asume que le reclamó a
Donald Trump, por todas sus ofensas hacia los
mexicanos. Pero esta versión la debió esgrimir en una conferencia de
prensa en donde debatieran ambos. Es decir, su
patriotismo e investidura así se lo reclamaban. Pero al
conversar en privado con dicho
personaje, en realidad moldeó la versión de acuerdo a sus
intereses. Se requería al respecto no sumisión ni
agresión hacia su invitado, sino firmeza. Pero se mostró
inhábil. Y hasta mentiroso. La felonía apareció
de nuevo, como deplorable mensaje. Peña Nieto
emuló a Santa Anna.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Molestos e irritados se encuentran varios regidores
tricolores con el subsecretario municipal de Tránsito y Vialidad en
Chilpancingo, Roberto del Moral Benítez, quien declina hacerles descuentos en
sus infracciones vehiculares. “Yo solo obedezco la instrucción
directa del presidente municipal Marco Antonio Leyva”, les dice.
Lo cierto es que Roberto del Moral, ha hecho del excesivo decomiso de
placas en la capital, su principal entrada de dinero cuyo
botín comparte con el ineficaz alcalde del PRI. Y ello
explica la cancelación de los descuentos a los regidores
tricolores. De que la perra es brava…