#Ayotzinapa Los cobardes
y cómplices siguen activos
ALEXIA
BARRIOS G.
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propiedad de: El Sur de Acapulco
Las crisis en los partidos
políticos se dirigieron de diferente manera. En el caso del PRD no aprendieron
la lección y su corresponsabilidad en la tragedia de Iguala. En efecto,
perdieron la elección y la gubernatura de Guerrero, pero no perdieron ni mucho
poder ni recursos financieros ni mucho menos capacidad de negociación con
grupos oscuros que tienen atrapados a Acapulco, Zona Norte y la Tierra
Caliente.
Unos días después de
la desaparición de los 43 normalistas de Ayotizapa en Iguala, escribí una
sentencia que cada día que pasa es más efectiva:
La marcha de
mañana, #TodosSomosAyotzinapa y #JusticiaParaAyotzinapa será la tumba del PRD y
de otras izquierdas porque sus bases sociales de apoyo, los ciudadanos
progresistas, la gente pensante del país, los estudiantes, los activistas
sociales, la clase media en general, los que sobreviven del 68 y el 71, los que
sobreviven las peores represiones del viejo régimen, que le costaron al PRD
alrededor de 500 muertos entre 1988 y 2000, HOY POR HOY se sienten traicionados
con las muertes de los normalistas de Guerrero y el esquema político y
mediático que han desplegado para proteger al gobernador Ángel Aguirre Rivero.
Para el 2015 y la
posteridad, el silencio cómplice de quienes impulsaron a Ángel Aguirre (Marcelo
Ebrard y los Chuchos) y a José Luis Abarca (Lázaro Mazón, el
lopezobradorista, y los Chuchos), serán castigados con no sólo con nuestro voto
en contra sino con nuestro más absoluto desprecio.
Pero el PRD no
entendió nada. No ha entendido nada. Porque los mismos autores que encumbraron
a José Luis Abarca y que han hecho pactos con el crimen en Guerrero, siguen tan
campantes y tan quitados de la pena promoviendo nuevos pactos, nuevas alianzas
y afianzando su presencia en la zona norte y Tierra Caliente, pero sobre todo,
controlando las policías de Acapulco.
El 11 de junio del
presente año, los diputados locales del PRD desayunaron en el restaurante La
Casserole de la Ciudad de México con el ex gobernador Ángel Aguirre, para
pedirle que regrese al partido. En esta reunión afrancesada estuvieron Eloísa
Hernández Valle, comisionada del senador Ríos Píter; los hermanos Crescencio y
Carlos Reyes Torres, éste ex dirigente del PRD al que su paisano Servando Gómez
“La Tuta” quería cobrarle unos favores; Rosa Coral Mendoza Falcón; María del
Carmen Cabrera Lagunas; Isidro Duarte Cabrera, el ex acalde de Cutzamala, cuya
esposa hoy gobierna el municipio, y primo de los caciques calentanos Bocho Soto
Duarte (finado) y Catalino Duarte Ortuño; Erika Alcaraz Sosa; Sebastián de la
Rosa Peláez, el que metía las “manos al fuego” por José Luis Abarca; Silvia
Romero, y Raymundo García Gutiérrez.
A decir de los
asistentes, ellos no tomaron la iniciativa propia, sino que siguieron
sugerencias de cuatro personajes: el diputado “galileo” Guadalupe Acosta
Naranjo, el senador Ríos Píter, el edil de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre y
la secretaria General del PRD, Beatriz Mojica Morga. El argumento tan absurdo
como tonto, era que a los perredistas les faltaba un liderazgo fuerte para
contener su crisis.
Al ser ventilado por
ellos mismos la reunión, hubo un repliegue ante el rechazo de la opinión
pública y los propios activistas sociales de Guerrero así como de otros
liderazgos del PRD Nacional, como el senador Miguel Barbosa, quien sentenció:
ya no hay lugar para el regreso del ex gobernador.
Por eso fue que se
replegó el ex mandatario, pero para relanzar la carrera de su hijo Ángel
Aguirre Herrera y para afianzar negocios en la zona del Bajío, entre Querétaro
y Guanajuato (¿curioso, no? Ahí fue detenido “El H”, Héctor Beltrán Leyva).
Sin embargo, varios
de sus cuadros siguen activos en la política de la entidad, donde tienen en el
gobierno de Acapulco su principal y única plataforma para revivir
políticamente:
Everardo García
Mondragón, ex secretario particular de Ángel Aguirre Rivero, fue coordinador de
Asesores de Evodio Velázquez, cargo al que dejó sorpresivamente en enero de
2016, luego de que una cruzada de detenciones realizada por la PGR dio como
resultado la detención de nueve ex funcionarios estatales que habría desviado
recursos y estaban investigados por lavado de dinero.
Otro más es Víctor
Aguirre, titular de la Secretaría de Desarrollo Social local fue director del
Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado de Guerrero (Copladeg) con
Aguirre Rivero. Señalado como uno de los operadores políticos y de la
corresponsabilidad del endeudamiento del municipio de Acapulco, que gestiona
ante un banco de Carlos Hank Rhon.
Lucina Victoriano
Aguirre, prima del ex gobernador Àngel Heladio, es directora de Atención a
Víctimas de Violencia contra la Mujer municipal, aunque ustedes no lo crean.
Joel Tacuba, el
titular de la Dirección de Ecología, ex delegado de la Profepa durante el auge
minero y permisos irregulares, y hombre cercano a Aguirre Rivero aunque dice
militar en el PAN.
Finalmente, no deja
de sorprender que uno de los apoyos políticos de Evodio Velázquez, sea el ex
diputado local, Rubén Figueroa Smutny y la delegada del programa 60 y Más de
SEDESOL Federal, Esmeralda Valle González. Evidentemente, esas relaciones
lo vinculan políticamente con el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, el
cacique de Guerrero, el jefe de jefes de Huitzuco de los Figueroa, donde la
policía municipal también aparece en el expediente de los 43 desaparecidos.
Las marchas y actos
políticos que habrán de realizarse en estos días por los dos años de la
tragedia de Iguala serán constantes los señalamientos de que “Fue el Estado”,
que Jesús Murillo y Tomás Zerón y hasta que el Ejército tuvieron algo que ver
con la desaparición de los normalistas. Justas y legítimas las reclamaciones.
Pero serán sólo
consignas y algunas de ellas argumentos para que se documenten las violaciones
“al debido proceso” y con ello, prácticamente dejar sin ningún candado las
celdas donde ahora están los detenidos por el caso: sicarios, políticos y ex
policías que participaron en la desaparición de los 43 normalistas. A ello irán
los reportajes de Proceso y lo que algunos otros medios están por sacar en
estos días.
Sin embargo, nada ni
nadie deberá dejar pasar por alto que los protectores, impulsores y
corresponsables de la tragedia siguen activos, siguen con puestos públicos,
cargos de elección popular y tan impunes acompañándolos en sus marchas y sus
consignas, cuando ellos tendrían que ser los primeros en ser juzgados.