¡Violento desalojo!

Justicia por mano propia…
¡Violento desalojo!
*  Hombres encapuchados, encabezados por el propietario del predio, destruyen viviendas de invasores en la Tlachinollan
Habitantes de la colonia irregular Tlachinollan, ubicada al norte de Iguala, fueron desalojados de sus viviendas por un grupo de más de 100 hombres armados con machetes y palos, encabezados por el supuesto dueño del terreno ejidal, Humberto Bahena Mena, ante la presencia de policías estatales y federales que sólo observaron.

Alejandro Guerrero

Habitantes de la colonia irregular Tlachinollan, ubicada al norte de Iguala, fueron desalojados de sus precarias viviendas por un grupo de más de 100 hombres armados con machetes y palos, encabezados por el supuesto dueño del terreno ejidal, Humberto Bahena Mena, ante la presencia de más de 50 policías estatales y federales que sólo observaron.
La irrupción del grupo se dio poco antes del medio día, el pasado sábado, luego de que la gente que fue llevada en combis del servicio público, en su mayoría hombres y algunos con los rostros cubiertos, arrancaron parte de la cerca perimetral de la colonia, rompieron la cadena y el candado de la reja de entrada y la tiraron.
Al entrar, los vecinos defendieron sus viviendas y se confrontaron a empujones y jaloneos. El grupo que llevó Humberto Bahena rompió el parabrisas de una combi estacionada en la colonia que pertenece a una de las vecinas.
Ya los han obligado antes a dejar sus casas, dicen
La colonia Tlachinollan, antes Ampliación Ficus, está ubicada a unos 50 metros de la carretera federal México-Acapulco, en la salida hacia Taxco, antes de llegar a la comunidad de El Naranjo, al norte de esta cabecera municipal.
De acuerdo con datos obtenidos por vecinos, la colonia se fundó en 2008, y sus primeros habitantes compraron sus lotes a la mamá de Humberto Bahena, quien ahora no los reconoce como propietarios, y no pueden comprobar sus pagos porque en un desalojo en abril de 2012 perdieron sus documentos.
El 25 de abril de 2012, durante el gobierno del priista Raúl Tovar Tavera, 30 familias de este mismo asentamiento fueron desalojadas de forma violenta, y sus viviendas fueron destruidas con maquinaria pesada. Esa acción también fue solicitada por el supuesto propietario del terreno Humberto Bahena Mena, y fue resguardado por policías municipales, ya que en ese predio se pretendía hacer la Colonia del Policía.
Ayer, casi una hora después de la irrupción de la gente armada con palos y machetes, algunos con la cara cubierta, llegaron unos 25 policías estatales y federales en cinco patrullas, quienes dialogaron con ambos grupos e intentaron negociar la salida de los invasores, pero no lo lograron.
Casi a las 2 de la tarde, los policías estatales y federales desistieron y salieron de la colonia, que está cercada, y sólo permanecieron como observadores, en tanto que adentro, el grupo encabezado por el supuesto dueño emplazó a los habitantes de la colonia a desalojar de forma voluntaria, y amenazó que de lo contrario forzaría el desalojo.
Entre la 1 y las 3 de la tarde, varias familias empezaron a sacar sus pertenencias de sus viviendas y las acarrearon hacia una calle de la colonia, mientras otros lo hicieron en carros particulares.
En declaraciones hechas, Humberto Bahena afirmó que las representantes de la colonia, entre ellas la también coordinadora de la organización Guerrero en Lucha, Evelia Bahena García, han vendido en varias ocasiones los lotes y han desalojado a quienes dejan de aportar las cuotas que piden.
Dijo que es propietario de la parcela 341 del ejido de El Naranjo, que tiene una extensión de 17 mil 500 metros cuadrados, y que se parceló en 90 lotes, y que fue invadido por “presuntos delincuentes” encabezados por Evelia Bahena, Diana Carolina Brito Bahena y otros tres líderes, a los que acusó de desalojar de la colonia a las 30 familias que ya le estaban pagándole a él los lotes.
Denunció que a las familias que ahí vivían las estaban “extorsionando”, porque les pedían cuotas cada ocho días o al mes, y nunca les entregaron un comprobante de la venta de los lotes, los cuales revendía.
Informó que las familias que ayer lo acompañaron para desalojar a los vecinos, son familias que asimismo fueron desalojadas por el grupo de Evelia Bahena, y que ayer se sumaron a la protesta para, “reclamar algo que ellos compraron”.
Dio a conocer, sin detallar, que firmó una minuta con el Ayuntamiento, y con representantes del gobierno del estado y de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, en la que se establece el acuerdo de la venta de los lotes en 20 mil pesos, y que las familias tenían que comprarle a él los lotes o, de lo contrario, salir de la colonia.
Dijo que hay familias que han pagado entre 40 y 100 mil pesos por sus lotes a la señora Evelia Bahena, pero no les ha entregado un recibo o comprobante, ya que sólo las anotaba en un cuaderno.
Afirmó que ganó el juicio en la Procuraduría Agraria, en el juzgado de Noveno Distrito, y tiene todos los documentos que avalan que es el propietario.
Por su parte, la señora Inocencia Núñez Ruiz, quien tiene una hija con discapacidad motriz y pertenece al grupo de Evelia Bahena, denunció que con la de ayer, van cuatro ocasiones en que las despoja de sus casas el grupo de Humberto Bahena.
Mencionó que cuatro familias que viven ahí y los habitantes de ese asentamiento cuentan con medidas cautelares, tras las amenazas de muerte que recibieron de presuntos miembros de la delincuencia organizada el 31 de julio pasado.
A pesar de existir esas medidas cautelares, ayer los policías estatales y federales no las aplicaron.
Se le preguntó si tiene comprobantes de compra-venta de sus lotes, pero ya no quiso responder, y dijo que eso lo viera con su representante, Evelia Bahena.
Llegan los delegados de la Secretaría General de Gobierno

Minutos después de las 2 de la tarde, los policías estatales y federales salieron de la colonia; los primeros permanecieron en la calle de terracería afuera de la colonia, y los federales, que para esa hora ya eran unos 40 en ocho patrullas, se estacionaron en la carretera federal.
El grupo del supuesto dueño del terreno dio media hora de plazo a los colonos para sacar sus pertenencias de sus casas. A las 3:20 de la tarde inició el desalojo violento de quienes no salieron voluntariamente.
Unos 30 hombres, en su mayoría cubiertos de la cara, y armados con palos y machetes, abrieron a patadas y con marros nueve precarias viviendas de lámina y madera.
En las viviendas, que son de las líderes de la colonia y sus familias, los hombres hicieron destrozos, en algunas tiraron las paredes de lámina y madera, y sacaron las pertenencias de los habitantes; tiraron algunas a la calle de terracería y otras las acarrearon hasta afuera de la colonia, donde las fueron amontonando ante la mirada de policías que no hicieron nada para detener la acción. Sin embargo, no destruyeron las casas de las familias que sacaron sus pertenencias de forma voluntaria antes del desalojo violento.
Al lugar llegaron el Delegado General de gobierno en la zona Norte, Ignacio Ocampo Zavaleta, y el delegado de Gobernación de la zona Norte, Felipe de Jesús Adán, quienes se mantuvieron en el lugar para evitar una confrontación entre los vecinos.
Después de las 5 de la tarde, el grupo de Humberto Bahena se empezó a retirar, y después de las 7 de la tarde lo hicieron los policías.
En una visita a la colonia minutos después de las 8 de la noche, se observó que sólo permanecían las familias que habían sido desalojadas, las cuales seguían acarreando sus pertenencias en camionetas, quienes dijeron que se irían a casas de sus familiares; miembros de dos familias dijeron que no tenían a dónde ir con sus pertenencias.