Voraces
comerciantes desacatan a la autoridad…
Urge combatir la anarquía en el Mercado Municipal
La seguridad de comerciantes y consumidores
en el Mercado Municipal "Adrián Castrejón" está en juego ante la
anarquía de comerciantes que insisten en invadir pasillos, escaleras y el mismo
estacionamiento.
Roberto A. Márquez
Añorve
Los
operativos recurrentes por parte de la dirección de Reglamentos y espectáculos
en apoyo a la administración del Mercado Municipal "Adrián
Castrejón", consistentes en despejar accesos a naves, escaleras y
entradas al estacionamiento, de poco o nada han servido ante la voracidad
de comerciantes que en complicidad con sus líderes y supervisores se
empeñan en volver a invadirlas sin importarle la seguridad de comerciantes y
consumidores que piden a la autoridad acabar con la anarquía que ahí
impera.
A
finales del mes de enero del presente año, EDDLT dio cuenta de los operativos
de retiro de escaleras, accesos y áreas de estacionamiento por parte del
Director de Reglamentos y Espectáculos Jesús Chávez Castillo y su personal, en
apoyo a la administración del mercado y por disposición de la presidencia
municipal.
A
partir de entonces, son varias las intervenciones en esta tarea por parte
de Reglamentos, que han resultado deficientes ante la voracidad de comerciantes
que más tardan en retirarlos que ellos en volver a invadir, algunos incluso no
solo estos lugares, sino otros más en donde fueron "reubicados".
A
esto hay que sumar que la mayoría de los comerciantes del pasillo de Altamirano
tienen sus mercancías afuera de sus locales o colgadas haciendo aún más difícil
el libre tránsito de consumidores, de quienes se pone en riesgo su seguridad.
Tropiezo aparte de las autoridades es el de los taqueros ubicados frente
a la citada central de abasto, quienes cada vez se amplían más obstruyendo el
paso tanto al interior de la nave como en el arroyo vehicular.
En el
ordenamiento de éstos también hubo intervención por parte de Reglamentos cuyo
personal ve con desánimo que sus acciones de horas, en cuestión de minutos las
echen abajo porque hay voluntad de líderes de replegar a su gente, pero nadie
quiere ser el primero en poner el ejemplo.