Colonos
de la Insurgentes claman ayuda de las autoridades…
Un mes entre aguas negras
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Para colmo, el agua “potable” que reciben en sus hogares llega grasosa y
oliendo a petróleo…
Vecinos y comerciantes de la Avenida Poniente de la colonia
Insurgente claman urgente ayuda de las autoridades al problema de brote de
aguas negras y escasez de agua, misma que llega “grasosa y oliendo a petróleo”.
(Fotos: Mario Rodríguez Jaimes).
Mario Rodríguez Jaimes
Vecinos y comerciantes de la Avenida Poniente, con el respaldo de
otros habitantes de la Colonia Insurgentes de esta ciudad, solicitan la urgente
intervención de los gobiernos estatal y federal para efecto de que se actúe con
responsabilidad en lo que calificaron como grave problema de brotes de aguas
negras que ya repercute en la salud de algunos avecindados; a los que
suman escasez de agua potable y, lo peor, la falta de atención y mal trato por
parte de quien creen es el director, "un viejo chaparro, blanco y de
lentes".
La recurrente queja ciudadana de vecinos y comerciantes a la
redacción de EDDLT, motivó la presencia de reporteros que constaron que en
dicha Avenida Poniente, justo “a espaldas” de la Central de abasto, tienen un
serio problema de brotes de aguas negras tanto de alcantarillas de la vialidad
como también al interior de sus hogares y/ comercios que data ya de hace
más de un mes, al que suman la falta de agua potable y, lo peor, la desatención
de la paramunicipal CAPAMI en donde aseguran sólo reciben promesas de apoyo y
malos tratos.
En su mayoría de los quejosos denunciaron que los fétidos olores de las
aguas negras son penetrantes y los tienen a todas horas, además de que con
frecuencia tienen que lavarse zapatos y pies por el frecuente contacto con
estas aguas. Aún así, aseguran haber ya algunos con problemas dermatológicos
(de la piel), y enfermedades diarreicas, por lo que consideran importante
que el sector salud tome cartas en el asunto a la brevedad posible.
Dicen no entender cómo es que los comerciantes de la Central de Abasto y
del llamado “Tianguis de los jueves” no actúen en la solución de este problema
que les afecta por los malos olores, porque los consumidores meten a sus
pasillos aguas negras en sus calzados y porque venden alimentos a la
intemperie.
AGUA GRASOSA Y OLIENDO A PETRÓLEO..
“Si mi familia se enferma o pasa algo en materia seguridad por las
aguas grasosas y apestosas a petróleo que recibimos, hago directamente
responsable al director de CAPAMI y al gobierno municipal por omisión de
responsabilidades”, sentenció la señora Raquel Bailón Miranda, quien calificó a
quien presume es el director, "un viejo blanco, chaparro y de lentes. Un
grosero que nos trata mal y sólo promete ayuda sin cumplir".
La denunciante, que tiene su domicilio en la calle Tlacotepec 74 de la
colonia Insurgentes, narró a EDDLT que el sábado antepasado al medio día se
escuchó el ruido de la llave de agua potable, sinónimo de que tendrían el vital
líquido luego de varios días de escasez, por lo que conectó la manguera a su
cisterna, la cual por seguridad de su menor de dos años, la tiene tapada. Dijo
que fue al ir a checar que estuviera llena la cisterna cuando se dio cuenta de
una capa amarillenta y grasosa en su agua, la cual despide un fuerte olor a
petróleo o gasolina, por lo que cree que hay mezcla accidental.
Dijo haber acudido a CAPAMI de donde enviaron personal, pero ella por
necesidad de trabajo no estuvo, por lo que acudió nuevamente a la paramuncipal
en donde pidió hablar con el director, de quien refirió que de forma tajante le
dijo "qué quieres", a lo que respondió ayuda para investigar la
posible mezcla de agua con petróleo y agua para lavar su cisterna, porque una
pipa particular le cobra 400 pesos.
Dijo que el prepotente funcionario le indicó que ese mismo día
solucionaría su problema, pero pasó una semana y nada, por lo que fue su esposo
a reclamar, acción que derivó menor atención.
La denunciante expuso que poco a poco ha quitado la capa amarilla y que
está utilizando el agua grasosa y mal oliente para lavar, aseo y baños, agua
con la que en ocasiones ayuda a sus vecinos y que teme repercuta en la salud de
todos ellos.
Consideró que lejos de prometer sin cumplir, el director de CAPAMI debe
mandar a personal de esa dependencia e incluso pedir la intervención de
Protección Civil para que se investigue el porqué del agua grasosa y oliente a
petróleo.