LECTURA POLÍTICA Por Noé Mondragón Norato

LECTURA POLÍTICA
Noé Mondragón Norato
Astudillo: ¿Compromisos políticos pagados?

Los vendió como partes integrantes de “un gabinete plural”. Para darle una aparente legitimidad democrática a su gobierno. Pero se trata en realidad, de personajes incrustados en la administración estatal del priísta Héctor Astudillo, que arribaron por evidentes compromisos políticos y electorales contraídos durante su campaña por la gubernatura. Sin embargo hoy, a más de nueve meses de arribar como gobernante y ante los trascendidos políticos en el sentido de quehabrá ajustes en dicho gabinete, el mandatario estatal tricolor se encuentra en la encrucijada de removerlos como forma dehaber pagado ya dichos compromisos políticos. O les permita continuar como señal elocuente de que les sigue debiendo.Es cuestión de pulsar “la eficacia” con la que se han movido algunos de ellos.
OPOSITORES” CON ASTUDILLO.- Pagar compromisos es parte de la cultura política en México. Y el gobernador Héctor Astudillo, también lo hizo con algunos de sus “opositores”. Pero con resultados desastrosos para su administración. Se lee así: 1.- En la secretaría de Educación designó a José Luis González de la Vega Otero, un zeferinista de cepa pura. Pero en los sinuosos caminos de la implementación de la Reforma Educativa, ha fallado de calleSu más reciente descalabro se asocia con el despido de más de 60 maestros a fines de junio pasado. Y la cancelación de esa medida vendida recientemente comoun triunfo, en las negociaciones de la CNTE con el gobierno federal. Se confirma así, que De la Vega Otero es un deficiente administrador del conflicto, no un operador eficaz. 2.- En pago a los “favores políticos” hacia el grupo zeferinista, Astudillo Flores, nombró a la ex diputada local por el PRD, Gisela Ortega Moreno, como titular de la Coordinación General de Fortalecimiento Municipal. Y al ecuatoriano y también ex diputado local por ese partido, Fernando Donoso Pérez, comoasesor del gobernador en materia de Transporte y para el Acabus. La primera cumple a cabalidad funciones de ornato en esa dependencia. Y el segundo, mostró muchas dificultades para echar a caminar el Acabus. Ninguno de los dos está a la altura de los retos para los que fueron designados. Pero el gobernador parece conforme con tan visibles déficits. 3.- El pago de la cuota de poder para el partido Movimiento Ciudadano (MC), lo representó el arribo del ex diputado local, Mario Ramos del Carmen, a la Contraloría General del Estado. Y se entiende: fue puesto ahí para cubrirle las espaldas al ex edil de Acapulco y propietario en Guerrero de ese partido, Luis Walton Aburto. Y por supuesto, en impagable favor por no declinara favor de la ex candidata del PRD a gobernador, Beatriz Mojica Morga, un escenario que de haber cuajado, hubiesecolapsado el camino electoral del propio Astudillo, para arribar al gobierno estatal. Se entiende que por esa razón, Ramos del Carmen permanecerá en el cargo. Muy a pesar de que su desempeño como funcionario ha ido del gris al oscuro. Para efectos de mala gobernabilidad, eso es lo que menos parece importarle al mandatario estatal. 4.- En la Subsecretaría de Educación Básica, el gobernador designó al ex dirigente de la sección 14 del SNTE y ex diputado local por el Partido Nueva Alianza (Panal), Emiliano Díaz Román, quien tiene como asesor a David Serrano Vemet, un personaje que curiosamente,hizo contra campaña electoral contra el propio Astudillo. Y hoy presume en Facebook, caros periplos por los Estados Unidos. Emilio Díaz es además, zar del transporte público en el municipio de Iguala. Y se ha mantenido con un bajo perfil que confirma no solo su mediocridad, sino que el cargo le quedó demasiado grande. 5.- En la Dirección de Personal de la SEG, Astudillo pagó sus compromisos con el Colegio de Economistas, al empujar a Eduardo León Encarnación, un personaje que “pide moches” para concretar cambios de adscripción y claves laborales. Trasciende además, que ha llegado en estado inconveniente a laborar, no resuelve asuntos prioritarios y mantiene una disputa cerrada por los dineros de la dependencia, con el subsecretario de Finanzas, Ernesto Sandoval Cervantes. Bajo este deprimente escenario: ¿Astudillo habrá pagado ya sus compromisos políticos? ¿O le seguirá atizando al debate y a su propio desgaste con esta cauda de malos funcionarios?