Así opina Oflo
De análisis profundo
es la obra “Las Culturas Fracasadas” de José Antonio Marina, referente a la
“Autodestrucción”: ¡Qué difícil es actuar inteligentemente si la sociedad se
vuelve estúpida! Ahí el autor hace hincapié en aspectos torales de
enfrentamiento colectivo que simple y sencillamente nos están llevando a la
“Autodestrucción”, cuando por las mismísimas circunstancias que hoy vivimos y
no hemos sido capaces de superar, deberíamos actuar a la inversa.
En el análisis de
referencia se aprecia veracidad y contundencia, al señalar que: somos poco
aptos para entender que los cambios relevantes son producto de la razón, la
estrategia, la inteligencia, planeación y la cooperación. Y precisamente sobre
estos aspectos semanalmente involucro mis análisis, tal cual lo haré en esta
oportunidad.
Roger Bergeret nos
conduce al diccionario para entender el concepto de la lógica: ciencia formal
que estudia los principios de la demostración e inferencia válida. De donde la
inferencia es una evaluación que realiza la mente entre proposiciones: la
inferencia es -entonces- aquella acción y efecto de inferir o sacar una
consecuencia de otra cosa, deducir algo, conducir a un resultado.
Entonces toda esta
serie de conceptos apremiantes, tienen alto impacto sobre los marginales
resultados que se registran en los destinos turísticos maduros de Guerrero y la
potencialidad de valor agregado que se dispone. Simplemente no se avanza, por
la simple sinrazón de no aplicar la lógica en la planeación estratégica a la
que he hecho referencia en muchos de mis análisis semanales.
Aplicando
reflectores sobre la muy crítica situación turística actual de Guerrero,
llegamos a la conclusión de que ésta se dá porque simplemente, todos -en
especial el gobierno- la hemos encauzado hacia la “Autodestrucción”.
Cómo entender que
hasta hoy día siga sin ser aplicado el principal instrumento jurídico de
Fomento y Desarrollo Turístico para el Estado y los Municipios de Guerrero, la
Ley Número 494, en vigor desde diciembre de 2014, que establece de manera
precisa bases de coordinación y distribuye obligaciones y facultades entre los
tres órdenes de gobierno, bajo los principios de legalidad, sustentabilidad y
competitividad.
SECTUR Guerrero
sigue en la hamaca y no ha elaborado el reglamento de dicha ley, y la Comisión
de Turismo del Congreso Estatal (CTCE), único contrapeso para presionar al
gobierno estatal para la instrumentación del mismo, pues simplemente hace caso
omiso y todos felices, todos contentos.
Me explico mejor, la
Ley Núm. 494 le da dientes a la SECTUR Guerrero para obligar a los tres órdenes
de gobierno y empresarios, en el cumplimiento de obligaciones y
responsabilidades y con ello reposicionar el desarrollo de la infraestructura e
imagen urbana, así como ofrecer efectivos esquemas promocionales, eficientar
los servicios y evitar fraudes a los consumidores turísticos.
Entonces si la
citada ley no se aplica, pues no hay lógica enfocada a la razón, estrategia,
inteligencia, planeación y cooperación. Con el mayor respeto insisto, ¿cómo se
aplicarán estos conceptos, sí la mayoría de los funcionarios de la SECTUR
Guerrero y el FIDETUR Acapulco, que saben de turismo lo que yo sé de mecánica
de aviación, y que son como los maestros de la CNTE que se niegan a prepararse
profesionalmente, a cumplir con sus obligaciones, pero quincenalmente cobran?
Por ejemplo, si los
empresarios tanto se quejan por no recibir el 3% sobre la Prestación del
Impuesto al Hospedaje, pues con la ley en la mano, pondrías a chambear a la
CTCE, para modificar lo que hoy impide recibirlo para la promoción.
Paralelamente se haría cumplir la promesa de campaña del actual gobernador, de
dedicar los recursos en su totalidad a la promoción, ya que hoy ni siquiera se
aplican a ese fin ni dos de cada cinco pesos recabados por dicho impuesto.
Empero, todo está empantanado en la SEFINA Guerrero y que se joda el turismo;
por ejemplo sólo Acapulco mínimamente recibiría al año poco más de 35 millones
de pesos.
Y así como este
ejemplo, hay mucho por hacer, sólo hay que escarbar ponerse a trabajar y no
seguir colgando en alfileres la actual política turística estatal. ¿Cuál? Ya
basta de tanto protagonismo y simulación. Entonces cae como anillo al dedo los
que nos dice José Antonio Marina, referente a la Autodestrucción, y lo aplicamos
a nuestro gobierno: ¡Qué difícil es actuar inteligentemente si la sociedad se
vuelve estúpida!
A LOS POSTRES…
A LOS POSTRES…
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ENTONCES EL PROBLEMA sigue siendo el propio gobierno. Tal cual la siguiente
expresión: “El gobierno es tan mal administrador que el día que le den a
administrar el desierto del Sahara, seguramente al poco tiempo tendremos
escasez de arena”.
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CONTUNDENTE LA ESCUELA FISIÓCRATA al señalar que los gobiernos no deben
intervenir en asuntos económicos más allá del mínimo absolutamente
imprescindible para proteger la vida, la propiedad y mantener la libertad de
contratación.
Oflomx@hotmail.com @oflobeltran