LECTURA POLÍTICA
Noé Mondragón Norato
Los nulos resultados de tres
Fallas
en el gobierno de Héctor Astudillo Flores, hay muchas. Sobre todo, de los
miembros de su gabinete. Pero hay tres que en la actual
coyuntura ha abandonado literalmente su trinchera. Y
por supuesto, dejado solo al mandatario estatal tricolor. Se
trata del secretario general de Gobierno, Florencio Salazar Adame, del
secretario de educación, José Luis González de la Vega Otero y del secretario
de Fomento Turístico, Ernesto Rodríguez Escalona. Es cuestión de repasar su
pasividad y apatíaante los problemas que le estallan a su jefe
político, para entender la dimensión de las crisis que se les
acumulan.
ASTUDILLO: ASFIXIADO.- Ante la multiplicación de los bloqueos carreteros,
las marchas callejeras y los desmanes provocados por un bloque del magisterio
disidente agrupado en la Ceteg –el de Reyes Ramos-, el gobierno astudillista se
ha visto demasiado lento para reaccionar. Y
con la invaluable “ayuda” de sus tres secretarios de
despacho, es entendible quelas crisis se agudicen más. Se
lee así: 1.- La semana pasada, miembros de la Ceteg secuestraron la
caseta de cobro de La Venta, en las Autopista del Sol. Casi a
las puertas de acceso al puerto de Acapulco. Les pintaron los cristales a muchos
turistas, a cambio de que pasaran sin pagar. Desde luego,
muchos se opusieron a esa “generosidad” magisterial. Y
se crearon enconos y fricciones. En esa coyuntura, el secretario de Turismo,
Ernesto Rodríguez Escalona, se vio demasiado pasivo para informar
con prontitud al turismo. Y motivar y proteger su estadía en
el puerto. Como carece de estrategia y no se pone a trabajar –pues
acumuló vicios, corruptelas e ineficacias a lo
largo de sus tres periodos en ese cargo-, su jefe político se ve
obligado a rifarse solo con el movimiento magisterial
disidente. Ernesto en definitiva, no está haciendo su chamba. 2.- El
secretario de Educación, González de la Vega Otero, volvió a fracasar en
la aplicación de la evaluación a más de 700 maestros
guerrerenses, el sábado pasado. Hubo una notoria rebelión magisterial que se
negó a evaluarse. Pero eso no es lo peor, sino la confusión informativa derivada
de lo anterior. Así, cada medio de comunicación interpretó a su libre albedrío,
los números de los que no quisieron presentar la prueba. Unos señalaron que
cumplieron con la evaluación 200maestros, otros publicaron
que 250 y otros más, que solo fueron 13. ¿Cuál
es la verdadera cifra? ¿A quién de todos esos medios se le debe creer? ¿Es
esa la política eficaz de comunicación social de la SEG?
¿Olvida el secretario que la oportunidad es lo que cuenta en
materia informativa? Y hay otra perla: González de la Vega Otero, ni
siquiera tiene el control de los paros y bloqueos
magisteriales. Desconoce qué escuelas dejan de laborar. Tampoco
sanciona ni suspende pagos a quienes abandonan las aulas, como reiteradamente
lo amaga. Y por esa razón, la disidencia magisterial cobra fuerza. El
secretario les da alas para volar a los líderes magisteriales. Pero es en
realidad, la confirmación de que no puedemanejar
el conflicto. En consecuencia, es de los que suena fuerte para
irse. 3.- Finalmente, el secretario general de Gobierno, Florencio
Salazar Adame, aparece demasiado pasivo ante el conflicto
magisterial. Dos hechos lo hacen percibirlo así: primero, la ausencia de
negociación para retirar el plantón de maestros de la Ceteg
que instalaron hace más de un añoen la avenida Ruffo Figueroa y
Circunvalación, de Chilpancingo. El cual es apoyado por los seguidores
radicales de Reyes Ramos. Desquiciando el tráfico vehicular. Y
segundo, la proyección de una marcada anarquía al permitir y
tolerar el vandalismo magisterial que asalta camiones comerciales,
pinta automóviles particulares, y atenta contra los derechos de terceros.
Florencio es el responsable de la política interna y está obligado a
moverse. Pero no lo hace. Por eso, Astudillo Flores cabalga
solo en medio de esta crisis que se agudiza.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Trasciende que la reciente visita de la encargada de
la dirigencia nacional del PRD, Beatriz Mojica Morga, al edil de Acapulco,
Evodio Velázquez Aguirre, fue el fin de “jalarle la orejas”. No
solo ante su evidente ausencia de resultados como autoridad municipal, sino
en la coyuntura justamente, de su confrontación política con
el Fiscal, Xavier Olea Peláez. Bety leyó la cartilla a
Evodio.