Abrevando Por José Antonio Lavín Reyna

Abrevando
José Antonio Lavín Reyna
“Errar es cosa de cualquier hombre; pero preservar en el error sólo privativo de los necios”: Marco Tulio Cicerón, escritor y filósofo romano (106-43 a.C.)

Los dilemas de gobernar.

Cuándo se habla de quienes nos gobiernan, inmediatamente los relacionamos con individuos cuya única intención es llegar a embolsarse el dinero que pertenece a la comunidad, para desgracia de quienes nos gobiernan, la mayoría de las veces, resulta cierta la aseveración, por ello, los ojos están puestos en el presidente municipal y en los funcionarios que ocupan los puestos donde el manejo de los recursos no tienen límite, o sea los Secretarios de Finanzas y  de Obras Públicas y Desarrollo Urbano, a los cuales, en algunos municipios se agregan, el Oficial Mayor, los directores de Reglamentos y Espectáculos y de los mercados municipales.
Supuestamente existe un cuerpo edilicio, sin embargo estos personajes en lugar de ejercer su vigilancia sobre el ejercicio del gasto público, son parte de un grupo que extorsiona a los alcaldes, muchos ciudadanos desconocen que los alcaldes se enfrentan a un grupo mafioso, conformado por síndicos y regidores, elementos vividores del sistema, que ocupan dicho cargo, no por el voto ciudadano, sino por ser miembros de un partido político, la mayoría de ellos, son afines al partido que gano la contienda electoral, este grupo de obscuros ciudadanos, están perfectamente aleccionados de las canonjías obtenidas al amparo del poder y por lógica, no están dispuestos a perder ninguno de los privilegios, que sus antecesores “se han ganado” por traicionar al pueblo y votar siempre a favor de la aprobación de la cuenta pública, a sabiendas que llevan implícita corrupción. El reto en cualesquier de los Ayuntamientos del país,  especialmente en esta época de crisis, impunidad y corrupción, es combatir “dichos privilegios” aunque seguramente tendrá la franca oposición de ese cuerpo edilicio que tiene en la mira seguir usufructuándolos, en vez de erradicarlos.
Los ciudadanos debido a la opacidad en que se manejan todos los alcaldes del país, en  nuestro caso,  Esteban Albarrán, desconocemos todas las prestaciones que les otorga a la mafia edilicia, por ejemplo, se habla del ignominioso  bono de gasolina o transporte, el de ayuda social, bonos que son independientes del salario nominal o dieta y de la compensación que se fijan ellos mismos en su función de ediles, además, la mayoría de las veces, solicitan a la Tesorería Municipal y quienes son obedientes con el alcaldes, se hacen acreedores a créditos blandos para comprar autos, los cuales le son descontados de su sueldo, sin ningún tipo de interés.
Situación que es indignante para la clase trabajadora que en verdad se la rifa para desquitar en cualquier centro laboral su salario, y no cuenta con ese tipo de prestaciones extraordinarias que sólo la clase política se da el lujo de tener. ¡Y luego no saben por qué los electores se cansan y se cobran en las urnas esos agravios!
Al menos en este trienio no será la hora de ver que los regidores se ponen la camiseta del pueblo y le pierden el amor a esos bonos y compensaciones que afectan el presupuesto de egresos de cualquier municipio del país, y que afecta principalmente a los municipios con graves atrasos de infraestructura. ¿Ah, eso sí! todos los regidores cobran con independencia del trabajo que hagan en comisiones o en la calle; si asisten o no a las reuniones previas, si van a diario o no a sus cubículos y si tienen o no asistencia perfecta a las sesiones ordinarias de Cabildo.
Seguramente en esta etapa de austeridad y mayormente la que se aplicara el año fiscal 2017, no lograremos ver que los funcionarios y regidores quieran verse austeros y realmente controladores del gasto porque la Administración está llena de “compensaciones”, “bonos de despensa” “cajas de ahorro”,  un sinfín de “arrimadijos” que la vuelven un barril sin fondo y dejan a la población sin una mayor cantidad de obra.
Si se entrevista a cualquier alcalde, este se defiende señalando: “Es una herencia que por razones fiscales se da en ese sentido, no sólo en el Gobierno municipal, sino en todos los órdenes”, señalando que las prestaciones que perciben regidores, funcionarios y él mismo, tradicionalmente se han otorgado en las administraciones municipales.
Ningún alcalde se atreve siquiera a dialogar con los regidores que lo acompañarán en el Ayuntamiento para tomar medidas de austeridad y bajarse o eliminarse, por ejemplo, prestaciones de las cuales no gozan la mayoría de la población.
Es importante que se eliminen estas partidas incongruentes como el apoyo de gasolina y transporte, asistencia social y demás cuestiones anómalas.
Mucha tierra caerá sobre los muertos, antes que oír: “Como ediles nos proponemos solicitar una reducción en nuestro salario, para tener uno de acuerdo que nos permita vivir de  una manera honesta, como siempre lo hemos hecho, el cual  consideramos es suficiente  y el ahorro en el excedente que se destine a la obra pública y en acciones sociales con quienes menos tienen. Vamos apoyar a nuestra comunidad  y en acto republicano y de austeridad seremos solidarios con el Municipio, eliminando los gastos superfluos”.
La verdad nunca veremos que la mafia edilicia incrustada en cada uno de los cabildos de los municipios del país sea solidaria con la austeridad que todos deben mostrar.
En Iguala, parte de esa situación de derroche y dispendio es culpa de Esteban Albarrán al difundir lo que la Ley debe estar en la página de Transparencia Municipal, donde deben ser publicados todos, todos son todos, los ingresos que perciben todos y cada uno de los síndicos, regidores, directores generales y demás funcionarios que perciban salarios del gobierno municipal. Esa es la disposición de la Ley 207.
Y todavía faltaría que cumpla el compromiso de que analizaría que son muchos empleados para el tamaño del municipio que es Iguala. Posterior a su toma de posesión señalo que eliminaría algunos puestos de trabajo después de realizar un estudio concienzudo, serio, responsable, para manejar esta situación”, en diez meses no ha podido terminar dicho estudio. Por ello,  el Municipio no cuenta con recursos propios para ejecutar obras de infraestructura.
Algo Más…
Este columnista no es una pluma coaptada, ni tampoco le tiene INQUINA a nadie en particular, menos en lo general, la palabra inquina viene del  verbo latino 'inquinare' significa ensuciar, enfangar tanto en sentido físico como ético y moral. Desmenuzando la palabra, nos topamos con el prefijo -in y el verbo simple 'cunire' que en español se traduce como “producir estiércol”. Mierda, sin eufemismos.
Aunque poco se dice inquina ya que habitualmente se utiliza encono. Pero toca la casualidad que enconar no es otra cosa que un derivado del citado verbo latino 'inquinare'. Algunos sinónimos son aborrecimiento, animadversión, aversión, ensañamiento, exasperación, furia, irritación, malquerencia, odio, ojeriza, rabia, rencor, resentimiento, saña y tirria.
CCXCXXXXVIII.-  Sigue Esteban Albarrán sin subir al portal de transparencia, la información que la Ley 207 del Estado le obliga, la sigue ocultando a la población. Es necesario conocer: ¿Quiénes son, cuánto perciben  y qué actividades realizan los burócratas que cobran en la nómina municipal.  ¿Cuál es el temor?

Comentario adicional.-  La organizadora de múltiples eventos deportivos, artísticos y coloquiales,  Alma Rosa Velazco García, se encuentra muy delicada de salud. Es el momento de patentarle la solidaridad. Animo Alma Rosa.