Sin Factura Por Mario Raúl Hernández

Sin Factura
Érase una vez en que Salomón Majul…

Mario Raúl Hernández

Érase una vez… Corría mayo de 2015 cuando Salomón Majul González, candidato del PRI a la diputación federal por el Distrito 02, durante sus recorridos “incansables” por los nueve municipios así como de sus comunidades, se comprometía a pugnar a que el gobierno ampliara la cobertura de sus programas sociales para beneficiar a la mayor parte de la población de escasos recursos económicos.
Y durante sus largos viajes, diría también, que los municipios del Distrito 02, que hoy representa, requerían del apoyo solidario y constante de los distintos órdenes de gobierno, por lo que de forma valiente asumiría el compromiso de encauzar una labor legislativa, y de gestión constante, para que los rezagos históricos en cuestión social se atendieran y se resolvieran.
Y con las mismas palabrerías y ante el anhelo de llegar a su palacio (legislativo), a los campesinos les indicaría en su campaña, que al ganar la contienda electoral y obtener la diputación federal, propondría en el recinto de San Lázaro la creación de una ley que obligara a los entes gubernamentales a entregar fertilizante a los campesinos de forma gratuita, como una forma de incentivar el trabajo desarrollado por los agricultores.
Pero se cuenta que en su peregrinar se encontró con grupos de jóvenes priistas, a los que también cautivó, comprometiéndose a luchar por la implementación de un fondo para microcréditos, para que todos ellos terminasen sus estudios medio superior y superior, rematando: “ese es el impulso que necesitan los jóvenes de México”.
A otros, ofreció, la urgente creación de un fondo de becas, "quiero buscar que el apoyo sea real y que en verdad llegue a los que más lo necesitan”…
También a las mujeres y a madres de familias, las alucinó, ofreciéndoles lluvias de beneficios: a las madres solteras, mujeres con discapacidades diferentes, maginadas, de la tercera edad, en fin… el prometer, no lo empobreció.
Pero, resultó que una vez llegado al palacio (legislativo), de Salomón Majul en la municipalidad igualteca, jamás se volvió a saber nada. Muchos dicen que pudo haber sido mera aparición; otros que consiguió alcanzar una estrella, y otros más, que viaja en un asteroide, algo así como El principito de Antoine de Saint-Exupery.

Lo cierto es que en la municipalidad todos son felices, esperando que algún día regrese… “Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos”.