Sin Factura
Mario Raúl Hernández
Esa libertad tan vituperada
Y aunque diversos comunicadores confunden el 7 de
junio (Día de la Libertad de Expresión) con el 4 de enero (Día del Periodista):
la libertad es inconfundible.
La libertad de expresión contribuye a ejercer
derechos y libertades fundamentales como la libertad de prensa, los derechos de
reunión, de asociación, de petición y de participación política.
Es un derecho humano básico, constitucional,
fundamental: inherente y necesario a la naturaleza humana. Este día no
corresponde a nombrar quiénes murieron o quiénes fueron, hoy significa saber de
nuestras libertades sin zalamerías.
El 3 de mayo fue proclamado como el Día Mundial de
la Libertad de Prensa en 1993, por la Asamblea General de las Naciones Unidas,
siguiendo la recomendación de la Conferencia General de la UNESCO.
La fecha se eligió para que coincidiera con el
aniversario de la Declaración de Windhoek, en la cual los representantes de
medios de comunicación africanos que participaban en un seminario organizado
por la UNESCO, en la capital de Namibia, elaboraron un documento donde se
recogían los principios de la libertad de prensa.
El Día Mundial de la Libertad de Prensa es una
oportunidad para: celebrar los principios fundamentales de la libertad de
prensa; evaluar la situación de la libertad de prensa en el mundo; defender los
medios de comunicación de los atentados contra su independencia y rendir
homenaje a los periodistas que han perdido la vida en el cumplimiento de su
deber.
Miguel Alemán instituye el Día de la Libertad de
Prensa a iniciativa del coronel José García Valseca, dueño de la cadena de
diarios más grande del país, durante un banquete que le ofrecen los directores
de periódicos y revistas de toda la República, en el que le entregan un
pergamino firmado por todos ellos, en reconocimiento a que semanas antes,
cuando la escasez de papel amenazaba la existencia de los diarios, dispuso que
Ferrocarriles Mexicanos convirtiera los carros de pasajeros en furgones de
carga para transportar papel, lo que salvaguardó el ejercicio de la libertad de
prensa, según le dijeron los empresarios asistentes.
Años más tarde, en 1976, el presidente Echeverría
añadirá a esta celebración, la entrega en este día, del Premio Nacional de
Periodismo a los más destacados miembros de la prensa escrita y electrónica por
sus trabajos desarrollados durante el año anterior en los diversos géneros
periodísticos.
A 60 años de haberse decretado esta fecha, sigue
siendo un tabú, que realmente se pueda manifestar las ideas de cualquier
individuo y en donde sea. Los más afectados son los periodistas que al ejercer
su derecho de libertad de expresión han perdido la vida.
Hoy nos corresponde saber quiénes son los verdaderos
profesionales del periodismo porque hay también quienes se ocultan, en pleno
siglo XXI, a través de este noble oficio para poder realizar sus ilícitos.