LECTURA
POLÍTICA
Noé Mondragón Norato
Violencia e indolencias de la Reforma
Desde
la perspectiva que se le quiera ver, el gobernador Héctor Astudillo Flores y su
secretario de Educación, José Luis González de la Vega Otero, les están
ayudando muy poco al presidente del país, Enrique Peña Nieto y al secretario de
Educación, Aurelio Nuño Mayer, a sacar avante la Reforma Educativa. No solo por
su visible apatía e indolencia al respecto, sino porque, han carecido de la
estrategia adecuada para llevar el mensaje real hacia el grueso del magisterio.
Y eso se traduce después, en sendas movilizaciones que cuestionan la
legitimidad de una Reforma que por momentos, parece condenada al fracaso. Basta
con ubicar algunas coyunturas.
REFORMA,
VIOLENCIA Y DESINFORMACIÓN.- En el antiquísimo y estratégico libro El Arte de
la Guerra, el general chino Sun Tzu, plantea una máxima contundente: “la mejor
victoria es vencer sin combatir. Y esa es la distinción entre el hombre
prudente y el ignorante. El arte de la guerra se basa en el engaño”. Los hechos
recientes confirman que los postulados de Sun Tzu, están más vigentes que
nunca: 1.- Ante la ausencia de información sobre los alcances y consecuencias
laborales de la Reforma Educativa, los miembros de la Ceteg aprovechan para endosarle,
a través de panfletos, toda clase de calamidades. Y eso desde luego, le mete
mucho miedo a un magisterio guerrerense que confirma también, sus niveles de
atraso al no investigar ni documentarse en relación a las afectaciones
laborales reales de esta polémica Reforma. No es un magisterio que lea o
investigue. Es entonces
cuando
se deja llevar por sus dirigentes magisteriales, quienes encuentran terreno
fértil para ejercer la manipulación sobre ellos. Los engañan aprovechándose de
su desinformación. Y el gobierno estatal y federal se quedan sentados.
Observando cómo se fermenta el conflicto. Los dirigentes de la Ceteg llenan los
vacíos informativos que ni Astudillo Flores ni Peña Nieto, están dispuestos a
cubrir. 2.- Un escenario perturba: si la mayoría de las entidades del país no
se han quejado demasiado en relación a la Reforma Educativa -como sí lo han
hecho con insistencia Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas-; ¿significa acaso
que las mayorías no tienen esta vez la razón? ¿Es el atraso y la ignorancia lo
que hace al magisterio disidente de estas cuatro entidades, renunciar a la
prudencia e inclinarse por la violencia, tal y como lo plantea Sun Tzu? Cierto:
el hartazgo contra la galopante corrupción generada desde los gobiernos y los
partidos políticos, la impunidad que asfixia y también mata, un aparato de
justicia podrido y ofertado al mejor postor y el clima de inseguridad
generalizado, han provocado la irritación permanente de los ciudadanos. La
ingobernabilidad. Pero el asunto central es que el magisterio disidente no ha
sido capaz de crear una estructura de lucha que aglutine a todos los sectores
de la sociedad. Y se han enfocado exclusivamente, en su movimiento. Lo cual los
vuelve sectarios y egoístas. Porque si en este momento hipotéticamente, el
gobierno federal asumiera la derogación de la Reforma Educativa, los maestros
inconformes regresarían a sus aulas. Al igual que los partidos políticos y los
grupos de poder, están observando el privilegio de sus intereses. Pero sobre
todo, aquellos que afectan a los estrechos círculos de dirigentes magisteriales
que los manipulan con recurrencia. Y que al final, utilizan a las mayorías
doblemente: como carne de cañón en las
marchas
y los bloqueos carreteros –como acaba de ocurrir en Oaxaca-, y luego, como
bandera política de presión contra los gobiernos cuando ya están muertos. ¿Esa
es la apuesta interminable del magisterio disidente? Es evidente que la lucha
social debe instalarse más allá del conflicto magisterial. El país necesita
refundarse. Pero con el concurso y el consenso de todos los sectores que lo
integran. Urge un Pacto de la Moncloa, como en España. Porque como asumía Sun
Tzu, la mejor victoria es vencer sin combatir.
HOJEADAS
DE PÁGINAS…Carolina Monroy del Mazo, prima del presidente Peña Nieto, quedó
temporalmente como sustituta del cuestionable ex dirigente nacional del PRI,
Manlio Fabio Beltrones Rivera, quien risiblemente descubrió la corrupción de
los gobernadores del PRI, hasta que llegó al CEN de ese partido. Y durante sus
48 años de militancia tricolor, estuvo sordo y ciego al respecto. Hoy quiso
lavarse las manos y salir como héroe político incomprendido.