Evaluaciones
médicas lo confirman…
Torturados,
los presuntos
responsables
del Caso Iguala
*
“El Chereje” presentó 30 lesiones que no tenía al ser revisado por el médico
naval; El Gil denunció tortura y una puesta a disposición no apegada a la
realidad…
Se confirman
indicios de tortura en los principales sospechosos del crimen y desaparición de
los 43 normalistas de Ayotzinapa, entre éstos: Jonathan Osorio Cortez, El Jona;
Agustín García Reyes, El Chereje; Patricio Reyes Landa, El Pato; Felipe
Rodríguez Salgado, El Cepillo, y Miguel Ángel Landa, El Dubalín. Además de
Gildardo López Astudillo, El Gil.
Rubén Mosso/Milenio
Las evaluaciones médicas que presentaron las fuerzas federales sobre la
detención de 17 de los principales sospechosos en el asesinato y desaparición
de los 43 normalistas de Ayotzinapa, arrojaron que presentaban una lesión menor
al momento de su captura, pero tras su salida del Ministerio Público Federal
registraban varias que hacen presumir actos de tortura, de acuerdo con informes
oficiales a los que tuvo acceso el Grupo Interdisciplinario de Expertos
Independientes (GIEI).
La PGR admitió que investiga supuestos actos de tortura contra 66
personas relacionadas con el caso Iguala, de las cuales 34 afirmaron que fueron
víctimas de servidores públicos de la institución, mientras que el resto por
diversas autoridades. En el segundo informe del GIEI se contrastan los reportes
oficiales que en materia de medicina entregaron las fuerzas federales, entre
ellas, la Secretaría de Marina y la Policía Federal, tras la detención de los
sospechosos.
Asimismo se exhiben los proporcionados por el Ministerio Público
Federal. Todos constan en la averiguación previa. Los cinco presuntos sicarios
de Guerreros Unidos que admitieron en la PGR que participaron y presenciaron el
asesinato y quema de los cuerpos de los 43 normalistas de Ayotzinapa aseguraron
que los torturaron.
Los presuntos delincuentes que afirmaron que presenciaron, participaron
y asesinaron a los estudiantes son: Jonathan Osorio Cortez, El Jona; Agustín
García Reyes, El Chereje; Patricio Reyes Landa, El Pato; Felipe Rodríguez
Salgado, El Cepillo, y Miguel Ángel Landa, El Dubalín, además de Gildardo López
Astudillo, El Gil, este último coordinó la operación. Como ejemplo, el GIEI
expuso el dictamen médico practicado a El Chereje: de acuerdo con la puesta a
disposición la detención fue pacífica. El médico naval únicamente registró una
equimosis en “hipocondrio izquierdo”, y según refiere el informe médico dicha
evaluación fue realizada dentro de instalaciones de la SEIDO; sin embargo, el
informe médico del 28 de octubre de 2014, a las 00:50 horas, dos horas después
de su ingreso y siete horas después del primer informe médico realizado
posteriormente a su detención, refiere la existencia de 30 lesiones que no
tenía al momento de ser revisado por el médico naval. ‘El Chereje’ presentó 30
lesiones que no tenía al momento de ser revisado por el médico naval.
El GIEI documentó que durante la evaluación psicológica del 28 de
octubre, El Chereje dijo al psicólogo que fue torturado, que le pusieron una
bolsa en la cabeza, que lo golpearon y le dieron toques con la “chicharra”.
Para lo expertos de la CIDH, el Estado mexicano no aplicó debidamente el
Protocolo de Estambul en casos en los que sí denunciaron tortura ante el propio
MP o cuando los hallazgos eran sugestivos de tortura. “Solamente ordenaron
informes basados en dicho protocolo, tras el paso ante el juez muchos meses
después”, indica su informe.
A petición del GIEI, el Consejo Internacional de Rehabilitación de
Víctimas de Tortura (IRCT por su sigla en inglés), con sede en Dinamarca,
emitió una opinión sobre los informes médicos de los 17 principales probables
responsables en la desaparición y homicidio de los estudiantes. El estudio
estuvo estructurado de la siguiente manera: en un primer apartado se recogieron
los resultados del estudio general realizado por el médico forense Francisco
Etxeberría respecto a una muestra de 80 casos de personas detenidas realizado
para el informe Ayotzinapa: Conclusiones preliminares realizadas por el GIEI y
publicadas en septiembre de 2015. Posteriormente se presentó el estudio de 17
casos de inculpados en los que se analizan los informes médicos realizados y
que se encuentran en el expediente del caso AP-001/2015.
También se analizó la existencia de algunos informes que recogen
lesiones de diferentes casos de detenidos en un mismo informe o bien hacen
valoraciones colectivas sobre las lesiones. El consejo internacional concluyó,
tras el análisis de los 17 casos, “que hay indicios suficientes de que los
detenidos pueden haber sufrido tratos crueles, inhumanos o degradantes o
tortura, indicios que debieron haber desencadenado en una investigación
conforme con los estándares de diligencia establecidos por la normativa
internacional (Protocolo de Estambul) de protección de los derechos humanos”.
Por lo que hace al caso de Gildardo López Astudillo, El Gil, capturado
por la Policía Federal, en Taxco, Guerrero, en septiembre de 2015, y quien
presuntamente ordenó la ejecución e incineración de los 43 normalistas de
Ayotzinapa: “Tras su traslado a la Ciudad de México, a la sede de la SEIDO, se
realizaron dos informes médicos en un periodo muy corto de tiempo, en la
madrugada del 17 de septiembre de 2015, uno a las 00:05 horas y otro a las
00:20 horas”. Ambos informes, señaló el GIEI, son idénticos y forman parte de
dos distintas averiguaciones previas. En su declaración ministerial, a las 06:30
horas del mismo 17 de septiembre, se incluye una fe de lesiones, en la que El
Gil manifestó “que la detención que se narra en el parte no está apegada a
realidad”. En la ampliación, el 17 de septiembre a las 21:30 horas, El Gil
denunció que fue torturado en el momento de la detención.