LECTURA POLÍTICA
Noé Mondragón Norato
Los distractores
de Acapulco
Dentro del río
revuelto de los últimos acontecimientos ocurridos en la entidad,
hay cuando menos tres de ellos que podrían
encuadrarse comodistractores para sacar la atención pública y de
manera rápida, de los sangrientos hechos de Acapulco del pasado domingo. Nada
más es cuestión de pulsar las formas para
entender los fondos.
1.- El reportero taxqueño
Francisco Pacheco Beltrán, fue asesinado a las puertas de su domicilio, el
pasado lunes por la mañana. De hecho, muy temprano. Este proditorio, cobarde y
condenable acto criminal, metió ruido porque ocurrió
justo unas cuantas horas después de darse una
balacera y persecución entre Policías Federales y delincuentes en plena Costera
de Acapulco. Lo cual generó miedo y psicosis entre los ciudadanos. Temor
de los paseantes para garantizar su visita el próximo puente del
5 de mayo, a ese puerto turístico. Y como dicho evento puso en un
predicamento político al gobernador Héctor Astudillo -en función de
que no se encontraba en la entidad-, el homicidio
del comunicador sirvió de rebote, para desviar la atención sobre
esos hechos. Y entonces la prensa local ya no se enfocó en dirigir sus
críticas y cuestionamientos hacia Acapulco y las secuelas de la
balacera, sino en demandar el esclarecimiento en
el asesinato de Pacheco Beltrán. Exigir respeto a la libertad
de expresión. Organizar marchas de repudio al podrido estado de cosas que
se vive. Arrancarle al propio mandatario, una promesa: la
creación de un Grupo Especial de la Fiscalía General del Estado (FGE) que
investigue la ejecución del comunicador taxqueño. Pero ese crimen sirvió de
algún modo, como distractor.
2.- Como los medios de
comunicación nacional y locales tardaron demasiado en difundir la balacera en
Acapulco, las redes sociales le entraron con fuerza a la cobertura de la misma.
Y como ahí el gobierno estatal y su fallida estratega de comunicación social,
Erika Lürhs Cortés, no pudieron ejercer ningún tipo de censura, el
propio mandatario estatal se encargó de condenar la libertad
con que se movieron estas redes ciudadanas: “hubo información de mala fe,
con negativos propósitos para Acapulco”. Esa postura tuvo la intención muy
clara, de marcar una línea entre buenos y malos. El
bueno era el gobierno estatal que trató de darle el clásico carpetazo a
los hechos de Acapulco, con el fin de vender una imagen
de paz y tranquilidad que está muy lejos de ser cierta. Y
las malas fueron las redes sociales que se encargaron de
exhibir lo contrario. La verdad a secas. Al final, se trataba
de buscar distractores. Y responsables que no lo fueron.
3.- El tercer asunto sirvió
también como soporte para desviar la atención de
la balacera en Acapulco, la cual sin embargo, ya había permeado todo el ámbito
nacional e internacional: la detención por parte de la Policía Federal, del ex
edil perredista del municipio de Cuetzala del Progreso, José Santos Gonzaga
Miranda. Lo acusaron de participar directamente en el trasiego y comercialización
de droga en los municipios de Cocula, Iguala y Cuetzala, para el grupo
criminal Guerreros Unidos. Desde luego que el punto central
consistía en que la prensa local se ensañaramediáticamente con
dicho ex edil. Y con el PRD como partido político. Pero si en Acapulco la
violencia le pegó con rudeza al edil perredista Evodio Velázquez, también
alcanzó a dañar al propio mandatario estatal tricolor. Y al edil priísta de
Taxco, Omar Jalil Flores Majul. Los distractorespudieron jugar su
papel. Pero fue insuficiente para el tamaño descomunal de la crisis de
autoridad.
HOJEADAS DE
PÁGINAS…El edil al cual su cabildo ya le aprobó apresuradamente,
su incorporación al Mando Único, es el de Chilpancingo, el priísta Marco
Antonio Leyva Mena. Y es que los empresarios ya se están armando ante
la imparable ola de violencia. Y por supuesto, la visibleincapacidad del
alcalde para garantizar la seguridad a sus gobernados. Las
crisis de gobernabilidad parecen interminables. Un mal endémico en
toda la entidad.