LECTURA POLÍTICA
Noé Mondragón Norato
Ganar con los
favores políticos de todos los ex gobernadores
Para ganar la
elección del pasado 6 de junio, el actual gobernador Héctor Astudillo Flores,
tuvo que pactar con todos los ex gobernadores vivosde
Guerrero. Y también, con uno que otro perredista oportunista. De
otra forma, no lo hubiese logrado. Y
de esos pactos soterrados se entiende la integración del actual gabinete
estatal. Basta con explorar algunos personajes para entenderlo mejor.
PACTAR CON TODOS LOS EX GOBERNADORES.-
Si se mira bien, Astudillo tuvo que amarrar bien el
triunfo. Y lo hizo convencido de dos cuando menos dos cosas: el perredismo
había fracasado como gobierno. Y sacó ventaja del
asunto Ayotzinapa. Los ex gobernadores jugaron un papel clave: 1.- Al
ex mandatario estatal, Rubén Figueroa Alcocer, lo neutralizó con
una grabación que se filtró y en la cual ordenaba apoyar al
candidato perredista a la alcaldía de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre. Hoy,
su hijo Rubén Figueroa Smutny, se peleó mediáticamente con Evodio, pero ya
no con Astudillo. A cambio de la venta del fertilizante al gobierno
estatal, por parte del ex mandatario. 2.- René Juárez
Cisneros, fue otro ex gobernador que lo apoyó. Logró a cambio,
la Secretaría de Desarrollo Social con Alicia Zamora, la representación del gobierno
estatal en la Ciudad de México con su hijo René Juárez Albarrán, la Secretaría
de Turismo con Ernesto Rodríguez Escalona, el Secretariado Ejecutivo del
Consejo Estatal de Seguridad Pública, con Daniel Pano Cruz, y la Secretaría de
Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, con Juan José Castro Justo. Si en 2005
René llevó a la derrota a Héctor Astudillo, hoy se reivindicó. Pero cobró un
alto precio por ello. 3.- El ex gobernador
Ángel Aguirre Rivero, también contribuyó al triunfo astudillista.
Obtuvo a cambio el Instituto Estatal para la Educación de Jóvenes y Adultos de
Guerrero (IEJAG), con Jorge Salgado Parra, la Dirección del Parque Industrial
Guerrero, -ubicado en el poblado de El Ocotito- con Humberto Armenta Adame, y
la secretaría particular del propio gobernador Astudillo, con Marco César
Armenta Adame. Ambos hermanos y parte del staff político aguirrista.
Se espera además, una posición importante en el gabinete astudillista,
para el senador Sofio Ramírez Hernández, quien concluirá su periodo legislativo
en 2018. Y ya se le pegó fuerte en
la sucesión presidencial para ese año, al secretario de Gobernación, Miguel
Ángel Osorio Chong. 4.-El ex gobernador perredista, Zeferino
Torreblanca Galindo, también apoyó a quien fue su víctima electoral en
la elección de 2005. Y él, verdugo.Obtuvo dos posiciones visibles de poder en
el actual gabinete estatal: la secretaria de Educación Guerrero, con José Luis
González de la Vega Otero, quien a su vez empujó a su primo, Juan
Carlos Martínez Otero, como director general del Colegio de Bachilleres. Y la
asesoría en la Secretaría de Finanzas, por parte del ex
diputado local perredista, Fernando Donoso Pérez. 5.- el
diputado federal plurinominal perredista, David Jiménez Rumbo, también se metió
a la negociación con Astudillo Flores. Por eso nunca se paró en
la campaña a gobernador de la ex candidata de su partido, Beatriz Mojica Morga.
Y cuando esta última impugnó la elección, Jiménez Rumbo la quiso frenar de dos
formas: llamando a Héctor Astudillo “mi gobernador electo y el
de todos los guerrerenses”. Y conminándola a que “en
lugar de realizar denuncias y acusaciones, deberían estar tomando la mano que
nos extendió el gobernador electo Héctor Astudillo”. Pero éste último se
la extendió nada más a él y a su tribu el Grupo
Guerrero, logrando así ratificar en la dirección general
del Conalep, al ex consejero electoral Arturo Pacheco Bedolla. También se
embolsó la dirección del Parque Papagayo y la Dirección General para la
Atención de Escuelas Privadas de la SEG. Curiosa y casualmente, hoy Jiménez
Rumbo, es empresario de escuelas privadas. Pero como la actual
administración brilla por su opacidad –contrario al
recién cacareado Programa de Ética y Transparencia Gubernamental-, los
nombres de estos dos últimos funcionarios no aparecen en
el directorio del gobierno estatal. Ni los de muchos otros. Así,
Astudillo necesitó para ganar, los favores políticos de todos
los ex gobernadores. Y hoy los está pagando.