FORO POLITICO
Por: Salomón García Gálvez.
PLAN: ACABAR CON
ECONOMÍA.
El Estado Mexicano -el gobierno en todos sus niveles- además de combatir
a los grupos de la delincuencia organizada, enfrenta ahora a grupúsculos de
anarquistas, que también pretenderán hundir la economía de Acapulco y acabar
con el principal destino turístico de Guerrero.
Los dos grupos fuera de la ley; pero ambos pretenden casi lo mismo: Poder
y fortuna, también someter al Estado Mexicano, mediante el pánico, la
rumorología cibernética -a través de las redes sociales-, que paralizaron al
puerto 24 horas, con el cierre de negocios, calles vacías tensión y zozobra
entre la población acapulqueña, el principal motor de la economía guerrerense.
El mismo gobernador Héctor Astudillo Flores, lo reconoció: quienes
utilizaron las redes sociales, generaron pánico; fue un acto de mala fe, con
negativos propósitos para Acapulco, pero se investiga de dónde salieron los
“trolls”.
Lo cierto es que las redes sociales son ahora mal utilizadas para –mal-
informar sobre el real estado de cosas de Acapulco. Hablan pésimo de Acapulco,
difaman, generan crisis en un gobierno –estatal- bien intencionado que encabeza
el mandatario Astudillo Flores.
Una ataque contra policías federales, cuya reacción natural produjo una
balacera en plena Costera de Acapulco, fue bien aprovechada por los embozados
enemigos del gobierno estatal.
Se trata de gente que se mueve en la oscuridad, que pretenden ver hundido
a Guerrero, a Acapulco; grupos caciquiles y nostálgicos de poder, que actuaron
malévolamente conociendo el efecto que causarían entre un segmento de la
población –pánico y zozobra-, pero el daño se lo hacen a miles de familias cuyo
sustento es el turismo. Quieren victimar Acapulco.
ANÁRQUICOS, OTRA AMENAZA.
Tras el informe final del caso Iguala, rendido por el Grupo Interdisciplinario
de Expertos Independientes (GIEI), que no satisfizo a los padres de los 43
normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, ni a quienes los andan “pastoreando”,
grupos de -anarquistas foráneos y locales-, apoyados por “agrupaciones
sociales”, se aprestan –otra vez- a desafiar al gobierno, mediante acciones
violentas. Igual que los capos: también quieren someter al Estado Mexicano.
Al puerto de Acapulco han llegado unos ocho autobuses con poco más de 300
“ayotzinapos” y “colados” -compinches- de éstos, con intenciones de dañar la
economía y alejar al turismo nacional y a los pocos extranjeros.
Las células -simpatizantes de guerrillas-, están a la espera de órdenes
de “arriba”, para vandalizar, violentar y provocar graves daños a negocios y
dependencias. Se escudan en la Federación de Estudiantes, Campesinos,
Socialistas de México (FECSM), una pantalla ultra radical.
Lo cierto es que el gobernador Héctor Astudillo Flores, siempre ha sido
solidario con el caso Iguala-Ayotzinapa, y más con los padres de los 43
normalistas desaparecidos. Incluso, Astudillo clama para que el caso nunca se
cierre, ni las investigaciones y que se llegue hasta las últimas consecuencias.
“Los padres de los 43 normalistas desaparecidos tienen toda la
solidaridad del gobierno del estado, que se sepa dónde están”, manifestó el
mandatario guerrerense.
El gobierno que encabeza Héctor, es el menos culpable de lo ocurrido en
Iguala. Su gobierno que tiene un amplio respaldo popular, no puede pagar los
platos rotos que hicieron otros.
Cuando Astudillo arribó a la gubernatura, los hechos de Iguala, ya tenían
un año de ocurridos. ¿De qué se le puede responsabilizar al mandatario
guerrerense? ¿De ser tolerante, político de diálogo, concertador y
reconciliador? ¿De qué?
Más ataques violentos a la economía de Acapulco, es pegarle duro al
estómago de miles de familias, cuyo sustento es el turismo. ¿Es esa la
intención? ¡Cuánta ruindad!
Y los perversos que mal utilizan el Facebook, Whats App y Twitter, antes
de (mal) utilizar esas herramientas en las redes sociales para apanicar a la
población, deberían pensar que hunden Acapulco, lo victiman, pero también
alejan al turismo, hablando mal del puerto… Punto.
OLEA: 700 ÓRDENES DE APREHENSIÓN.
El trabajo que realiza el Fiscal General del Estado, Xavier Olea Peláez,
tiene buenos resultados: 700 órdenes de aprehensión han sido ejecutadas en los
últimos cinco meses de ejercicio contra igual número de presuntos delincuentes
en toda la entidad.
El abogado Olea Peláez, no se anda con medias tintas; dice las cosas como
son: Que encontró una Fiscalía colapsada, en quiebra, pero eso no lo arredra y
continúa trabajando en el combate a la delincuencia, atrapando y desarticulando
bandas de secuestradores, asaltantes, homicidas y todo tipo ilícitos. La chamba
de Fiscal General, nadie en Guerrero la quería, pero Don Xavier cumple su
cometido apegado a la ley…Punto.