Permitieron
el ataque y detención de los normalistas…
Identifican a los 7 federales que
participaron en la noche de Iguala
* Entre ellos, Luis A. Dorantes M., que
era el Jefe de la base de PF en Iguala
Identificados, los
siete policías federales que participaron en los ataques y desaparición de los
estudiantes normalistas de Ayotzinapa, en Iguala.
Documentos internos de la base de la Policía Federal (PF), en Iguala,
Guerrero, obtenidos de la Secretaría de la Función Pública (SFP) y de la propia
corporación a través de la Ley Federal de Transparencia, revelaron los nombres
de los siete policías que actuaron en la desaparición de los 43 estudiantes de
la Normal “Raúl Isidro Burgos” de Ayozinapa, ocurrida el 26 de septiembre de
2014. Todo esto consta en una investigación publicada por la cadena
estadounidense Univisión, realizada por la periodista Anabel Hernández, con el
apoyo del Programa de Periodismo de Investigación de la Universidad de
California en Berkeley.
Los federales que participaron en estos hechos fueron: el suboficial
jefe de la base de la PF en Iguala, Luis Antonio Dorantes Macías; el subinspector
José Carlos Hernández Romero; el oficial Víctor Manuel Colmenares Campos; el
suboficial Emmanuel de la Cruz Pérez Arizpe; el oficial Arturo Gómez Gómez; el
suboficial Marco Antonio Pérez Guzmán; y el suboficial Alfonso Ugalde Cámara.
Colmenares Campos y Pérez Arizpe son dos policías señalados como
cómplices directos en la desaparición de 15 ó 20 normalistas del autobús
Estrella de Oro 1531, a la altura del Palacio de Justicia en Iguala, y según
dice Univisión, dichos elementos fueron reconocidos por un testigo de la
Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
La semana pasada la Comisión reveló que un testigo vio directamente el
momento en que policías municipales habrían agredido a los estudiantes en la
autopista federal 95 y obligado a bajar del camión para luego subirlos a
unidades de la Policía Municipal de Huitzuco para llevárselos. Además, la CNDH
afirmó que dos federales estuvieron presentes y dejaron que ocurriera la acción
ilegal en el tramo carretero que está bajo jurisdicción de la Federal.
La CNDH dijo que el testigo pudo identificar plenamente a los dos
federales, pero hasta ahora no se conocían sus nombres. “Otros testigos de los
hechos, entrevistados en septiembre de 2015, señalaron que a la altura del
Palacio de Justicia vieron a federales apuntando sus armas contra los
normalistas, ante decenas de autos que quedaron parados por el bloqueo hecho
para detener, atacar y desaparecer a los estudiantes”, señala la investigación
de Hernández.
“El gobierno de México responsabiliza de los ataques de esa noche y la
desaparición de los 43 normalistas al alcalde de Iguala, José Luis Abarca; a su
esposa, María de los Ángeles Pineda Villa; al grupo criminal Guerreros Unidos;
y a policías municipales de Iguala y Cocula, cuyas declaraciones autoincriminatorias
se han obtenido –en la mayoría de los casos- bajo presunta tortura.
Hasta ahora, se ha negado a investigar a la PF y al Ejército”, recordó
Univisión. En lo que pareciera una acción de encubrimiento, indica el medio
estadounidense, después de los hechos Colmenares y Pérez Arizpe fueron
rápidamente trasferidos a otras bases de la Policía Federal, en lugar de ser
sometidos a investigación. El primero de ellos fue enviado a Tlaxcala, y el
segundo a Tlalnepantla, ambos con tareas de vigilancia. Según los documentos,
Dorantes y Colmenares tienen un historial de indisciplina e irregularidades en
la corporación. Súbitamente, a menos de un mes de la desaparición de los
normalistas, Dorantes renunció a la PF, y ninguno de los dos, ni Colmenares
Campos, ni Pérez Arizpe, han sido interrogados por la PGR, señala Univisión.
Así mismo, algunos de los siete federales mencionados detuvieron al
camión donde viajaban los jugadores de futbol soccer del equipo Avispones de
Chilpancingo, a la altura del Palacio Judicial de Iguala, mientras ocurría el
ataque contra los normalistas. “Y tras dejarlos ir, metros adelante fueron
baleados con armas de grueso calibre, según la denuncia hecha por padres de los
futbolistas a principios de marzo ante la Comisión especial de la Cámara de
Diputados que investiga el Caso Ayotzinapa”, señala la investigación.
Univisión asegura que cuenta con pruebas documentales que demuestran
que la base de la Policía Federal de Iguala vigiló a los normalistas de
Ayotzinapa desde el 25 de septiembre, cuando llegaron a las inmediaciones de
Iguala a hacer un primer boteo. “Y el 26 de septiembre, junto con el Ejército y
Policía Estatal, Colmenares Campos y otros federales vigilaron al camión
Estrella de Oro 1531 desde las 8.00 de la noche cuando los estudiantes llegaron
a la caseta número 3 en la entrada de Iguala. Cuatro horas después en el
Palacio de Justicia de ese autobús desaparecieron todos los normalistas”,
señala.
La noche del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, cerca de cien
estudiantes que viajaban en cinco camiones fueron atacados con armas de fuego,
así como un camión de jugadores de futbol que habría sido confundido con el
camión donde viajaban los normalistas. Al final de esa noche, tres estudiantes
y tres vecinos resultaron muertos, hubo más de 20 heridos y 43 estudiantes
desaparecieron.
De acuerdo a la documentación recabada por el medio, la PF estaba en
alerta por la presencia de normalistas desde al menos un día antes. En la
tarjeta 1348/ 2014 fechada el 25 de septiembre, Dorantes informó a sus
superiores que la corporación Federal vigiló en la autopista Iguala-Mezcala
durante tres horas a 50 estudiantes de la Normal que viajaban en un autobús
Estrella de Oro. La tarde del 26 de septiembre los estudiantes salieron de
Ayotzinapa en dos camiones para ir a las inmediaciones de Iguala y secuestrar
autobuses que iban a ser usados para la marcha del 2 de octubre en la Ciudad de
México, en conmemoración de la masacre de Tlatelolco de 1968. Cuando uno de los
camiones llegó a la caseta número 3 en la entrada de Iguala, el Estrella de Oro
1531, comenzaron a ser vigilados.
En la tarjeta informativa 02370, José Adame Bautista, coordinador
operativo de la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero, comunicó al
titular de la SSP, Leonardo Vázquez, que a las 20:00 horas él se coordinó con
Víctor Manuel Colmenares Campos y cinco policías federales más para monitorear
a los normalistas que habían llegado en el autobús Estrella de oro 1531 con
pretensiones de “secuestrar autobuses” y se quedaron ahí hasta que los
normalistas se retiraron.
Según entrevistas previas hechas a estudiantes sobrevivientes,
explicaron que se movieron de la caseta para dirigirse a la central de
autobuses dentro de la ciudad de Iguala para rescatar a 10 compañeros que
fueron encerrados en un camión por un chofer. Y fue ahí donde aprovecharon para
secuestrar otros tres autobuses, sumando cinco en total. Después de que la PF
recibió esa información, elementos de esa corporación fueron vistos por
diversos testigos en el Palacio de Justicia, incluyendo el testigo de la CNDH
cuya declaración fue dada a conocer a principios de abril. Dos policías
municipales de Iguala declararon el 27 de septiembre que vieron a elementos de
la federal en al menos una de las escenas del crimen.
Según el testigo de la CNDH, en las inmediaciones del Palacio de
Justicia hubo un diálogo entre los federales y policías municipales, quienes
habían bajado a los normalistas del autobús Estrella de Oro 1531, el mismo
camión vigilado por federales desde las ocho de la noche. La CNDH señaló el 15
de abril pasado que los agentes federales “habrían consentido que de manera
indiscriminada dos corporaciones policiales municipales operen en dicha zona de
jurisdicción federal; además, asienten que los normalistas detenidos por la
Policía de Iguala sean llevados al territorio de un municipio diferente,
contando con el auxilio de una Policía que actúa fuera de su demarcación, como
es el caso de la de Huitzuco”. La información, confirmada por fuentes
directamente relacionadas al caso, dice Univisión, señala que Colmenares Campos
y Pérez Arizpe son esos dos policías. También se descubrió que a las 10.55 de
esa noche la PGR ya estaba enterada de los ataques, aunque por meses ha dicho
que no y que no podían hacer nada al respecto. A través de un oficio, el agente
del ministerio público de la Federación, César Iván Pilares, ordenó a Dorantes
“investigar la veracidad” de la información sobre que “alumnos de la Escuela
Normal de Ayotzinapa se enfrentaron a balazos con elementos de la Policía
Municipal de esta ciudad, originando un fuerte operativo en las calles
céntricas de esta urbe, haciendo del conocimiento que dichos estudiantes tienen
en su poder autobuses”. Pese a las tarjetas informativas, oficios y los
señalamientos sobre la Policía Federal, seis de los siete elementos no fueron
llamados a declarar por la PGR, sino hasta el 11 de mayo de 2015. Dorantes no
declaró porque supuestamente no fue localizado, pues ya había renunciado a la
corporación. Colmenares Campos declaró falsamente ante la Procuraduría de
acuerdo a la copia íntegra que se tiene de su declaración, así como documentos
aleatorios que contradicen su versión. También Pérez Arizpe mintió en su
declaración, de la cual el medio estadounidense también tiene copia, respecto a
los horarios en que estuvieron en el operativo con la Policía Estatal y omitió
decir que vigilaron a los normalistas. También mintió al decir que cuando
llegaron al lugar donde ocurrió el ataque contra los jugadores les prestaron
auxilio. Según la tarjeta informativa No. 1364/2014 de la PF, Colmenares,
Hernández, Gómez, Pérez Arizpe y Ugalde fueron los primeros en llegar tras el
ataque contra los jugadores de futbol en el que murieron tres personas.