Se refugió Ángeles en Carrizalillo

Habría estado al menos 12 días, aseguran pobladores…

Se refugió Ángeles en Carrizalillo

* La trasladaban en una Urvan, bien escoltada, a sacar dinero de un cajero; siempre se cubría con un velo

 

Bernardo Torres/API

Casa Angeles

POBLADORES DE CARRIZALILLO aseguran que Los Abarca se refugiaron por unos días en esa comunidad, por lo que aumentan sus sospechas de que ahí puedan estar sepultados los restos de los 43 (42) estudiantes de Ayotzinapa aún desaparecidos.

 

Carrizalillo, Gro.- Una mujer elegante arribó al poblado de Carrizalillo el 30 de septiembre de 2014, escoltada por más de cien personas fuertemente armadas que la custodiaron durante al menos 12 días. Según el comisario de esta comunidad, se trató de María de los Ángeles Pineda Villa, esposa del ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez.

María de los Ángeles Pineda es esposa del ex presidente municipal de Iguala, detenidos el 4 de noviembre de 2014 en el Distrito Federal, acusados de ser los principales responsables de la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre.

La última aparición de la pareja Abarca, fue el 30 de septiembre durante una conferencia de prensa en la sala de regidores del Palacio Municipal de Iguala, donde el entonces alcalde, pidió licencia al Congreso del Estado para separarse del cargo, tras la presión de los diferentes grupos políticos, para ser investigado por el asesinato y desaparición de los normalistas.

Entrevistado en la zona donde fueron halladas fosas clandestinas con restos humanos, el comisario de la localidad, Nelson Figueroa, detalló que en esas fechas al poblado de Carrizalillo arribó un grupo de gente armada custodiando a una mujer de aspecto elegante, proveniente de la ciudad de Iguala.

En esos días este poblado ubicado en las cercanías de la mina de oro, estaba prácticamente sitiado por el grupo criminal “Guerreros Unidos” que controlaba también la zona norte del estado, y señalados como el brazo armado que habrían sido los directamente responsables de la desaparición de los normalistas.

Relatan que este grupo irrumpió los primeros días del mes de junio y permanecieron en el pueblo hasta el 21 de octubre, cuando seis personas fueron detenidas en un operativo de aproximadamente 200 elementos de la Policía Federal y Gendarmería Nacional, donde también emplearon tres helicópteros.

“Durante esos días estuvimos prácticamente secuestrados, porque el pueblo no podía salir, no podía hablar, no podías incluso ni llamar a ninguna autoridad porque te revisaban el teléfono celular y tenías que dar santo y seña de a quién le hablabas y si había alguien que ellos conocían te llevaban a la casa donde ellos vivían y te tableaban”, señaló.

Durante esos cuatro meses, los poblados de Carrizalillo, Amatitlán y Tenantla, vivieron el asedio del grupo criminal “Guerreros Unidos”, incluso a estos dos últimos les impidieron el ingreso de víveres.

El comisario municipal dio a conocer que después de los hechos ocurridos en Iguala el 26 y 27 de septiembre, en Carrizalillo se refugiaron los miembros de la delincuencia organizada, considerado bastión de dicha organización.

“Entonces la esposa de Abarca llegó aquí. Aquí se refugió como entre ocho y doce días. Sabemos que era ella, porque obligaron a las autoridades a prestarles una urvan y en esa urvan la andaban trayendo, para que fuera a sacar dinero al cajero que está a dos kilómetros de la comunidad en la entrada del campamento de la mina”, detalló.

A María de los Ángeles Pineda, durante su estancia en Carrizalillo, la escoltaban permanentemente cuatro vehículos de sicarios, dos adelante y dos atrás; se trasladaba constantemente a ese cajero cubierta con un velo, para no ser identificada.

Las sospechas aumentaron debido a que los retenes de gente armada se intensificaron durante esos doce días, tanto en el día como en la noche, y pasados doce días repentinamente todo volvió a la normalidad. Seguramente, dicen, cuando la señora de Abarca abandonó el poblado.

“Cada carro que llegaba a Carrizalillo era revisado de arriba abajo, cajuela, todo, para revisar que no llevaran nada”.

Estas hechos refuerzan las teorías de los pobladores de que el día 27 de septiembre el convoy que arribó a la comunidad trasladaba a los 43 estudiantes desaparecidos.

Con estas denuncias, los habitantes de esta zona minera pretenden que las autoridades tomen cartas en el asunto e investiguen a los mandos del 27 Batallón de Infantería con sede en Iguala, a quien acusan de haber brindado protección a los “Guerreros Unidos” y por su complicidad en la desaparición de personas en esta zona.

El conflicto detonó con la retención de nueve policías federales, quienes intentaron detener al comisariado ejidal, acompañados de Modesto Peña Celso, hermano de los líderes la banda criminal que operaba en esta zona.

Cuatro de ellos fueron liberados bajo fianza, mientras que los otros cinco que se trasladaban en la unidad, donde fueron halladas armas y droga, fueron trasladados a un Penal federal.

“Estamos seguros que ella estuvo aquí. No es un invento; la vimos. Mucha gente lo comentó. Después que la agarraron, la gente decía que era ella”.

Doce días después de su arribo, María de los Ángeles desapareció de la comunidad y días después fue anunciada su detención en una vivienda de la Delegación de Iztapalapa, en el Distrito Federal, junto con su esposo José Luis Abarca Velázquez, y enfrentan delitos de delincuencia organizada y desaparición forzada. (Agencia Periodística de Investigación)

Carrizalillo, guarida de los Abarca

(Tomado de El Universal)

Distrito Federal.- “¡Ahí!, ¡Ahí escondieron bien, durante una semana, a la ‘pareja imperial’!”, dicen vecinos de la calle donde vivían presuntos integrantes de Guerreros Unidos, los Peña Celso, que infundieron el terror en este sitio devorado por la minera y el crimen organizado.
Son 14 casas que presentan impactos de bala, ventanas rotas, puertas y paredes horadadas por balas. Al interior hay ropa: tangas, zapatos de niños, blusas, pantalones y botas vaqueras de hombre. En el suelo hay cabellos, fragmentos de mandíbulas y dientes regados, palos con clavos y excremento de animales. Basura, mucha basura.
En esta comunidad hubo un operativo de la Policía Federal el 21 de octubre de 2014 donde fueron detenidos varios hermanos de Onofre Peña Celso, “El Pescado”, presunto líder de una célula criminal, cuya casa tiene un bisonte de peluche en la puerta y conecta con la de su hermano Modesto, detenido el 28 de octubre junto a nueve agentes; en esta última vivienda hay un túnel.
La calle, que los mismos habitantes del pueblo han bautizado como “del terror”, es la que da la bienvenida y donde varias familias fueron despojadas de sus pertenencias para que allí se pudiera delinquir. En la comunidad, de unos 800 habitantes, —había mil 100, pero los demás decidieron irse—, muchos tienen los apellidos Peña Celso.
Por ejemplo, el 27 de marzo, cuando pistoleros del grupo de los Peña irrumpieron en el pueblo, entraron a las casas a robar y asesinaron a Miguela, de 80 años, a Bertha, de 36, a Yesenia y a Fabián, de 26.
Fuentes oficiales informaron que el operativo federal se enfocó en la casa de El Pescado, encargado de las operaciones de trasiego de droga que se produce en la sierra y se concentra en Iguala para ser distribuida en el centro y norte del país.
Los habitantes dan un recorrido por esta calle, cuyas historias estremecen porque tienen la presunción de que allí torturaron a decenas de personas durante los meses de junio a octubre, cuando fue el operativo de la Policía Federal el año pasado, y reiteran la invitación a los padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, pues consideran que sus hijos pueden estar en fosas clandestinas de Guerreros Unidos en la zona.
En la casa de Onofre Peña Celso, quien fue ejecutado el pasado 22 de octubre en Iguala, junto con su padre, Antonio Peña Montiel y Justino Camargo, los lugareños tienen la presunción de que fueron escondidos el ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca y su esposa María de Los Ángeles, pues hubo quién aseguró haberlos visto.
Tras la desaparición forzada de los 43 normalistas, en Carrizalillo hubo mucho movimiento.
Luego de que la semana pasada fueran retenidos por más de 15 horas nueve policías federales junto a Modesto Peña Celso por integrantes de Carrizalillo, este último presunto delincuente, confesó que hay varias fosas clandestinas en ese lugar. Hasta el momento han sido ubicadas tres, pero puede haber muchas más, dicen vecinos.
La presencia de la Procuraduría General de la República (PGR) es indispensable para avalar los hallazgos, aseguran autoridades de la comunidad.
Aunque ya no se les ve por el pueblo desde el año pasado y varios están detenidos, Mario, Yolanda, Israel Peña Celso y sus hijos, Víctor Peña López e Israel Peña López, alias “El Cincel”, dejaron varias pertenencias en esas casas; varios colchones que se han llenado de moho, hasta un peluche de bisonte que vigila la puerta negra de lo que era la vivienda de “El Pescado”.