Acta Pública
Claudia Rodríguez
Sin credibilidad, sin confianza
No sólo los adultos mexicanos se han vuelto descreídos y escépticos ante las acciones y compromisos del Gobierno y casi todo lo que huela a política, también los niños y jóvenes empiezan a perder la confianza hacia las instituciones y lo peor, ante su entorno.
Ahora que el Instituto Nacional Electoral (INE), que preside el muy racista y discriminador Lorenzo Córdova; presentó en su página electrónica los resultados de la consulta entre niños y jóvenes que se llevó a cabo de forma paralela a las elecciones federales de junio de este 2015, nos queda claro que la ilegalidad, la corrupción y la violencia nos tienen a todos sitiados y atemorizados.
Los niños y adolescentes ya no confían en sus gobernantes, ni en la Policía y hasta en el propio Ejército y claro, tienen miedo de moverse en las calles.
Lo rescatable y plausible es que con todo y lo minado que en muchos casos se encuentra la célula familiar, niños y jóvenes aún toman a su familia como el principal referente en quien confiar y en donde refugiarse.
La desconfianza y poca credibilidad en la presente Administración y la gran mayoría de sus instituciones, de manera clara no son gratuitas. Cuando cualquier sujeto miente y se descubren una y otra vez sus mentiras, la confianza se pierde en un segundo por más remiendo que se quieran hacer a las falsedades.
El Gobierno del ex presidente Felipe Calderón sacó al Ejército de sus bases para llevarlo por todo el territorio a combatir el narcotráfico y atrapar a los grandes capos y en ese trance, todos salimos perjudicados, incluso la tarea del Ejército.
Pero qué tal con las nuevas mentiras o encubrimientos sobre la segunda fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán ahora del penal de supuesta alta seguridad del Altiplano en el Estado de México.
Justo dos días después de la huida del narco más rico del mundo según la revista Forbes, los legisladores integrantes de la comisión bicameral de Seguridad Nacional, entre ellos su secretario Alejandro Encinas, sostuvieron un encuentro privado e informativo con el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong y nunca se les mencionó nada de la existencia de un video con audio.
Días después la misma comisión legislativa estuvo en la propia celda y túnel por donde se escapó “El Chapo”, de nueva cuenta fueron informados del suceso y sus pormenores por el mismo Osorio Chong; así como como por la procuradora Arely Gómez, por el entonces comisionado de Seguridad Nacional, Monte Alejandro Rubido, por el titular del Cisen Eugenio Imaz y por Mauricio Melchor Dávila, secretario Técnico del Consejo Nacional de Seguridad; más ninguno de ellos habló de la existencia de una videograbación con audio sobre los sucesos en la celda durante y después de la fuga del narcotraficante.
Es claro que el video de apenas ocho minutos que fue presentado a la opinión pública como única evidencia del escape por un hoyo de la regadera de la celda de Guzmán Loera, fue una edición del video que ahora da a conocer como primicia el noticiero de Televisa de Carlos Loret de Mola, aún cuando la comisión bicameral ya había solicitado tal material del que se sabía sus existencia desde el mes de agosto.
¡Cómo no van a desconfiar niños, adolescentes y adultos de su Gobierno!
Más allá de ocultar información, todo esto indica colusión en la fuga del narcotraficante no sólo del personal del penal, también de las autoridades de seguridad al más alto nivel.
Con razón el mirrey Córdova, no presentó el resultado de su consulta entre niños, jóvenes y niños del pasado 7 de julio, si los resultados que más resaltan son la desconfianza de niños y jóvenes en su Gobierno, en las Policías y su Ejército. La realidad de nuestro México resumida a través de la mirada de los mexicanos más jóvenes y quienes creen de alguna manera que en el país sí tienen futuro.
Acta Divina… Miguel Ángel Osorio Chong, titular de Gobernación tras la fuga de “El Chapo”, afirma que este se fugó gracias a la existencia de “dos puntos ciegos” en su celda.
Para advertir… Y nos quisieron hacer creer que también por falta de existencia de audio.
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