Columna: ABREVANDO

ABREVANDO

José Antonio Lavín Reyna

“La honestidad es un regalo muy alto. No lo esperes de gente baja”: Warren Buffet

 

¿Tiene solución Guerrero?

Me permito tomar la columna del connotado periodista de radio y televisión Eduardo Ruiz-Healy, que se publica en las cadenas periodísticas más importantes del país, las cuales lamentablemente no son accesibles para los igualtecos, columna que tiene una visión importante acerca de la llegada de un nuevo Gobernador a Guerrero.

“Héctor Astudillo se convirtió ayer en el sexagésimo segundo gobernador que ha tenido Guerrero desde que este se constituyó como Estado Libre y Soberano, el 27 de octubre de 1849.

Durante los 166 años transcurridos desde ese día hasta hoy esos 62 individuos han encabezado 80 gobiernos distintos en vista de que algunos de ellos han ocupado la gubernatura en dos o más ocasiones.

La mayoría de quienes gobernaron el estado más de una vez lo hicieron entre 1849 y 1925, que fue un largo período de gran inestabilidad política en nuestro país. Desde 1926 solo un hombre ha encabezado dos veces el poder ejecutivo de Guerrero: Ángel Eladio Aguirre Rivero, la primera vez como gobernador interino priísta (1996-99) y la segunda como gobernador constitucional perredista (2011-14).

Desde que en 1929 se creó el partido abuelo del PRI, el Partido Nacional Revolucionario (PNR), Guerrero ha sido gobernado por 26 individuos, Astudillo incluido. Estos son demasiados gobernadores para un período de 86 años y significa que, en promedio, cada uno ha permanecido 3.3 años en el cargo. También muestra que la inestabilidad política sigue siendo una característica de este estado.

Veamos lo que ha ocurrido desde 1945, cuando los períodos de gobierno se extendieron de cuatro a seis años.

El gobernador electo para el período 1951-57 fue obligado a renunciar en 1954 y un gobernador sustituto concluyó su sexenio.

El que fue electo para el período 1957-63 también fue obligado a abandonar el cargo, en 1961, y un gobernador interno se encargó del gobierno durante el resto del sexenio.

El que fue electo para el periodo 1969-75 –Caritino Maldonado Pérez-murió en 1971 al caerse el helicóptero en que viajaba. Un encargado del despacho asumió el cargo y tres días después de la muerte del gobernador fue designado un sustituto para concluir el sexenio – Israel Noguera Otero-. Sin embargo, éste fue obligado a renunciar dos meses antes de dejar el cargo y en su lugar se nombró a un provisional para completar el período.

El que fue electo para el período 1993-99 –Rubéen Figueroa Alcocer-fue obligado a renunciar en 1996 y un substituto (Ángel Eladio Aguirre Rivero) fue designado para concluir el sexenio.

El que fue electo para el período 2011-2015 (el mismo Aguirre Rivero) se vio obligado a renunciar y un substituto concluyó su gobierno.

Además de su ancestral inestabilidad política, Guerrero enfrenta un sinnúmero de problemas sociales y económicos.

El crimen ha sentado sus reales en el estado. Es ahí en donde, con 40 asesinatos por cada 100 mil habitantes, se registra la tasa de homicidio doloso más alta del país. En los primeros nueves meses del año en curso fueron asesinadas poco más de dos mil personas. Los casos de extorsión y secuestro no se conocen del todo en vista de que la mayoría de los casos no se denuncian ante las autoridades que muchas veces están coludidas con las organizaciones criminales.

El 71% de la población económicamente activa de Guerrero se desempeña en el sector informal y el 62% de los guerrerenses no gana lo suficiente para adquirir la canasta básica alimentaria.

Esta es parte de la realidad que ahora enfrenta Héctor Astudillo. Después de décadas de descuidos por quienes han gobernado al país, al estado y sus municipios cabe preguntarse si la situación de Guerrero realmente tiene solución, aunque sea a largo plazo”.

Hasta aquí la visión de un periodista versado, acerca de la grave problemática del Estado.

Algo Más…

Ahora, después de haber fallado la estrategia del “ya chole”, nos avientan la bronca de que debido a que estamos desunidos, que por eso no se logra el avance. O sea que nosotros los ciudadanos somos los culpables de “la frialdad de los números”, del derroche, la mala administración, la impunidad, la corrupción, que nos lleva a tener 55.3 millones de mexicanos que viven en pobreza, datos del Coneval. Bueno hasta la OCDE dice en sus informes que los resultados en el combate a la pobreza a través de los programas sociales son mediocres, además de que tenemos los peores salarios de los países miembros de la OCDE.

Esta realidad constituye un enorme caparazón donde el hombre “de la calle”, el atleta de la sobrevivencia, está atrapado. La Metamorfosis es la más descarnada expresión literaria de una pesadilla con los ojos abiertos, de una profunda insatisfacción vital, del amargo sabor de la impotencia, de la lucha inútil, de un alma que sufre, de un alma atrapada en el absurdo de una realidad incomprensible. ¿No está, así, nuestra patria?; los mexicanos ¿no estamos cerca, o de plano, viviendo ya ésta metamorfosis?

Y todavía Rosario Robles se enoja y dice que estamos jodidos porque no somos unidos, o sea quiere que seamos actores callados, que nos dejemos pisotear. Y dice verdad, a los de la CNTE de Oaxaca ya los empezaron a meter a la cárcel, para meter miedo y presión. Así actúa el gobierno. Ya se vio en Morelos que el Mando Único es ineficiente, que los propios policías son los delincuentes y aun así insisten en lo mismo, de que se trata. A lo mejor piensan que es más fácil, para la delincuencia, pactar con un solo jefe o quizás se debe a cuestión de recursos, ya que de esta manera los gobiernos de los Estados, manejarán a su discreción el dinero de Seguridad Pública.

CCLXXI.- Se ve lejos, demasiado lejos, que el gobierno municipal de Iguala pueda llegar a ofrecer a su población empleos dignos, seguridad en sus personas y propiedades, una dignificación de la vida colectiva. Eso está muy lejos. Sólo queda mandar a sus hijos a los estados del Norte o del Centro del país para encontrar empleos remunerados.