Columna: LECTURA POLÍTICA

LECTURA POLÍTICA

Noé Mondragón Norato

El bono sexenal del SUSPEG

 

Como si se tratara de una actitud de claro empecinamiento político, el dirigente sindical del SUSPEG, Adolfo Calderón Nava, ya está ocasionando más daño que los propios normalistas de Ayotzinapa. Porque al prolongar indefinidamente el paro laboral de los trabajadores afiliados a ese sindicato, en demanda del pago de un ilegal bono por fin de sexenio, no solo alteró sustancialmente la circulación vehicular en toda la capital -colapsada de por si, por el plantón de la Ceteg en la avenida Ruffo Figueroa-, sino que está impidiendo las laborales de auxilio a la población por parte del gobierno estatal en una coyuntura de alto riesgo: la entrada a la entidad del peligroso huracán Marty. Un repaso delos beneficios otorgados a dicho sindicato, revelaría que muy en fondo, hay razones políticas escondidas detrás de una aparente demanda dejusticia laboral.

LIDERAZGO INTERESADO.- El SUSPEG ha sido un sindicato aliado del gobierno estatal. De hecho, algunos de sus dirigentes han saltado de esa dirigencia, a una diputación local. El caso más memorable es el del priísta José Luis Peralta Lobato, quien tras su paso por el SUSPEG, se encumbró como alcalde de Chilpancingo y luego diputado local. Perdió como candidato a diputado federal por el PRI en la elección federal intermedia de julio de 2012, frente al perredista Jorge Salgado Parra. Y de ahí se abren las lecturas: 1.- Uno de los mayores momentos de crisis de legitimidad al interior del SUSPEG, ocurrió en marzo de este año cuando se creó al interior del Poder Judicial, el Sindicato de Servidores Públicos del Poder Judicial del Estado, que nació desde luego, careciendo de reconocimiento oficial. Ese hecho lastimó sensiblemente a Calderón Nava, quien apeló a los apoyos del gobierno estatal con el fin de salir lo menos raspado posible. Al final, las peticiones de ese sindicato se cumplieron en su mayoría. Y el líder del SUSPEG se mostró a salvo. 2.- En febrero de 2015 el SUSPEG presentó su pliego petitorio al gobierno estatal, mismo que derivó en la minuta firmada entre las partes el 27 de mayo de 2015 y reconocida por el Tribunal de Conciliación y Arbitraje. Los trabajadores de ese sindicato obtuvieron los siguientes beneficios: incremento salarial del diez por ciento; bono del día de las madres por ocho mil pesos; bono del día del padre por 2 mil pesos; bono del servidor público por 2 mil 500 pesos y bono de fin de año por mil 500 pesos. En lo referente al Bono Sexenal que hoy es motivo del paro laboral, demandaron que fuera de 3 mil 500 pesos. Pero el gobierno estatal fue contundente en ese sentido: “Respecto de la petición del Bono Sexenal, las partes se comprometen a analizar su posibilidad, en función de la capacidad presupuestal existente al final del ejercicio fiscal”. Es decir, nunca admitió que se pagaría. Hoy, el dirigente del SUSPEG buscainstitucionalizarlo. Desde luego, llevando de soslayo, agua a su molino. 3.- El objetivo de Adolfo Calderón Nava, parece muy preciso: crecer políticamente mediante la presión. En cuando menos tres carriles: envía mensajes de fuerza al gobernador electo priísta, Héctor Astudillo, con el fin de advertirle sobre sus movilizaciones y presiones; se asume al interior del SUSPEG, como el líder fortalecido que los trabajadores de gremio necesitan con el fin de incrementar sus prestaciones y beneficios; y se oferta por anticipado ante el PRD o el PRI, como una opción y con capacidad de convocatoria, para brincar como eventual candidato a diputado local en la elección de 2018. El único problema es que lo hace sobre la base del repudio de la población que no está afiliada al SUSPEG. Y que, de encontrarse como eventual candidato, le cobrará la factura.Porque si hay algo de lo que ya está harta la ciudadanía, es que unos cuantos se apoderen de las calles y manden en ellas como si se tratara de su casa. Ese es el punto.

HOJEADAS DE PÁGINAS…Mientras que unos liderazgos sindicales entran en la espiral del cuestionamiento, otros se fortalecen. Tal es el caso de la diputada federal tricolor, Beatriz Vélez Núñez, a quien sus agremiados, dirigentes y delegados sindicales de la sección 36 del Sindicato Nacional de Salud, demandan su reelección. Aunque externamente, existen otros actores que la quieren fuera. Desde luego, por así convenir a sus intereses.