ABREVANDO

ABREVANDO

José Antonio Lavín Reyna

"Cuando pensamos que el día de mañana nunca llegará, ya se ha convertido en el ayer": Henry Ford.

 

Casi están por terminar.

 

Están por terminar las “agotadoras” campañas de las elecciones 2015. Agotadoras para los candidatos que tuvieron que recorrer los distritos y municipios que aspiran representar y para los electores que soportaron peroratas, sonrisas fingidas e hipócritas, apretones de mano, además de ofrecimientos que cumplirlos ni por la imaginación cruza.

La elección de 500 diputados federales, 9 gobernadores, alcaldías y congresos locales fueron pretexto para transmitir por radio y televisión alrededor de quince millones de spots y lo más importante: un gasto millonario cubierto con impuestos que todos pagamos, por lo que patrocinamos campañas opacas  basadas en la descalificación de candidatos y partidos.

Por eso, hay preguntas que responder: ¿Fueron eficaces las campañas? ¿Sirvieron para aclarar dudas sobre prestigio, preparación y capacidad de quienes piden la gubernatura, las diputaciones o las alcaldías? En el caso de los candidatos para ser legisladores, ya sea del Congreso de la Unión o del Congreso Local, entenderán que ser legislador es un muy alto compromiso para con la nación entera, especialmente los diputados federales, pues ya alguien se ocupó de aclarar que serán parte del gobierno de todo México y no solamente del estado que representarán? ¿Les llegaría el mensaje social de cambio profundo en el Congreso? Sabrán los que tienen la curul asegurada por la vía plurinominal y los que por votación resulten ganadores.

No se prevé un proceso que supere los bajos índices de participación en las urnas, los ciudadanos ya no estamos dispuestos a seguir tolerando abusos, dispendios, viajes y las exageradas canonjías asignadas para un trabajo que debiera moverles el honor para hacerlo con beneficios generales; y, ¿respetarán el juramento ante el lábaro patrio de cumplir y hacer cumplir….? La respuesta es un rotundo y definitivo NO.

Lo más posible es que los candidatos a los nueve distritos electorales federales y los 26 distritos electorales del estado de Guerrero, ni siquiera fueron capaces de entender, dadas sus propuestas, las demandas sociales que dada la situación actual del país ameritan respuesta y acción inmediata de la siguiente legislatura toda vez que la saliente fue incapaz para hacerlo.

¿Cuáles demandas? Entre otras, contribuir (como gobierno) a afianzar la seguridad, impulsar programas efectivos contra la pobreza, la educación, la salud; eliminar el fuero que les concede inmunidad para hacer o deshacer sobre todo con los recursos asignados a la Cámara donde hay discrecionalidad discutible. Otra, clamor general, reducir el número de legisladores de quinientos a trescientos.

El engaño entre políticos y funcionarios es consuetudinario. Lo practican paso a paso de su transcurrir por el sistema que nos rige. Para ese sector que gobierna la vida nacional, engañar y mentir es una necesidad superior, sea en nombre propio o de quienes más arriba cuentan con su sumisión y obediencia disfrazada de lealtad. Esa constante ha hecho caer hasta el sótano la imagen de los políticos-gobernantes (diputados, obvio) que en ningún momento muestran vergüenza de que se les tilde como lo peor de lo peor, o como “mal necesario” pues no solamente violan el juramento cívico mencionado, pues igual lo hacen con los compromisos que firman ante notario

Otro agravio hacía los ciudadanos que realizan la mayoría de los legisladores, es que como auténticos invertebrados llamados genéricamente “chapulines”, se dedican a brincar, de uno a otro puesto público. Así que dentro de tres años, ya que no aplica aún la reelección, veremos a los que ganen, ser unos simples continuistas como sus antecesores y por lo que se observa, los que se instauren en las próximas legislaturas replicarán. Ya lo veremos.

Algo Más…

El paisaje es totalmente abstracto por la proliferación de mensajes genéricos y promesas intercambiables que podrían interpretarse como una estrategia de la partidocracia para incentivar el abstencionismo y reducir la contienda electoral a una confrontación de las militancias.

Es importante tener presente que  los dineros que se reparten los partidos políticos es de acuerdo a la votación, o sea el financiamiento con dinero público se determina de la siguiente manera: un 30% se distribuye por partes a iguales a todos los partidos pero el 70% se distribuye de acuerdo con el porcentaje de votación en las elecciones federales. Este es un criterio que demerita la equidad y en estas circunstancias, promover el voto nulo o el abstencionismo como sinónimo de rechazo únicamente favorece a los partidos que acaparan los niveles más elevados de votación.

La abstención como rechazo no tiene efectos legales y la opinión pública es la menor de las preocupaciones en la partidocracia. La única forma para incidir en la configuración del régimen de partidos es el voto. Acuda a las urnas el domingo 7 de junio y emita su voto, sea cual fuere (razonado, útil, de castigo, nulo, o qué sé yo). Sólo así, a través del voto como expresión ciudadana, la distribución del financiamiento será más equitativa; sólo así, por la participación de todos los mexicanos podrá evitarse la parodia democrática que suelen protagonizar las militancias y las huestes al servicio de la partidocracia. Sólo así, podrán revertirse paulatinamente los pronósticos y la tibieza de la apatía; así y sólo así, se desvanecerán las inercias y los silencios en una plaza concurrida por los ciudadanos que emitirán su voto a pesar de los nuevos artificios.

Debe tener presente que no todo lo que oye o lee, es verdad, actualmente la mayoría de los que comunican, tienen un precio, el periodista y escritor  Ryszard Kapuscinski, menciona acertadamente "Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante". Aunque duela, los medios masivos de comunicación están al servicio del poder, lo que les permite lucrar con ello. Varias plumas “influyentes” tienen un precio, generalmente cobran en los Ayuntamientos, como policías, agentes de gobernación o de reglamentos, al igual que en los gobiernos de los estados, que manejan de manera discrecional la partida de comunicación o del clásico “chayote”, pago en efectivo que reciben los reporteros de manera directa por los entes políticos.

Por eso, usted lee o escucha: la ventaja de perengano es abrumadora, le lleva más de 10 puntos  de ventaja, de ser cierta tal aseveración, los candidatos ya no harían campaña.

La partidocracia utiliza esas plumas o voces pagadas, para crear distractores que inhiban la participación ciudadana, que se pregunta ¿para qué voto, si ya gano perengano? No se deje engañar; sea más vivo. Salga a votar.

CCXXXIV.- Ya empezó a trabajar, aunque sea tardíamente, la maquinaría priista en Iguala. Lamentablemente, su candidato no logra permear. La gente no olvida su engaño de “Vamos Juntos” donde junto con Raúl Tovar pedían el voto para mejorar Iguala. Se va; se lanza como diputado federal y gracias a las traiciones logra el triunfo y con gente de Conagua, que ya traía ese asunto de los tanques, como un gran negocio para sus promotores y no como un punto de abasto seguro para lo población, vende esa idea como su gran logro. Así que difícilmente logrará superar el corporativismo que rodea a Oscar Díaz y que puede lograr impedir el triunfo de un hombre probo, Miguel Ángel Garduño.

Por cierto, las voces siguen calladas. Nadie sabe quién construye la obra inútil de la calle Guerrero,  menos aún el costo de la misma. No dan la cara para saber a quién reclamar la pésima calidad de la obra. Así de opaca es la obra pública de Silviano Mendiola.